Palacio de Miguel de Mañara c/ Levíes 27
La casa ocupa en planta baja, incluyendo apeadero, patio principal y los tres más pequeños, una superficie de 1.265 m2. La superficie total construida de la casa asciende a 2.400 m2 , excluyendo los patios.
Los primeros antecedentes del edificio proceden del periodo de dominación musulmana, durante la Edad Media, como una construcción estructurada en torno a cuatro patios. Tras la conquista cristiana se le añadió otro patio más, de estilo mudéjar, restos de esta época son los zócalos con pinturas murales del salón de la planta baja.
A partir del s. XV son las primeras noticias que se tienen del edificio. Este se construye, por uno de los miembros de la familia de los Almansa, aprovechando elementos de construcciones anteriores. Restos de esta primitiva casa mudéjar son los zócalos con pinturas murales del salón de la planta baja, fechados probablemente en el segundo tercio del s. XV.
En 1519 la casa es utilizada como vivienda por Juan de Almansa y su mujer Constanza de Alcocer. En 1532 encarga, al taller del escultor Antonio María Aprile da Carona de Génova, las columnas, balaustradas y solería de mármol con las que decoraría el patio principal.
En 1623 Diego de Almansa, fiscal de Rey en la Real Audiencia, pone en subasta pública la Casa de Mañara.
El gran auge experimentado por Sevilla en el s. XVI, atrajo a numerosos extranjeros que vinieron a buscar riquezas y prosperidad. Uno de ellos fue Tomás de Mañara Leca y Colona, que compró en 1623 en 13.000 ducados de plata, rico comerciante de origen italiano, enriquecido en el comercio con el continente americano. Allí nace en 1627, Miguel de Mañara y Vicentelo de Leca, impulsor y benefactor del Hospital de la Caridad.
Tomás de Mañara muere en 1648, queda como heredero su hijo Miguel, quién no heredó las dotes de comerciante de su padre, dedicándose en los últimos años de su vida a la beneficencia, fue Benefactor del Hospital de la Caridad y revitalizador de la Hermandad, cuyo fin primordial era dar sepultura a los ahogados y ajusticiados.
En 1674, abandonó su casa del barrio de la judería para vivir en otra más cercana a la Santa Caridad, donde muere en 1679.
Tras la muerte sin descendencia de Miguel de Mañara, en 1679, la casa quedó deshabitada, siendo alquilada durante el s. xviii en varias ocasiones por sus herederos, figurando, entre otros como inquilinos, Pedro Fillot 1755 y Manuel Prudencio de Molviedro 1772-1794.
Posteriormente pasó a ser propiedad de José Vargas Zúñiga y María Josefa Federigi, heredera esta última del mayorazgo donde se incluía la casa.
En el s. XIX, durante la invasión francesa, como cuartel de las tropas del mariscal Soult. Específicamente fue destinada a alojamiento de la escolta del mariscal Duque de Trebiso. Debido al saqueo y destrozo ocasionado en la vivienda durante esta etapa, fue eximida de impuestos durante varios años, para así poder atender a los destrozos ocasionados.
Posteriormente, la casa fue heredada por los marqueses de Paterna del Campo.
En 1916 la Hermandad de la Santa Caridad compra el edificio por la cantidad de 77.500 pts. A partir de esta fecha el inmueble tuvo usos muy diversos, todos ellos relacionados con labores industriales, como la manufactura del corcho, la fabricación de alfileres de latón y la hilaturas de la fábrica Fabra y Coats. A partir de los años cincuenta y hasta 1970, fue convertida en escuela pública. Finalmente tras un periodo de abandono total y tras ser incluido en el Plan de rehabilitación del Barrio de San Bartolomé, se comenzaron las obras de rehabilitación en 1989, destinándose a sede de la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.




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