viernes, 17 de octubre de 2025

EL PUENTE DE BARCAS

 Puente de Barcas Lo manda construir el califa almohade Abū Ya´qūb Yūsuf (1.163-1.184) para tener un acceso más fácil a la otra orilla, y facilitar así también la llegada de productos desde el Aljarafe, uno de los grandes proveedores de víveres de la ciudad. Ţiryāna/Triana por aquellos tiempos era una alquería, o lo que es lo mismo, un terreno agrícola con muy poca población.

Las obras comenzaron el 04/09/1171 para finalizar 36 días después, el 09/10/1171.

La construcción del puente permitió que la otra orilla fuera más apta ser habitada. La ampliación del Alcázar hizo que los hornos de cerámica, que se ubicaban en su mayoría en la zona de la Puerta de Jerez, fueran desplazados a un lugar más alejado. Era una industria muy contaminante, molesta por el humo que expulsaban los hornos y Triana, al estar apartada de la ciudad, se convierte en el lugar ideal para ubicarlos. A esto se une la construcción del Castillo de Triana y la zanja defensiva que los almohades abren alrededor de este. Esa zanja creaba un rectángulo frente a Sevilla, en la otra orilla, con el castillo defensivo en el centro. La zanja estaba hecha para que el agua del Guadalquivir la inundara, creando un foso defensivo que convertía Triana en una isla artificial frente a Sevilla. Una isla muy bien protegida. Ese foso se conoció en época cristiana y hasta mediados del s. XIX que comienza a cegarse, como La Cava de Triana (actualmente se correspondería con las calles Alvarado, Clara de Jesús Montero, Pagés del Corro, Génova y Gonzalo Segovia).

Triana se convertía así en un lugar bien defendido por castillo y foso. Estaba justo en la margen derecha del río y del puerto, algo que ofrecía muchas posibilidades económicas. Al inundarse con frecuencia, ofrecía barro en abundancia para la alfarería y la cerámica. La zanja abierta por los almohades protegía en parte el terreno de estas inundaciones a la zona habitada. Triana se convertía en pocos años en un lugar protegido, industrial, a orillas del puerto y bien comunicado con Sevilla a través del puente.

Durante 681 años fue el único paso permanente entre ambas orillas (entre 1171 y el 25 de febrero de 1852.) Levantaron los dos pilares-base a una y otra orilla del río y amarraron a ellos los 13 cascos de barcazas chatas, amarradas unas junto a otras, y con un suelo de madera (roble) encima y lo formaban trece barcas chatas, amarradas entre sí. Sobre ellas, tablas de madera formaban el tablero por donde circular. Las barcas estaban varadas al fondo del río mediante anclas. Dos pilares servían de base en ambas orillas donde se sujetaba con cadenas. Las mareas hacían que el río subiera y bajara con ellas, lo que se solventó con muelles flotantes en cada extremo. A todo lo largo se colocaron pieles de cabra hinchadas con aire. El puente mediría casi 150 metros de longitud y tendría una anchura de unos 7 metros y en cada extremo había sendas compuertas para permitir el paso de los barcos, que permitían el paso comercial y de tropas de Aljarafe a la ciudad.

El Almirante de Castilla, Ramón de Bonifaz y Camargo, consiguió soltarlo parcialmente de su emplazamiento durante la conquista de Sevilla por parte de Fernando III de Castilla el 3 de mayo de 1248, al embestirlo con dos de sus naves, probablemente dos carracas de carga, con sus proas reforzadas. Tras la caída de la ciudad, el puente fue reparado y siguió prestando sus servicios a la ciudad.

En agosto de 1812 tuvo lugar una batalla con un contingente español e inglés contra las tropas francesas para recapturar Sevilla, que había sido tomada por los franceses. Esta batalla de la Guerra de la Independencia es conocida como la batalla de Sevilla o como batalla del Puente de Triana.

Para construir el puente de Isabel II se desplazó el de barcas desde su lugar inicial hacia aguas abajo, situándolo casi frente a la plaza de toros de la Real Maestranza, el 30 de junio de 1845 con un coste 70 000 reales.

Fue derribado después de 1852, una vez construido el actual puente de Isabel II (Triana), por lo que estuvo en servicio 681 años.

El Puente de Isabel II conocido como Puente de Triana fue inaugurado en el año 1852 los ingenieros fueron los franceses Bernadet y Steinacher que se inspiraron en el puente parisino del Carrousel, actualmente desaparecido. Se construyó para sustituir a otro más antiguo de la época árabe el de barcas que ya cruzaba el río en esa zona, el primer puente fijo sobre el Guadalquivir. Actualmente es el puente de hierro más antiguo de toda España que se conserva en uso. Tiene un total de tres arcos, con 43,464 metros de luz cada uno y está ubicado frentes a los restos del antiguo Castillo de San Jorge y desde el año 1976 ostenta la consideración de Monumento Histórico Nacional.


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