miércoles, 28 de octubre de 2009

Masyid/Mezquita de Qūrţuba

Masyid/Mezquita de Qūrţuba
Dijo el Señor de los historiadores (Abū Bakr, Aḥmad ibn Mwḥāmmad ibn Mūsā ibn Bashair ibn Hammad ibn Laqit al-Razi) ¡Qué Dios le haya perdonado! Refirió Ibn Utba de 'Ubayd Allāh al-Zahrawi que a su vez lo tomó de sus šáyẖ/jeques. Que el lugar (que hoy ocupa) la Masyid/Mezquita de Qūrţuba era un foso profundo adonde los qurtubeses arrojaban las basuras, animales muertos y carroñas. Y cuando vino Salomón, hijo de David -¡Para ellos la paz!- al país de al-Āndalus الأندلس, pasó a Qūrţuba y se estableció frente a ella, vio aquel foso y lo examinó.
Luego le dijo a los genios: 'taponad el lugar, lo nivelaremos y construiremos en él un templo donde se glorifique a Dios el Altísimo’. Y ejecutaron genios lo que les ordenó el enviado de Dios Swleymān (Salomón). Y cuando acabaron el nivelado ordenó a ellos que construyeran un templo, y así lo hicieron. Y dispuso que el templo lo habitaran los hijos de Israel y dispusieron en ella las reglas (de la Tora) y de los salmos. Y así quedaron hasta que Dios envió a 'Isā/Jesús -¡Sobre él sea la paz!- y se difundió el cristianismo y se convirtió este templo en una iglesia para los politeístas cristianos -¡Sirvan a Dios Altísimo en ella!- Y leyeron generaciones hasta que conquistó al-Āndalus الأندلس el Islam' y entró Ţāriq ibn Ziyād mawlá de Mūsā ibn Nuşayr y ordenó la construcción citada en la mitad de aquella iglesia. Así se hizo, permaneciendo la otra mitad de la iglesia en manos de al-naşārà al-mu´āhidūn/mozárabes. Y así continuaron las cosas hasta gobernó al-Āndalus الأندلس el imán ´Abd al-Raḥmān I ibn Mu´awiyya ibn Hišhām ibn ´Abd al-Dajjil (El Emigrado), que compró la segunda mitad de la iglesia y amplió así la Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama excelsa, invirtiendo en su construcción cien mil dinares en peso.
La Masyid/Mezquita de Qūrţuba forma un rectángulo que mide 180 metros de norte a sur y 130 metros de este a oeste, consta de una sala para realizar el salat y un patio abierto. La circunstancia de que el patio sea casi tan grande como la sala del salat se explica porque originariamente los creyentes se reunían en el patio para hacer el salat cuando la sala ya estaba llena.
Originalmente el exterior mostraba un muro almenado de ladrillo y piedra y un sólido al-manār/alminar que superaba en tamaño y belleza a todos al-manār/alminares de la época. Diecinueve portales, con arcos de herradura elegantemente esculpidos con pétrea decoración floral y geométrica, conducían al Patio de las Abluciones (hoy Patio de los Naranjos). En este rectángulo, pavimentado con baldosas de colores, había cuatro ţayfūr/fuentes, cada una tallada en un bloque de mármol tan grande que se habían necesitado setenta bueyes para su transporte desde la carretera
La Masyid/Mezquita propiamente dicha era un bosque de 1.290 columnas, que dividían el interior en once naves principales y veintiuna secundarias. De los capiteles de las columnas partía una variedad de arcos: semicirculares, apuntados, de herradura, la mayoría con dovelas alternadamente rojas y blancas. Las columnas de jaspe, pórfido, alabastro y mármol daban por su número una impresión de espacio ilimitado.
El techo de madera estaba tallado en cartelas que ostentaban inscripciones, muchas de ellas coránicas. Colgaban de él 200 candelabros que sostenían 7.000 tazas de aceite perfumado que les llegaba de depósitos constituidos por campanas cristianas invertidas, también suspendidas del techo. La sección destinada a la oración comunitaria tenía el suelo cubierto con baldosas esmaltadas sobre las que se desplegaban esterillas de caña sobre las que se acomodaban los orantes.
La sala del salat de la Masyid/Mezquita de Qūrţuba, con una extensión de 79,02 por 42,21 metros, tenía once naves perpendiculares a la pared de la qibla La nave central, que está orientada hacia el Miḥrāb, mide 7,85 metros de anchura, casi un metro más que las restantes naves laterales, que tan sólo miden 6,86 metros. Esta acentuación de la nave central realza el eje longitudinal de la Masyid/Mezquita, que está orientado al Miḥrāb. Por este motivo se habla de un tipo de Masyid /Mezquita "dirigida hacia el Miḥrāb".
La nave central no sólo es más ancha que las naves restantes, sino que además está ligeramente elevada, lo que se aprecia especialmente en el aspecto exterior, sobre todo si se observa la Masyid/Mezquita desde la vecina Burŷ/Torre de la catedral. La Masyid/Mezquita de al-Aqsa de Bayt al-Muqaddas/Jerusalén, cuya construcción se inició en el año 96/715, de modo que es 70 años más vieja que la construcción originaria de Qūrţuba , presenta una disposición similar.
En un principio la Masyid/Mezquita debía de tener cuatro entradas, una de las cuales, la Bāb al-Wazara/Puerta de los wāzīres/ministros وزي se ha conservado casi inalterada en la fachada occidental. Esta bāb/puerta data del año 169/786, según una inscripción del dintel. Esta bāb/puerta, llamada hoy día Puerta de San Esteban por la capilla de San Esteban, situada enfrente, permitía acceder directamente a la Masyid/Mezquita a los funcionarios de la corte desde el Palacio gubernamental, situado justo delante.
Luego realizó ampliación y embellecimiento su hijo Hišhām I y su descendiente Abū-l-´Asi al-Ḥakām II ibn ´Abd al-Raḥmān al-Muntansir bi-Llāh, hijo ´Abd al-Raḥmān III al-Nāsir Después se realizarían numerosas ampliaciones. Y fueron nueve arcadas antiguas las que construyó su abuelo ´Abd al-Raḥmān I ibn Mu´awiyya ibn Hišhām ibn ´Abd al-Dajjil (El Emigrado) y su hijo al-Ḥakām I ibn Hišhām, y quienes les precedieron a ambos de los ´āmires.
Abū ´Abd al-Ḥakām II al-Muntansir bi-Llāh ibn ´Abd al-Raḥmān amplió una nave de la parte oriental y una nave de la occidental y decoró once arcos. Elevó sus techos con aparejos magníficos. Dispuso que la extensión de la nave fuera de 9 codos y medio. Y completó en siete las bāb/puertas de la Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama, siendo la anchura de cada bāb/puerta de cinco codos. Dispuso que la ampliación, desde el fin de las columnas hasta el final de la qibla, fuera de 49 codos y que el ancho de las pilastras en la Masyid/Mezquita fuera de cinco palmos. Amplió, también, la parte norte de las galerías de las mujeres en 23 columnas en el año 234/848-849.
Luego realizó otra ampliación el ´Amir de los creyentes, Abū ´Abd al-Ḥakām II al-Muntansir bi-Llāh ibn ´Abd al-Raḥmān -¡Dios se apiade de él!-, en once balat/naves y trasladó para ello el antigüo Miḥrāb hacia el lugar que hoy ocupa, edificándolo con arte y solidez, decorándole magníficamente. Gastó en ello una gran fortuna. Fabricó para el Miḥrāb un gran mimbar/púlpito compuesto de ébano y sándalo rojo y amarillo, de maderas: al-Naba', 'Anab, al-Shawhat; y de madera al-Buqqam/palo brasil. Este alminbar lo construyó en la Maqṣūrah/maqsura.
Luego hubo otras edificaciones, decoraciones en la Masyid/Mezquita sobre lo que habían edificado los ẖalīfah/califas كاليفا en más de la mitad por el Ḥāŷib/Primer Ministro Mwḥāmmad ibn Abū ´Amir al-Manşūr. Comenzó la obra el sábado 1 raŷab 384/11 de agosto 994, habiendo durado las obras 2 años y medio.
Esta ampliación de la Masyid/Mezquita fue la mayor realizada en Qūrţuba. Se dice que Mwḥāmmad ibn Abū ´Amir al-Manşūr quiso justificar con ella frente al pueblo sus elevados gastos públicos. Se añadieron ocho naves laterales, con lo cuál la Masyid /Mezquita ganó 50 metros hacia el este.
Las bāb/puertas de la fachada este del edificio precedente, construido por Abū ´Abd al-Ḥakām II al-Muntansir bi-Llāh ibn ´Abd al-Raḥmān, fueron tapiadas y se practicaron once grandes aberturas de arco, a través de las cuales se podía acceder a las nuevas partes de la Masyid/Mezquita. Con las estancias situadas junto al Miḥrāb no fueron prolongadas, las naves longitudinales eran dos tramos más profundos y se extendían por lo tanto hasta el muro circundante sur. Se abandonó el principio de la hilera de arcos transversales, que destacaba la zona de la Maqṣūrah/maqsura en la ampliación de Abū ´Abd al-Ḥakām II al-Muntansir bi-Llāh ibn ´Abd al-Raḥmān. Por el contrario, se continuó la arquería que separaba la parte del edificio de Mwḥāmmad ´Abd al-Raḥmān II ibn al-Ḥakām de la de Abū ´Abd al-Ḥakām II al-Muntansir bi-Llāh ibn ´Abd al-Raḥmān
La Masyid/Mezquita de Qūrţuba contenía un total de diecinueve naves. La longitud de muro sur, que era idéntica a la del muro de la quibla, había sido ampliada a 128,41 metros. Las medidas de la sala para la realización del salat ascendían a 114,60 por 128,41 metros y las del patio a 60,42 por 128,41 metros. Con ello, la Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama, incluido el patio delantero, había alcanzado un tamaño de 175,02 por 128,41 metros, lo que corresponde a una superficie de 23.400 metros cuadrados. Con la ampliación de Mwḥāmmad ibn Abū ´Amir al-Manşūr, la Masyid/Mezquita de Qūrţuba adoptó la forma que tiene hoy día, si se hace abstracción de los edificios politeístas cristianos construidos con posterioridad.
Se emplearon en ésta ampliación -¡Apiádese Dios!- los nobles de Djilliqiya/Galicia y al-afrany/francos y los temporeros de los politeístas cristianos, todos trabajaron en la obra encadenados con grilletes hasta que se acabó la construcción. Construyó también al-gubb/aljibe que recogía las aguas de lluvia del patio de la Masyid/Mezquita descrita, terminándose todo con gran esmero.
De este modo la Masyid/Mezquita adquirió de largo, con esta ampliación desde la qibla hasta el costado, 347 codos y de ancho 250 codos. Y la medida de la superficie de ella era de dos almudes y un cahíz, y otros dicen que la dimensión de la tierra del recinto es de 11 cahices y tres cahíces de tipo de Qūrţuba. El número de naves cubiertabs era de 19, el de bāb/puertas pequeñas y grandes, de 35, de las cuales 21 eran grandes y el resto pequeñas. De estas bāb/puertas, siete están en el costado occidental y en el oriental nueve, diez en el lado septentrional y el resto en el lado sur, donde está la Bā al-Sabat por donde entran los ẖalīfah/califas كاليفا a la Masyid/Mezquita. Las bāb/puertas de la Masyid/Mezquita están recubiertas de hojas de cobre chapeadas de oro.
El número de columnas que soportan el techo y las partes contigüas, el Miḥrāb y al-manār/alminar son, entre grandes y pequeñas, 1.409 columnas. De ellas en el interior de la Maqṣūrah/maqsura hay 119 columnas. En el exterior e interior de al-manār/alminar hay 140 columnas. Soportan el techo de las naves y partes contigüas mil doscientas cincuenta y tres columnas.
Al-manār/alminar mide en cada lado 80 palmos (de su cuadrado) y la altura hasta donde se sitúa el almuédano es de l6 codos. El antigüo al-manār/alminar tiene 54 codos de alto y la anchura de cada cuadrado era de 18 codos. El número de escalones del lado derecho de al-manār/alminar es de 107 y el del lado izquierdo 110 peldaños. El número de arañas (lámparas) pequeñas es de 235 y en cada araña (lámpara) hay siete cálices (candilejas). El número de lámparas grandes es de 89, de las cuales hay cinco en al-manār/alminar; en la nave de la qibla hay cuatro que son las más grandes y lleva cada araña siete arrobas de aceite que se consumen cada noche. En la Maqṣūrah/maqsura hay tres arañas de plata pura y cada una de ellas lleva 18 libras de aceite.
Descripción de al-manār/alminar de la Masyid/Mezquita construido por ´Abd al-Raḥmān III al-Nāsir ibn ´Abd Allāh
"En su parte norte la Masyid/Mezquita está provista de un minarete de notable estilo, proporciones grandiosas, de forma y planta extraña. Su altura sobre el suelo es de cien codos, del tipo al-Rashshashi, de los cuales hay ochenta hasta el lugar adonde se sitúa el almuédano y veinte desde ésta hasta lo más alto. Se llega al extremo del sawma’a/alminar por dos escaleras, una situada en la parte oeste y otra en el lado este; están dispuestas de tal forma que si dos personas subieran, cada una por una escalera, no se juntarían, después de haberse separado, hasta llegar a lo alto. Los lados de la fachada de ésta sawma’a/burŷ/torre están revestidos de arriba a abajo por al-Kaddan al-Lukki/piedras de toba, decoradas con esculturas geométricas, frisos egipcios y marquetería polícroma. Sobre las cuatro caras que forman el minarete se ven dos filas de arcadas rebasadas que caen sobre columnas de mármol. La cantidad de columnas, grandes y pequeñas, que encierra este minarete, tanto en el interior como en exterior, es de trescientas. Sobre la burŷ/torre hay una linterna que forma una habitación, abierta por cuatro bāb/puertas abovedadas donde dos almuédanos pasan la noche. Hay dieciséis muecines asignados a la Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama, según el turno establecido; todos los días hay dos de servicio. La linterna o cámara está coronada por una cúpula coronada a su vez por cinco manzanas, tres de oro, dos de plata y una serie de hojas lanceoladas de metal. La mayor de estas manzanas podría contener sesenta rití de aceite."

Otra descripción del sawma’a/alminar de ´Abd al-Raḥmān III al-Nāsir ibn ´Abd Allāh. Sobre la fecha de su terminación
"ibn Sa’id dijo que su sucesor ´Abd al-Raḥmān III al-Nāsir ibn ´Abd Allāh renueva todo esto y cómo comenzó por demoler el primer minarete y construyó un minarete enorme. Después dice, siguiendo a lbn Bashkuwal, que ´Abd al-Raḥmān III al-Nāsir ibn `Abd Allāh ordena demoler el primer minarete en el año 340/951 y él levanta esta maravilla y ordena excavar en sus cimientos hasta encontrar agua. Cuando el minarete está acabado, ´Abd al-Raḥmān III al-Nāsir ibn ´Abd Allāh monta a caballo para visitarlo desde Madīnat az-Zahrā’. El sube al minarete por una de las escaleras y desciende por la otra..."
"ibn Sa’id dijo: la altura del minarete de Marra Kouch/Marrakesh es de 110 codos y él menciona que al-manār/alminar de Qūrţuba está hecho de enormes piedras talladas muy bien ensambladas. En la parte superior de la cúpula lleva tres soles/bolas que ellos llaman granadas, y que están fijadas sobre un nervio de cobre rojizo que sale de la parte superior de esta cúpula. Dos de estos soles son de plata fina. Le sigue una azucena hexagonal de oro y le sigue una pequeña granada de oro fijada al extremo de la lanza que apunta hacia lo más alto del éter. La terminación de este al-manār/alminar fue realīzado en trece meses." Fecha de terminación sábado 30 ŷumādà al-Awwal 341/24 septiembre al 23 octubre 952.
Y se queman en la Masyid/Mezquita que describimos -¡Dios la devuelva al Islam!- de aceite cada año en las arañas (lámparas) citadas 1.030 arrobas y de ellas en el mes de Ramaḍān particularmente arden 500 arrobas en total.
Se hizo en la Masyid/Mezquita un gran mimbar/púlpito que tenía 1.036 piezas incrustadas; costó cada pieza siete dírham y cada una de ellas hecha con una clase de madera preciosa, como madera de olor y otras clases. Cada pieza sujeta con clavos de oro y plata. La cabeza de cada clavo era una estrella con piedras preciosas. Desde luego no se fabricó en el Islam un mimbar más bello que él. El número de escalones del mimbar es de 9. Tiene a su servicio cinco empleados. El costo de su obra fue de 30.750 dinares y 3 dirham.
El número de servidores, guardianes y almuédanos en la Masyid/Mezquita en tiempos de los ẖalīfah/califas كاليفا y en los días del Ḥāŷib/Primer Ministro Mwḥāmmad ibn Abū ´Amir al-Manşūr, era de 300 hombres. En los días de la fitna dicha cifra quedó en 87 hombres.
No hay en al-Āndalus الأندلس ni en país del Islam Masyid/Mezquita más grande que ella.
Y se labró en la cúpula que está en medio de la Masyid/Mezquita una turaya/lámpara enorme de un diámetro de 50 palmos con 1.084 copas/candilejas, revestida toda ella de oro. Y sustentaban las lámparas de la Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama, entre grandes y pequeñas, las que están en las cúpulas (bóvedas) y las que están delante de las bāb/puertas, 1.058 candilejas y en cada una de ellas unos ganchos de plomo en cada punta, pesando los velones de plomo 14 arrobas.

Se colocaron en lo más alto de al-manār/alminar tres granadas con un diámetro cada una de tres palmos y medio, siendo dos de ellas de oro y tres de plata delante de ellas dos. Sobre ellas una azucena hexagonal, terminando todo con una granada pequeña de oro en la punta del mástil o lanza, lo cual constituye una de las maravillas de la tierra.
Tiene esta Masyid/Mezquita citada una habitación del mimbar/púlpito un ejemplar del Q´ran del ´Āmir de los creyentes 'Utman ibn 'Affan -¡Dios se apiade de él!-, escrito de su puño y letra. El cuál tiene adornos de oro, perlas y jacintos. Tiene una envoltura brocada y está colocado sobre un sillón de madera de olor con clavos de oro.
Había dispuesto para la Masyid/Mezquita cada viernes una libra de madera de áloe y una libra de ámbar para fumigar la gran Masyid/Mezquita.
Se construyeron hacia los costados oriental, occidental y septentrional, tres cisternas y en cada cisterna 20 habitaciones para uso de los feligreses. En el patio un al-gubb/aljibe y en medio de él un surtidor de agua de veneros. Y se acabó todo esto con solidez y perfección entre miércoles 1 Muḥarram 390/13 de diciembre 999 al domingo 1 Muḥarram 391/1 de diciembre 1000.
La cierta pobreza y tosquedad en lo que se ha llamado arte visigótico; y no podía ser de otra forma, ya que los visigodos no tuvieron tiempo de echar raíces profundas en nuestro suelo y tampoco las circunstancias históricas les podían ser propicias para un desarrollo artístico. En este llamado arte visigótico se reconocen tradiciones romanas con más o menos éxito, y las aportaciones esporádicas que podían surgir del foco de Bizancio y del contacto con los bizantinos cuando éstos estuvieron en parte de la Península
Pero he aquí, que siguiendo los relatos, que imperan en gran parte de nuestra historiología oficial, se ve surgir como por arte de la forma imprevisible en Qūrţuba, en la mitad del siglo VIII, un espectáculo tan alucinante como maravilloso, de vistas insospechadas, algo que no concuerda con el recuerdo de nuestras lecturas, con esas ideas ya formadas que tenemos sobre la evolución de las formas, del arte, de la historia. Un edificio deslumbrante y excepcional, la Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama de Qūrţuba, a la que todos coinciden en considerar, hasta los que se aferran a esos conceptos inamovibles de la evolución histórica, como el fecundo arranque de ese arte de al-Āndalus الأندلس o andalusī o, como otros gustan en llamar, hispanomusulmán.
Todos reconocen también, siquiera para rendir un tributo a algo que no deja de impresionar y fascinar a tirios y troyanos, a ortodoxos y heterodoxos, que la influencia y la admiración de sus formas ha llegado hasta lejanos lugares de Oriente y Occidente. Y es que en la Masyid/Mezquita se da una curiosa mezcla de sencillez y majestuosidad, de diminuto y universal. De ella irradia una constante fuerza que la ha hecho mantenerse erguida, a veces desafiante, a veces seductora, contra las irracionalidades, sacrilegios artísticos, esquematismos o inconsecuencias que se dieron en algunas épocas.
¿De dónde puede arrancar este deslumbrante espectáculo? ¿Cuál puede ser el origen de este prodigioso santuario que aún se mantiene erguido como una realidad persistente, como un testimonio espléndido?
Las fáciles respuestas que siempre se han dado para los "menos eruditos" tienen tanta relación con la ignorancia como con la inconsecuencia: "la invasión de los árabes trajo de un lejano Oriente ese suntuoso arte que construyó esa Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama". Sólo la incomprensión de los acontecimientos ocurridos en los siglos V, VI, VII y parte VIII lleva a varios autores a dar estas tajantes afirmaciones, o a explicarse esta aparición como algo traído en los equipajes de esos viajeros de Oriente. Algo que surge como por arte de magia. Así el problema queda fácilmente resuelto.
Pero cuando empiezan a aparecer datos constatados de que esta Masyid/Mezquita sirvió de modelo y referencia a gran parte de las Masyid/Mezquitas orientales, e incluso, a iglesias cristianas anteriores al siglo VIII, como San Vitale de Ravena, que manifiesta un claro parentesco con lo que podría ser los inicios de esta Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama, los eruditos divagan sobre hipótesis inexplicables.
Es bien sabido que una de las Masyid/Mezquitas que varios autores ponen como precedente de la de Qūrţuba, la de Kairwan/Qairwám metropolitana de Ifriqiiah/África occidental hecha en el año 675, no alcanzó su expresión más terminada y esplendor definitivo hasta bien entrado el s. IX, cuando sus arquitectos tuvieron que inspirarse en la de Qūrţuba, y sin lograr alcanzar, no ya la magia y sublimación de su conjunto, sino el perfecto acabado de sus formas y arquitectura.
Varios autores, como Lambert, datan la Masyid/Mezquita primitiva levantada en el año 168/785-169/786, por ´Abd al-Raḥmān I ibn Mu´awiyya ibn Hišhām ibn ´Abd al-Dajjil (El Emigrado). Afirmación incongruente si se tiene en cuenta que Mwḥāmmad ´Abd al-Raḥmān II ibn al-Ḥakām ibn Hišhām ibn´Abd al-Raḥmān ibn Mu’awiyya ibn Hišhām ibn ´Abd al-Málik ibn Marwān tardó más de 15 años en las ampliaciones que hizo a ésta Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama, a pesar de la fama de gran constructor que tenía, de que contaba con muchos más medios que su antecesor, y que sólo se trataba de ampliar esa Masyid/Mezquita en una superficie más reducida.
Esta afirmación, recogida por gran parte de los "especialistas", nos remite al problema planteado: ¿es posible que de la noche a la mañana surja esta Masyid/Mezquita sin nada que pueda explicar sus conexiones con el pasado, su desarrollo y evolución? La respuesta a este problema se repite en toda una abundante bibliografía que trata el tema: "en su origen, el ser de la Masyid/Mezquita qūrţubesa fue muy precario". El problema se resuelve así, sin tratar de buscar antecedentes, o con "el milagro de Qūrţuba”. Pero estas cosas no se explican con milagros, aunque tampoco las tenemos todas a favor para poder determinar con precisión el arranque y proceso de esta expresión que supera lo más evolucionado y acabado de cualquier estilo artístico.
Todas las referencias y datos históricos coinciden en que en el actual emplazamiento de la primitiva Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama se encontraba la Basílica de Sant Binyant/San Vicente. ¿En qué medida esta Basílica sirvió de base para la primitiva Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama? Todo son dudas y contradicciones a través de los datos que nos aportan las ţayfūr/fuentes musulmanas, únicas en hablar de la basílica, y más de dos siglos después de que este hecho pudiera ser así.
En el s. X aparece en el Ajbar Maymu'a la primera referencia a ésta basílica al relatar las incidencias de la guerra civil sostenida por Abū-l-Jaţţa al-Husamr ibn Dirar al-Kalbi y Yaḥyā ibn Hurayt al-Yudami, cabecillas de los yamaníes, contra Yūsuf in ´Abd al-Raḥmān y al-Sumayl ibn Hatim, cabecillas de los muraríes: "Fueron cautivados —dice el texto— muchos de ellos; luego, al-Sumayl ibn Hatim se hizo cargo de los prisioneros y los juzgó en una iglesia que estaba en el interior de la Madīnat de Qūrţuba y es hoy emplazamiento de su Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama, y degolló a unos setenta". Un aspecto importante que añade este texto es la cuestión cronológica: "Tuvo lugar antes del año 131/748-749".
La conclusión más importante es que en esta fecha, la citada basílica no podía estar en manos de los politeístas cristianos , ni dedicada al culto musulmán, ya que si esto fuera así, resultaría inadmisible que en el interior de este edificio se hubiera llevado a efecto la matanza.
Posteriormente aparece otro texto recogido por Ibn ‘Idari: "Ya en el año 170/786, el primer ´Āmir ´Abd al-Raḥmān I ibn Mu´awiyya ibn Hišhām ibn ´Abd al-Dajjil (El Emigrado) ordenó poner los cimientos a la Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama en la corte de Qūrţuba; era una iglesia, y gastó en ella cien mil monedas de buen peso".
Al-Maqqari extiende, algo después, esta referencia: "Y dijo cierto historiador que ´Abd al-Raḥmān I ibn Mu´awiyya ibn Hišhām ibn ´Abd al-Dajjil (El Emigrado), cuando se afianzó su poder, (se refiere al 170/786 reedificó en Qūrţuba al-Qaşr/Alcázar; construyó la Masyid/Mezquita gastando en ella ochenta mil dinares... y compró su emplazamiento cuando en él existía una iglesia por cien mil dinares...".
Las contradicciones de estos textos son algo evidentes, ya que si la construcción de la Masyid/Mezquita esta fechada en el 170/785-786, resulta algo inverosímil el que en un año se pueda demoler un templo, quitar los escombros y construir algo tan acabado y sólido como la Gran Masyid/Mezquita.
¿No sería más probable que la existencia de esta grandiosa creación, pudiera impresionar a politeístas cristianos o musulmanes para convertirlo en Masyid/Mezquita, basílica o iglesia.
Tratando de buscar una solución, hay quien se aferra a la aparición de referencias históricas (que no dejan de ser contradictorias) sobre el posible reparto de la basílica entre árabes y politeístas cristianos. Las referencias a este reparto se recogen en la crónica de Ibn Idari cuando trata sobre las obras efectuadas por ´Abd al-Raḥmān III al-Nāsir ´Abd Allāh en este edificio. Dice así:
"Cuenta Abū Bakr, Aḥmad ibn Mwḥāmmad ibn Mūsā ibn Bashair ibn Hammad ibn Laqit al-Razi:
"Cuando los musulmanes conquistaron al-Āndalus الأندلس, guiaronse por lo que hicieron Abū 'Ubayda y Jalid, con el beneplácito del Príncipe de los Creyentes 'Umar ibn al-Jaţţab, cuando expropiaron a los politeístas cristianos, rendidos por capitulación, la mitad de toda iglesia que poseían como por ejemplo la iglesia de Damasco y otras. Del mismo modo los musulmanes expropiaron a los mozárabes la mitad de la iglesia mayor, en el interior de Qūrţuba, y edificaron en aquella mitad una Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama, quedando la otra mitad en poder de los politeístas cristianos, a los que les fueron demolidas las restantes iglesias...
"Mas cuando se acrecentó el número de musulmanes en al-Āndalus الأندلس y floreció Qūrţuba, aquella Masyid/Mezquita resultó insuficiente y hubieron de colgarle tribunas, sufriendo las gentes, a causa de la angostura, gran molestia. Cuando ´Abd al-Raḥmān I ibn Mu´awiyya ibn Hišhām ibn ´Abd al-Dajjil (El Emigrado) entró en al-Āndalus الأندلس y habitó en Qūrţuba se interesó por el asunto de al-Ŷamá‘a/Aljama, cuidando de ensancharla y de perfeccionar su construcción...".
El autor de este texto pone como ejemplo de este reparto al que se había adoptado en la iglesia de Dimasq/Damasco, pero es muy poco verosímil que ésta fuera dividida. Quizás el autor, como señala Ocafia Jiménez, tuviera la intención de divulgar, tal vez con fines meramente políticos, la tolerancia de los musulmanes y resaltar una recta y equitativa conducta. Pero, por otro lado, ¿cómo puede imaginarse, según refiere esta crónica, que unos politeístas cristianos conquistados por un "enemigo extranjero" estuvieran dispuestos a oír misa en un edificio en que pared por medio podían oír los loores a Mwḥāmmad y viceversa? Como dice Olagūe, "¿Puede imaginarse una Burŷ/Torre en donde se mezclan las llamadas de las campanas con las voces de los almuedanos?" Dozy opina que esto pertenece al ramillete de anécdotas difundidas en al-Āndalus الأندلس en el siglo IX cuyo origen es egipcio.
También parece inexplicable el que se hubiesen requerido tantos años —75 años— (desde el 92/711, cuando se sitúa la conquista musulmana de Qūrţuba, hasta el 170/786, fecha en que data la construcción de esta primitiva Masyid/Mezquita), para que la Basílica de San Vicente hubiera sido transformada en Masyid/Mezquita. Este hecho es contrario a una cierta lógica de historia y acontecimiento; parece más natural que la basílica se hubiera convertido en Masyid/Mezquita desde los primeros días del triunfo de los musulmanes. Así lo hicieron, en sentido contrario, los politeístas cristianos en 633/1236. Cuando Fernando III, rey de Qastāla, conquistó Qūrţuba, no esperó nada de tiempo para establecer en este templo una auténtica verbena de pequeños altares.
Si nos paramos a reflexionar sobre la relación que puede existir entre este edificio con una Masyid/Mezquita o iglesia cristiana, aumenta la incertidumbre. Para que los musulmanes pudieran dirigir sus plegarias en común y sus repetidas postraciones necesitaban de un lugar abierto que permitiera la colocación de los musulmanes en largas filas, formando un frente, de tal suerte que pudieran seguir los gestos del imán, situado ante todos ellos de cara al Miḥrāb.
Igualmente en el caso trinitario se impuso una concepción arquitectónica que permitía a los fieles observar y seguir los movimientos y oraciones del oficiante. En ambos casos se resalta el papel del oficiante o del que dirige la oración y la relación de éstos con los fieles de uno u otro signo.
Pero he aquí que adentrándonos en la Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama, no existe ningún punto de referencia de estas características. Los fieles perdidos en ese bosque de columnas con infinitos puntos de referencias, con multitud de perspectivas y con la propia sensualidad que inspira esta construcción, no podían, ni seguir los gestos del imán o dote, ni comulgar espiritualmente con éstos, quedando todos perdidos y ocultos en ese desbordante juego de columnas.
Concluyendo, es evidente que a pesar de que varios textos (elaborados dos siglos después de los hechos que narran), coincidan en que ´Abd al-Raḥmān I ibn Mu´awiyya ibn Hišhām ibn ´Abd al-Dajjil (El Emigrado) ordenó el comienzo de los trabajos en el 168/785 y acabaran en el 169/786, resulta imposible desde el punto de vista arquitectónico. Es posible que los cronistas hayan malentendido los datos que poseían sobre la historia de la Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama. Para cualquiera no se escapa que hubiera sido necesario varios años para ser alzada la planta hipóstila. Era un trabajo minucioso, una auténtica obra de orfebrería. El trabajo se enrevesa al establecer el dovelaje de los arcos; la alternativa de la piedra blanca con el rojo ladrillo requiere una atención minuciosa, una auténtica habilidad formada en el curso de muchos siglos.
En al-Āndalus الأندلس, crisol durante siglos de culturas, pueblos e influencias. Su propia disposición geográfica y la atracción que ejerce el rico y variado contraste de su naturaleza contribuyen a esto. Es lógico que en al-Āndalus الأندلس se hubiese conformado, a través de su larga y fecunda historia, una rica y refinada concepción del arte y la cultura.
Es más coherente que, para poder aproximarnos a una explicación de este fenómeno, indaguemos en las posibles hipótesis de evolución y desarrollo de los acontecimientos de tipo político, económico, social, ideológicos y artísticos, en que al-Āndalus الأندلس se vio envuelta en los llamados "oscuros siglos" (V, VI, VII y parte del VIII). Es cierto que las referencias escritas, a parte de escasas, se manifiestan casi siempre contradictorias, llegando muchas veces a dar la impresión de favorecer más que a hechos objetivos, a justificaciones o explicaciones propagandísticas con intención de salvar baches de debilidad ideológica y cultural. Pero también es cierto que la aparición de este "templo", sigue siendo un testimonio erguido y vivo, que no puede aparecer por arte de magia, ni de la noche a la mañana, sino que necesitó del concurso de muchos años, yo diría siglos, para que aquí se dieran cita las expresiones de imaginación más ricas y refinadas de toda la antigüa cultura mediterránea, para que su acabada composición arquitectónica fuera capaz de desafiar durante muchos siglos a las inclemencias de la naturaleza; y en definitiva para que tan original belleza e impresionante conjunto se convirtieran en los más fervientes defensores que tuvo este monumento contra los numerosos peligros e irracionalidades históricas que lo amenazaron en el transcurso de varios siglos.
Estas conjeturas no quieren decir que el culto musulmán o trinitario no se haya realizado en este templo, tanto en fechas anteriores como posteriores. El problema está en saber qué culto, inspiración o mandato animó al arquitecto para la realización de esta obra, ya que si el templo primitivo no fue construido ni para el culto cristiano ni para el musulmán, tendría que haber sido construido a requerimiento de un movimiento tan poderoso o una corriente de opinión tan implantada que le permitiera contar con los medios suficientes para realizar una obra de tan grandes dimensiones.
Se sabe que el culto arriano (o cristiano unitario) estuvo muy extendido en la Bética (de aquí la gran proliferación de concilios reafirmando el trinitarismo), y hasta fechas muy tardías como lo demuestra una antífona fechada en Mālaqah en el siglo IX, que se cantaba en las ceremonias religiosas unitarias. Dice así: "¡Oh cuan grande e inaudito milagro! La virtud del cielo nos observa: cerró el útero de la virgen, siendo capaz la majestad divina de encerrarse en el aposento del corazón, tras haber cerrado las bāb/puertas".
Este texto atribuido al obispo Hostegesis de Mālaqah, afirma, contra el dogma trinitario, que Cristo había sido concebido en el corazón y no en el útero de la virgen. Si hasta fecha tan tardía, existía este culto unitario, ¿qué sería en los siglos anteriores? Evidentemente, esta referencia no nos da pie para desvelar el origen de la Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama, o para afirmar tajantemente que su construcción obedecía al culto arriano, entre otras cosas porque no sabemos nada sobre esta liturgia ni lo que diferenciaba una iglesia arriana de otra trinitaria; pero sí nos permite afirmar que el proceso de las ideas no se configuró en bloques monolíticos, como nos lo presenta, en muchas ocasiones la historia ortodoxa, sino bajo formas más sinuosas e imprecisas que progresivamente se iban decantando, y que, lógico pensar, la mayor implantación del unitarismo en la Bética, dada su mayor conexión con Ifriqiiah/África y Oriente, dieran como consecuencia la evolución hacia el sincretismo musulmán. En este largo y lento proceso es donde podemos situar el ser y origen de la Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama.
Basándose en precisiones como éstas y en algunas más, Olague llega a la conclusión de que este templo había sido construido en los siglos V o VI, en tiempos de Leovigildo, cuando los bizantinos dominaban gran parte de la Bética, quedando patente en este movimiento su influencia artística. Posteriormente con la abjuración de Recaredo se convierte el templo en iglesia cristiana consagrada a San Vicente, para después consagrarse al islamismo a la victoria de éstos.
Es con Mwḥāmmad ´Abd al-Raḥmān II ibn al-Ḥakām ibn Hišhām ibn´Abd al-Raḥmān ibn Mu´awiyya ibn Hišhām ibn ´Abd al-Mālik ibn Marwān, en el siglo IX, cuando se expande de forma clara una política pro-islámica, y se transforma el templo en Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama, pero añadiendo una parte más y el elemento imprescindible de ella: el Miḥrāb. Las obras que emprendió en el 229/844 fueron de tal importancia que no se habían acabado con su muerte, ocurrida en el 237/852. Es, sin lugar a dudas, en el siglo IX, y no en el VIII, cuando el templo se transforma en Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama.

"El ´Āmir Mwḥāmmad ´Abd al-Raḥmān II ibn al-Ḥakām ibn Hišhām ibn´Abd al-Raḥmān ibn Mu´awiyya ibn Hišhām ibn ´Abd al-Mālik ibn Marwān dio orden de agrandar la Masyid/Mezquita de Qūrţuba. Se le añadió el espacio que se extiende desde las grandes pilastras de piedra que se alzan en el interior del edificio, y que aparecen a los ojos de quien penetra en la Masyid/Mezquita al-Ŷamá‘a/Aljama, hasta el fondo del santuario, constituido por la trasera del Miḥrāb.
Para estos trabajos hizo reunir los materiales más ricos y empleó en la construcción un número considerable de hábiles obreros. Encargó la dirección de las obras al primero de los eunucos de su corte Nasr y a su colega Masrwr en su deseo de acelerar el fin de los trabajos, asegurando, no obstante, la premura su solidez. Allāh le asistió con su ayuda, gracias a lo cual alcanzó sus designios. El ensanchamiento se realizó como deseaba (´Abd al-Raḥmān). Designó también como inspector de los trabajos al qāḍī/cādī y encargado de la oración en Qūrţuba Mwḥāmmad ibn Ziyád..."

lunes, 19 de octubre de 2009

al-Qaşába قصبة/Alcazaba de Išbylīyaسيبيجا

al-Qaşába قصبة/Alcazaba de Išbylīyaسيبيجا

Los soberanos al-muwaḥḥád/almohades desde el primer momento se instalan en la vieja al-Qaşába قصبة/Alcazaba, que entonces comprendía la Dār al-Imāra del s. IX, ampliada en época taifal con un nuevo recinto, al- Qaşr al-Mubārak. De éste último Palacio hay referencias a su utilización ya en 1172, cuando sirvió de alojamiento a los hijo de Zayyān ibn Mardanīš de Mursiyyaمورسيججا que acudieron a Išbylīyaسيبيجا para solicitar la paz ante el ẖalīfah/califa كاليفا. En el s. XVI se edificó en este solar la Casa de Contratación.
En un proyecto de restauración de 1972, a cargo del arquitecto R. Manzano, se han recuperado en gran parte las construcciones primitivas. Las obras han permitido comprobar la existencia de planta de un Palacio organizado según el tipo andalusī اندالوسي de patio rectangular con habitaciones en los extremos norte y sur, que conserva restos de una al-bírkah/alberca en el lado norte, lo que lleva a una tipología similar al patio de al-Yafariya/Aljafería de Şaraqustaساراغوسا/Zaragoza. Las huellas de una remodelación fechada ya en época al-muwaḥḥád/almohade, visible sobre todo en al-bírkah/alberca norte con escalera y restos de solera del nivel primitivo, indican que se trata del anterior Palacio del s. XI
Esta restauración, ha permitido, además del total análisis del sector norte, la recuperación del ŷinān/jardín del patio, trazado en forma de cruz, en cuyos brazos se sitúan cuatro al-bírkah/albercas alargadas entre andenes con restos de alicatados en blanco, verde y manganeso, conectados en el centro de la cruz por un estanque circular, que posiblemente tuvo una ţayfūr/fuente, según indican los restos de conducciones de agua. Todas al-bírkah/albercas llevaban decoración pintada en almagra sobre el estuco blanco del fondo, conservada en gran parte y ahora restaurada. Los arriates, en los cuatro espacios determinados por la cruz, muestran en los frentes una arquerÍa de ladrillo, con arquillos a motacaballo en las enjutas, formula muy típica de la Išbylīyaسيبيجا al-muwaḥḥád/almohade, que aparece también en los Caños de Carmona. También conservan importantes restos de pintura, con una curiosa representación de bāb/puertas cerradas, aprovechando como encuadramiento los arcos de ladrillo, y fingiendo cuidadosamente el tipo de bāb/puerta enchapada con clavos y alguazas.
Más importante debió ser la actuación al-muwaḥḥád/almohade en Dār al-Imāra, donde se localiza el llamado Cuarto Real o de Crucero identificado como residencia del soberano. Muy reformado ya desde época alfonsí, conservó el ŷinān/jardín central casi intacto hasta la primera mitad del s.XVIII
Exploraciones entre 1973 y 1980 a cargo de R. Manzano han conseguido restituir la estructura primitiva desarrollada en dos niveles. En el inferior, conocido modernamente como “Baño de María de Padilla”, se organiza un gran patio de crucero, con al-bírkah/albercas en el eje central, y galerías laterales de sólida construcción en bóvedas y pilares ya que servían de apoyo a los paseadores del nivel superior, en el plano de las habitaciones de uso palatino, permitiendo así contemplar y gozar del ŷinān/jardín bajo. Esta distribución responde al doble servicio de la vivienda, frecuente en el mundo islámico, aliviando el calor del verano en el ambiente sombrío y refrescante de las galerías subterráneas, y el frío del invierno en los soleados andenes y paseadores del Palacio alto. El Palacio se completaría con las necesarias estancias en los lados norte y sur, desaparecidas, y de las que sólo es recuperable la estructura del lado norte con sala alargada y al-qúbbas/alcobas en los extremos, ya que el sector sur fue totalmente transformado al construir el Palacio de Alfonso X.
R. manzano ha conectado con este Palacio real al-muwaḥḥád/almohade unos restos de esa época, hasta ahora descontextualizados, en el Palacio mudaŷŷan/mudéjar de Pedro I, en el ángulo entre el Cuarto del Rey y el Patio de las Doncellas, y cuyo máximo interés consiste en la presencia de dos pequeñas bóvedas de al-muqarbas/mocárabes. En su opinión corresponden al pasillo en recodo de una bāb/puerta que serviría para comunicar el Palacio al-muwaḥḥád/almohade con el antiguo al-Qaşr al-Mubārak, donde posteriormente se construyó el Palacio mudaŷŷan/mudéjar.
Muy próximo también en el recinto de Dār al-Imāra, muy próximo al Cuarto Real o de Crucero, se conserva el ejemplo mas divulgado de la arquitectura residencial al-muwaḥḥád/almohade. Conocido como
Patio del Yeso
Fue redescubierto y publicado por Tubino en 1890, y ha tenido varias restauraciones. La planta resulta excepcional por variar el eje longitudinal que en este caso se oriente este-oeste, quedando los pórticos y las correspondientes habitaciones a norte y sur pero en el eje trasversal del Patio, disposición que debió ser resultado de la adaptación al espacio disponible. La arquería del pórtico se articula por un gran arco central entre dos módulos con arcos de menor tamaño que sirven de arranque a una decoración de sebka calada. Resulta fundamental la solución del acceso a la sala sur con doble vano de herradura, fórmula característica de al-muwaḥḥád/almohades que se repite muy frecuentemente en la arquitectura doméstica de la época.
Aquí incorpora encima dos ventanas con celosías, resultado muy similar al ejemplo del Palacio de Pinohermoso en Šátiva/Játiva. Por el contrario, en el lado norte la portada tiene tres vanos de herradura, que como el caso del Palacio de al-Qaşr al-Mubārak se explica por la perviviencia de modelos Mulūk al-ţawā´if/Reinos de Taifas. Tras la última restauración en 1969-1971 se ha podido conocer la primitiva al-bírkah/alberca, más larga y estrecha que la actual, y la disposición de las habitaciones, recuperándose la sala del costado sur donde se han encontrado restos de un zócalo estucado con pintura roja sobre blanco con tema de laceria que sigue los modelos al-murábiţ/almorávides مرابط y, algunos panes y fragmentos del envigado de un alfarje.
Muy próximo al-Qaşr/Alcázar, conectado incluso por una muralla de al-Qaşába قصبة/Alcazaba exterior, estuvo otro Palacio, al-Qaşr al-Zahī, también de época Mulūk al-ţawā´if en su origen y que en el periodo al-muwaḥḥád/almohade fue residencia del sayyid Abū Ḥafş, hermano del ẖalīfah/califa كاليفا Abū Yāqub. Se ha localizado a poniente de al-Qaşr al-Mubārak, junto a la desembocadura del Tagarete en el Wādī-l-kabīr/Guadalquivir, construido por al-mušríf/almojarife Mwḥāmmad ibn al-Mu´alim. Parece que tenía un patio muy alargado, de proporciones similares a Ŷannat al-'arif/Generalife de Garnāţa اليهود. En el mismo recinto, y bajo la vigilancia del propio Abū Ḥafş, estuvo la Sákka/ceca al-muwaḥḥád/almohade y posteriormente la Casa de la Moneda.

sábado, 17 de octubre de 2009

Išbylīyaسيبيجا/Sevilla capital del califato al-muwaḥḥád/almohade

Išbylīyaسيبيجا/Sevilla capital del califato al-muwaḥḥád/almohade en al-Āndalus الأندلس
En 1163, inmediatamente de ser proclamado soberano Abū Ya´qūb Yūsuf, encargó se trasladasen los mandos a Išbylīyaسيبيجا, desde Garnāţa, donde su padre, el ẖalīfah/califa كاليفا ´Abd al-Mu´min ibn´Alī ibn ´Alwà al-Kūmī., había ordenado en 1162 que se estableciera la residencia del gobierno.
La primera condición que una madīnat/ciudad importante debe tener es la de su fortaleza, lo que explica el interés que Abū Ya´qūb Yūsuf demostró desde los primeros años de residir en Išbylīyaسيبيجا por la solidez de sus murallas.
El recinto se hizo tan amplio que todavía era válido para la población en el s. XIX, y hoy se mantiene en gran parte, visible en algunos tramos y embutido el resto en construcciones posteriores.
Abū Ya´qūb Yūsuf mandó construir las murallas por el lado del río a su costa, después que las derribó la inundación grande el año 564/1168 y las construyó de piedra y cal, desde ras de tierra hasta la altura que tienen hoy.

Que la restauración de la muralla al-murábiţ/almorávide مرابط arruinada fue considerable, se comprueba en las actuales torres, muchas macizas, pero otras de tipo claramente al-muwaḥḥád/almohades, con encintado de ladrillo a la altura de terrazas y almenas, y con una o dos cámaras a partir del nivel del ad-darb/adarve, como la Torre Blanca, de planta poligonal, en el lienzo entre el Arco de la Macarena y la Bāb/Puerta de Córdoba
Obra totalmente al-muwaḥḥád/almohade sería el llamado “muro Ŷaḥwar”, construido para unir la Bāb/Puerta de Ŷaḥwar”, o de la Carne con el recinto de la primitiva al-Qaṣába قصبة/Alcazaba del s. IX, recinto que hasta 1171 fue independiente de la cerca de la madīnat/ciudad
En el año 1222 se repararon los muros y se hizo el foso alrededor del recinto,
Además de las necesidades de defensa, la capitalidad en Išbylīyaسيبيجا fue acompañada de importantes transformaciones urbanas. En primer lugar, el aumento de población provocó la aparición de nuevos barrios residenciales. Una zona de expansión dentro de los limites de la muralla, fue el sudeste, actual Barrio de San Bartolomé, entre la Bāb/Puerta de Carmona y al-Gaşr/Alcázar, con entrada desde el exterior por la Bāb/Puerta de Ŷaḥwar”, o de la Carne. El conjunto se organizó sobre un eje, actuales calles de san José y de Santa María la Blanca, en cuya plazuela se sitúa un pequeño zoco, Azueyca, con tiendas fijas que se mantenía aún en época cristiana, cuando se localiza en éste sector la judería. Tuvo dos Masyid/Mezquitas, citadas en 1252 como utilizadas por los judíos y convertidas luego en Iglesias de san Bartolomé y de Santa María la Blanca. Es posible que a esta última pertenecieran algunos capiteles, entre ellos varios del tipo denominado “de penca almohade”, reutilizados en la actual iglesia y en el vecino Palacio de Altamira, así como algunas vigas con inscripciones del Qur´an/Corán, también aprovechadas en el Palacio de Altamira y en la casa de Miguel de Mañara.
Otra zona de expansión de la Išbylīyaسيبيجا al-muwaḥḥád/almohade se sitúa al noroeste ocupando un área que, aunque intramuros, estaba casi deshabitada y ocupada por huertas. Por su proximidad al río sería la parte mas afectada por la inundación de 564/1169, y por tanto muy renovada por la reconstrucción de al-muwaḥḥád/almohades. No obstante permaneció como zona semiurbanizada, tal como refleja el repartimiento de la madīnat/ciudad tras la conquista cristiana. Hay noticias de que aquí se encontraba uno de los palacios de los reyes ´abbādíes, identificado con un hipotético edificio Mulūk al-ţawā´if/taifa, de dudosa datación, excavado bajo el monasterio de San Clemente y en el que se observan reformas que con seguridad corresponden al periodo al-muwaḥḥád/almohade, a finales de s. XII o comienzos del s. XIII.
Las mejoras urbanas continuaron con su sucesor Abū Yūsuf al-Manşūr que organizó al-Qayşāriyya/Alcaicerías: por el norte, se derribaron casas y el llamado zoco chico del Clavo, para levantar al-Qayşāriyya/Alcaicería de la Seda. En la actual calle Hernando Colón y aledañas. Tenía una bāb/puerta frente a la del Perdón del Patio de los Naranjos conservada hasta nuestros días y otra en el extremo opuesto, más dos laterales.
Inspirada en la arquitectura bizantina, eran un conglomerado de callejas y addárb ضرب adarves o conjuntos de calles con cierta autonomía, pudiéndose cerrar y abrir por medio de bāb/puertas. En ésta al-Qayşāriyya/alcaicería se instalaron los perfumistas, especieros, sastres y comerciantes de tela..
La más antigua era al-Qayşāriyya/Alcaicería de la Loza y se situaba entre la vieja Masyid/Mezquita de ´Umar ibn ´Adābbas/Salvador y Alfalfa.
Los zocos eran áreas de comercio formadas por pequeñas tiendas o bakalitos, distribuidas entre una o varias calles o en ensanchamientos de las mismas. Solían estar distribuidos por industrias especializadas. Así tenemos los de Tintes, Zurradores, Curtidores, Ropavejeros (actual calle Álvarez Quintero), Arqueros, Refinadores, Tundidores, Chicarreros, Vidrio, etc., cuya actividad y localización ha quedado grabado en el actual nomenclátor callejero.
Y en el mismo año restauró la vieja Masyid/Mezquita del s. IX de ´Umar ibn ´Adābbas/Salvador, que había sido la Masyid/Mezquita Al-ŷamá‘a/Aljama de Išbylīyaسيبيجا hasta la construcción de al-muwaḥḥád/almohade, reparó el techo de madera, reforzó con torreones el muro del lado de poniente, pavimentó el suelo y recubrió los arcos con yeso y cal.
Finalmente la imagen urbana de la Išbylīyaسيبيجا al-muwaḥḥád/almohade se completaría con los huertos y ŷinān/jardines extramuros, que ya ocupaban una considerable extensión en la época Mulūk al-ţawā´if. Se podía navegar por el Wādī-l-kabīr/Guadalquivir a lo largo de 24 millas, siempre a la sombra de alamedas y árboles frutales, contemplándose a ambas orillas, multitud de edificios, lujosas quintas y elevadas torres. Entre todas destacaría al-múnya/almunia real, conocida simplemente por al-Buḥayra. Debido a su estanque de unas dimensiones considerables, 43 metros de lado, que explican el uso para actividades deportivas y juegos náuticos que fueron tan apreciados en las cortes de los soberanos andalusīes اندالوسياس, próxima a la.
En el paraje extramuros llamado de al-Buḥayra, diminutivo de baḥr, laguna, mar, junto al arroyo Tagarete y rodeado de huertas, lindero con la antigüa Bāb/Puerta de Ŷaḥwar o Bāb/Puerta de la Carne el Amīr Abū Ya´qūb Yūsuf ordenó la construcción de un Palacio. Tal y como relata Ibn Saḥib al-Sala: “En el año 1171, el Amīr de los Creyentes ordenó construir sus Palacios benditos y felices en un lugar conocido como la Albufera de la Bāb/Puerta de Ŷaḥwar de Išbylīyaسيبيجا y conocido por la gente como Bocado del Faraón; eligió en la Albufera las llamadas Huertas de Maslama el qurtubes, indemnizó a sus dueños con unas tierras iguales a éstas y deslindó el lugar e hizo unas construcciones de Palacios y mansiones superiores a las que había construido su hermano Abū Ḥafş bajo la vigilancia del al-mušríf/almojarife Mwḥāmmad ibn al-Muallim en el río de Išbylīyaسيبيجا fuera de la Bāb/Puerta del Kuhl. El ẖalīfah/califa كاليفا hizo presentarse a su qāḍī/cādī y al imán de la Masyid/Mezquita, por la confianza que tenía en la fidelidad y religiosidad de ambos y en sus conocimientos de agrimensura, roturación y agricultura, para que planificasen para él todo lo referente a los Palacios, así como lo referente a la tierra baldía de sus alrededores.
Se encargó a las gentes entendidas de al-Šaraf/Aljarafe que arrancasen raíces seleccionadas de olivos de diferentes clases, árboles, viñas y frutales exóticos de todas las especies más dulces y extraordinarias que se pagaron con el dinero del Tesoro, y se llevasen a la Albufera para plantarse. Se transportaron varios miles, tarea en la que colaboraron los campesinos más cualificados, y los plantaron en filas para su mejor cuidado”.
El mismo jefe de al-´aríf/Alarifes, Aḥmad ben Bāso que trazó la Masyid/Mezquita Al-ŷamá‘a/Aljama y construyó la primera parte de su al-manār/alminar, dirigió las obras del Palacio de la Buḥayra, que Abū Ya´qūb Yūsuf visitaba con asiduidad, trasladándose a caballo desde su Palacio de al-Qaṣábaقصبة/Alcazaba. Para el riego de “este ŷinān/jardín botánico” llevó las aguas, bajo la dirección del ingeniero al-Ḥāŷŷ Ya´īš, del restaurado acueducto de los Caños de Carmona.
Es la primera obra registrada de Abū Yāqub al llegar a Išbylīyaسيبيجا en 1171, aprovechando una al-múnya/almunia de época Mulūk al-ţawā´if que perteneció a Mwḥāmmad II ibn ´Abbād al-Mu´támid bi-Llāh y de la que se sabe que además de los ŷinān/jardines tuvo un pabellón desde el que se contemplaba una bella vista de la madīnat/ciudad.
El gran ẖalīfah/califa كاليفا Abū Ya´qūb Yūsuf llevó a cabo, asimismo, la traída de aguas hasta el centro de la madīnat/ciudad a través de un viejo acueducto romano gracias al trabajo de al-Ḥāŷŷ Ya´īš, el ingeniero, desde el Ḥişn Ŷābir/Alcalá de Guadaira, hasta los ŷinān/jardines de Buḥayra, y después al interior de Išbylīyaسيبيجا, mandando construir un deposito en la calle Mayor. De ellos se sacaba el caudal suficiente para regar las huertas de la Buḥayra o atender las necesidades de la amplia red de Ḥammām/baños públicos existentes en Išbylīyaسيبيجا. Todavía hoy se se conserva parte del acueducto al-muwaḥḥád/almohade, conocido por Caños de Carmona, visible en la calle Luis Montoto.
De los Ḥammām/baños pueden aún verse los de la calle Mateos Gago y Mesón del Moro y los denominados de la Reina Mora.
Construyó también las dār al-şinā´a/atarazanas, en 1184 sobre el solar en parte ocupado hoy por el Hospital de la Caridad, que serían restauradas por Alfonso X.
Puente de Barcas que unía la Madīnat Išbylīyaسيبيجا con al-rabaḍ/arrabal de Ţiryāna/Triana, el primer paso estable sobre el río en su curso bajo. Mejora importantísima que facilitó la comunicación con al-rabaḍ/arrabal trianero, Bāb/Puerta de los fértiles campos al-Šaraf/Aljarafeños. El puente se hizo con sólidas barcazas ancladas al fondo y sujetas entre sí con garfios de hierro. Para paliar el inconveniente de las mareas, en los extremos del puente se pusieron muelles flotantes sobre pieles de cabra hinchadas de aire.
Fue inaugurado el día 7 de safar de 567/9 octubre 1171. Fue un ida solemne por el redoble de los tambores, la presencia de los escuadrones y de los soldados y el despliegue de banderas y estandartes
Las edificaciones importantísimas que hicieron Abū Ya´qūb Yūsuf y su hijo Abū Yúsuf Ya´qūb al-Manşūr no se limitaron a los parajes señalados, antes bien fueron tantas y variadas la realizadas por doquier que la madīnat/ciudad adquirió una fisonomía muy distinta de la que tuvo en la época de los ´Abbāditas y al-murábiţ/almorávides. Así se ensancharon lugares para dar perspectiva a los edificios públicos.
Elementos urbanos de singular importancia fueron:
Al- fúndak Las alhóndigas eran edificaciones independientes, cerradas al exterior, que se desarrollaban alrededor de un patio. La planta baja se utilizaba de almacén, generalmente de granos, y la alta para alojamiento de los mercaderes.
Fuera de la muralla se desarrollan los tres únicos al-rabaḍ/arrabales que conocerá Išbylīyaسيبيجا hasta el s. XX: Ţiryāna/Triana, en la margen derecha de Wādī-l-kabīr, la Maqarāna y Benaliofar/San Bernardo.

lunes, 12 de octubre de 2009

Diccionario Al ‘aŷamíyya

El término "aljamía" designaba, en general, a la lengua no árabe, y que aplicado a lo que hablaban los andaluces y que algunos textos también designan como "latiní", era una lengua romance derivada del latín y que por influencia de la lengua culta del momento, el árabe, fue incorporando términos del árabe directamente o a través de una transformación fonética o por simple asociación de ideas o conceptos. En algunas ocasiones esta transformación sólo consistía en añadir el artículo árabe "al" a la palabra romance, o simplemente el vocablo aljamiado provenía de una deformación fonética de un vocablo árabe, que se ha adaptado a la pronunciación propia del pueblo.
Esta lengua "vulgar" era la que empleaba todo el mundo, desde el campesino hasta el Califa, en sus conversaciones familiares e informales quedando el árabe como la lengua culta y de rezos, junto al latín o el hebreo.
Por lo tanto, existía un perfecto bilingüismo (incluso trilingüismo entre los judíos) en la sociedad de Al-Andalus. Este bilingüismo, tanto de musulmanes como de cristianos cultos, era lo normal incluso entre los cristianos más fanatizados como el caso de uno de los mártires de Córdoba que se llamaba Perfecto que hablaba en árabe con sus acusadores. Por el contrario, aunque no muy común, existían casos entre la alta sociedad andalusí de religión musulmana que no sabía hablar el árabe y sólo se expresaba en lengua aljamiada o romance, como se desprende de una anécdota del libro de Aljoxaní "Historia de los jueces de Córdoba".
Una vez reconocida la existencia de esta lengua romance en Andalucía debido a los pocos textos y palabras sueltas que se han encontrado en las jarchas y en escritos de algunos científicos andalusíes, sobre todo botánicos, o en un diccionario latino-árabe del siglo X, se plantea el problema de ver como era esa lengua. El resultado de las investigaciones es que el aljamía era igual que las demás lenguas romances de la península, sobre todo las que se hablaban en Galicia, Asturias, y Castilla y León; siempre refiriéndonos a los primeros siglos de formación de las lenguas romances, siglos VIII, IX, X y XI sobre todo.
Como dice Coloma LLeal en LA FORMACION DE LAS LENGUAS ROMANCES PENINSULARES, " En el período inicial, el romance andalusí se caracterizaba por su mayor fidelidad al latín, lo cual se refleja en la presencia de abundantes arcaísmos léxicos y la conservación prácticamente inalterada de la forma fónica latina". Debido a la sustitución del latín por el árabe como lengua culta y de escritura, en Andalucía, la lengua aljamiada no se llegó a representar con grafía latina quedando solamente como lengua hablada por lo que sólo se ha podido reconstruir la interpretación del aljamía a través de los textos árabes en los que se emplean términos aljamiados pero con la dificultad que entraña escribir con caracteres arábigos una lengua tan distinta como el romance latino.
La semejanza entre los romances del norte y el romance aljamiado andalusí lo atestiguan los primeros textos latinos en los que se intercalan palabras romanceadas y así lo manifiestan los lingüistas. "Muchos de los rasgos lingüísticos de la zona asturiana en ese período inicial coincidían con los que hemos ya analizado a propósito del mozárabe".... "Por su carácter arcaizante, el romance gallego presentaba muchos elementos en común con el romance andalusí o mozárabe. Esta coincidencia entre los distintos dialectos romances de la península queda reseñada por otros especialistas como el caso de Menendez Pidal o Rafael Lapesa, estableciéndose como común denominador de todos ellos al mozárabe. Y es aquí donde se han estancado las interpretaciones de estos grandes estudiosos, en constatar que en Andalucía hubo una época (siglos IX, X, XI y posiblemente antes) en que se decía "non queres meu amore", "non me mordas", "llança" por lanza, "fora" en vez de fuera, "colombaira" en vez de palomar," genair" por enero ,etc..
Así se explica la existencia en algunas zonas de Andalucía de topónimos como Aldeire, Poqueira, Pampaneira, Ferreira, Alpandeire, Castell de Ferro, Castril, Deifontes, etc que han subsistido como arcaísmos y no como se creía que eran producto de repoblaciones. Lo que no explican satisfactoriamente los especialistas es la similitud en la lengua que se deduce de los primeros escritos entre zonas tan distantes como Galicia, Asturias, León y la primitiva Castilla, con el romance aljamiado andaluz, proviniendo estas zonas de substratos culturales y humanos tan diferentes. Para muchos de estos especialistas esta "uniformidad" lingüística se debe a la unidad visigoda peninsular (Menéndez Pidal). Para otros, la semejanza entre el antiguo gallego y al aljamía andalusí se debía a la predilección de los andaluces por las esclavas gallegas (Coloma Lleal). La historia, sin embargo, nos dice que por medio hubo una gran emigración de Andaluces a esas zonas.
Dicen los especialistas que no existen textos en latín con palabras aljamiadas sin embargo, por otro lado, reconocen que multitud de textos latinos de los monasterios del norte donde se ven anotaciones en árabe y algunas palabras claramente aljamidas , son escritos por notarios o clérigos mozárabes provenientes, principalmente, de Andalucía. En el caso del reino de León, Gómez Moreno en "Iglesias Mozárabes" nos dice que la mayoría de los textos latinos de los cartularios de los monasterios de la zona aparecen inscripciones en árabe, así como una larga lista de nombres patronímicos árabes o arabizados y tambien recoge una larga lista de palabras arabizadas. El propio Menéndez Pidal también ve procedencia mozárabe de estos notarios leoneses que emplean un latín romanceado arcaico en sus escritos. Según Henri Stierlin en "Los beatos de Liébana y el arte mozárabe" "El mozarabismo de los manuscritos lo demuestra incluso la presencia de notas marginales en árabe en el códice de Tavara, lo que no es de sorprender si se tiene en cuenta que tanto autores como lectores eran monjes procedentes de al-Andalus". Es lógico pensar que estos repobladores cultos que llevan su arte y su cultura al norte también lleven su habla.
Por lo tanto, podemos concluir en que el habla andaluza actual es una evolución del romance aljamiado proveniente del latín al que se le han ido agregando a través del tiempo bastantes "extranjerismos" (arabismos y castellanismos, fundamentalmente). Incluso las características principales del actual habla andaluza como pueden ser el yeismo o el ceceo y el seseo, ya se ponen de manifiesto en textos aljamiados del siglo XVI, todo ello contradice la teoría mantenida hasta ahora de que el habla andaluza es un dialecto del habla que supuestamente nos impusieron los "reconquistadores".
La evolución de estas primitivas lenguas romances casi idénticas ya las conocemos. En unos sitios, las diferencias y los arcaísmos se les ha llevado a la categoría de "idioma" y en otros, como Andalucía, se les ha considerado como "mal hablado". No solo no se fomenta su uso sino que, por el contrario, se tiende a que desaparezca. No existe en las Universidades andaluzas ningún departamento dedicado al estudio y recuperación del léxico y la fonética del romance aljamiado. Y lo que es más dañino, en las escuelas se tiende a premiar la norma castellana de pronunciación en detrimento de la norma andaluza.
Diccionario Al ‘aŷamíyya, lengua de los andalusīes اندالوسياس, hasta el 29-09-1526, en que Carlos I, rey de España y V de Alemania, firmó un decreto, mediante el cuál se prohibía hablar, leer o escribir en público ni en secreto, en lengua andalusī y el aprendizaje forzoso de la lengua castellana.

Aḍḍabba Aldaba. Pieza de metal, fija en la pared, para atar las caballería

Ad-darb Adarve. Paseo de ronda o camino que recorre la parte superior de la muralla de una fortaleza militar; también designa, en urbanismo, a una calle sin salida que puede ser cerrada con una bāb/puerta.

Al-ẖaršúfa Alcachofa.

Al-dukkin Adoquin, Piedra labrada en forma de prisma rectangular para empedrados y otros uso

Al-fahhār Alfar, alfarero

Al-farīs Alférez, abanderado de caballería

Al-fáşfaş Alfalfa.

Al-ŷaffífa Aljofifa Pedazo de paño basto de lana para fregar el suelo

Al- ḡúlla Argolla. Aro grueso, generalmente de hierro, que, afirmado debidamente, sirve para amarre o de asidero.

Al-ḥabáqah Albahaca. Planta

Al-hagah Alhaja. Joya.

Al-ẖazána خزانة Alacena. Hueco hecho en la pared con bāb/puertas a manera de armario con anaqueles

Al-ẖuzáma Alhucema.

Al-kabril Alcaucil, planta

Al-káfūr Alcanfor

Al-kanziyya Alcancía, vasija de barro cerrada

Al-kharouūba Algarrroba.

Al-kīmyā Alquimia

Al-kitrān Alquitran

Al-kuḥúl الكحول Alcohol.

Al-kutún Algodón, planta

Al-kuwād Alcahuete

Al-kúza Alcuza

Al-lakkāt Alicates, tenazas

Al-llúbya Alubia, judía planta papilionácea

Al-ma‘ṣára Almazara lugar donde se exprime. Molino de aceite

Al-muḥássa Almohaza

Al-manākh المناخ Almanaque.

Al-manār Alminar.

Al-másgara Almaciga, semillero

Al-mība Almibar, especie de jarabe hecho con membrillos

Al-muẖádda Almohada.

Attamús Altramuz.

Al-parḡát Alpargata Calzado de lona con suela de esparto o cáñamo, que se asegura por simple ajuste o con cintas.

Al-qayşāriyya Alcaicería. Mercados cerrados donde se vende seda cruda u otras

Al-qarya Alquería casa de labranza geográficamente aislada

Al-qasbah Alcazaba ciudadela, recinto fortificado.

Al-Qáṣr القصر Alcázar Fortaleza.

Al-qawwāda Alcahueta

Al-qubba Alcoba Aposento sin ventanas que da a otro principal

Arrabáḍ Arrabal Barrio fuera del recinto de la población a que pertenece.

Al-rāyḥán Arrayan

Al-raṣíf Arrecife

Al-rúb´ Arroba. Peso equivalente a 11,502 kg

Al-rúbb Arrope. Mosto cocido hasta que toma consistencia de jarabe

Al-ráwz Arroz.

as-sāqiyat الساقية Acequia

Aaččakká تشكى Achacar. Abribuir, imputar Achacar, acusar.

Al-salīha Azalea, arbusto

Al-ssílqa Acelga

Al-sénsyo Ajenjo Planta medicinal

Al-ṣiqál Acicalar

Al-siqáṭ Acicate Espuela que sólo tiene una punta de hierro

Al-siyúr Ación, correa de la que pende el estribo

Al-ssúkkar سكر Azúcar

Asussána Azucena

Al-suṭáyḥa Azotea

aššuwár Ajuar

Al-tābūt Ataud, caja

Atafarra Ataharre

At-tauriq Ataurique

Al-tūn Atun

Al-´aṣfúr Alazor

Al-ŷiláqa Aulaga

Al-vúnya Alcurnia

Al-wazīr وزير Alguacil.

Al-´anbíq Alambique

al‘aqráb عقرب Alacrán

Al-árza Alerce

Al-aṣháb Alazán

Al-ballà´a Albañal, cloaca

Al-ballúri, البلور Abalorio

Al-bani Albañil, maestro oficial de albañilería

Al-bárda´ah Albarda

al-barqúq البرقوق Albaricoque

Al-bírkah Alberca

Al-búšra Albricias

Al-píšṭ Alpiste.

Al-brewelo Abrojo

Al-buḥáyra Albufera

Al-burnús Albornoz

Al-burúz Alborozo

Al-qabṭún Alcaudón. Pájaro carnívoro

Azza‘farán Azafrán

Al-zabág Azabache

Az-zahr Azar, casualidad

Az-zahár Azahar

az-zaytun الزيتون Aceituna

azzáyt الزيت Aceite

Al-zzambbúg Acebuche

azzámila Acémila

azzuláyŷa Azulejo

Azzufáizafa Azufaifa

'anṭūbíya Endibia.

Aṭṭaláya‘ Atalaya

Azza 'rúra زعرور Acerolo

Aṣṣíbr Acibar.

al-búnduqa البندقة Albóndiga

al-qāḍī قاضي Alcalde

al-kanzíyya Alcancía.

al-kafúr Alcanfor

Al-kappárra Alcaparra

Al-qabsíl Alcaucil o alcachofa

írq assús Orozuz

al-qúrq Alcorque

Al-fānīd Alfeñique

al-feel الفيل Alfil

al-qúţun قطن algodón

uẖšina Alhuceña.

alqáṭa‘ Alicatar.

allaqqáṭ Alicate

Al-jazīnas Alacenas

al-mazraba Almadraba

maybah Almíbar.

al-mihrás Almirez

al-pič ín Alpechín

arriyáḍ Arriate.

al‘úd Laúd

Bāḏinŷána Berenjena.

Belugāka Verdolaga,

ballúṭa Bellota

ṣannáč Cenacho.

As-sukkabáŷ Escabeche

´ispināẖa Espinaca

ḡerraf Garrafa

ḥašīš Hachis.

Karkūma Carcoma

maṣúrqa Mazorca

Šaqīqah Jaqueca.

Šakīmah Jáquima

Šaqwáṣ Jaguarzo

ṣanífa Cenefa, borde del vestido

ša‘rā' Jara.

Šaráb Jarabe

Sarmak Jaramago

Saţwān Zanguán.

Sandíyyah Sandía.

ta‘líqa Talega

ṭārimah Tarima

ṭassah Taza

Yāsamīn Jazmín

Alyiláqa Abulaga.

Yunga Juncia.

Yunko Junco

Zarbaṭána Cerbatana

jueves, 1 de octubre de 2009

Masyid/Mezquita Mayor ´Umar ibn´Adabbās 214/829-830

Esta Masyid/Mezquita Mayor de ´Umar ibn´Adabbās ocupaba un lugar estratégico y preponderante. Construida sobre el lugar de una antigüa basílica paleocristiana, en el entorno de lo que fue el foro y centro cívico romano, se situaban junto a ella los principales zocos, los bazares y la antigüa Al-qayşāriyya/Alcaicería, posteriormente denominada de la Loza, con cuyo nombre se sigue rotulando actualmente una calle próxima.
Dirigió las obras el propio Qāḍī/cadí de la ciudad, ´Umar ibn´Adabbās, de quien tomó el nombre. Conocemos estos datos por la crónica de Ibn Sahib al-Sala, del siglo XII, que copió la inscripción fundacional, que dice así: "Dios tenga misericordia de Mwḥāmmad ´Abd al-Raḥmān II, el ´Āmir justo, el bien guiado por Dios, el que ordenó la construcción de esta Masyid/Mezquita, bajo la dirección de ´Umar ibn´Adabbās, Qāḍī/cadí de Išbylīyaسيبيجا, en el año 214/829-830. Y ha escrito esto ´Abd al-Barr ibn Harum".
Esta fecha tan temprana hace que esta Masyid/Mezquita fuese el edificio más antigüo construido por los musulmanes en la Península del que tengamos noticia después de la primera Masyid/Mezquita de Qūrţuba.
Pero esta casi recién estrenada Masyid/Mezquita tuvo que padecer, al igual que otros muchos monumentos y edificios nobles de la ciudad, el saqueo y casi aniquilación que, por asalto, realizaron los mayūs y vikingos penetrando por Wādī-l-kabīr el Miércoles 14 Muḥarram 230/01 de octubre del año 844.
El edificio fue Masyid/Mezquita Aljama de la ciudad 577/1184 en que al-muwaḥḥád/almohadeالمواديس s se dedicaron a construir grandes obras públicas y una de ellas fue la nueva Masyid/Mezquita Mayor.
De esta Masyid/Mezquita hoy sólo subsisten la base de al-manār/alminar y parte del patio de las abluciones muy transformado ya que en 1.081/1671 sería derribada y se construiría sobre sus restos la iglesia del Divino Salvador. Constaba de once naves paralelas entre sí y perpendiculares al muro de la qibla, con una planta que demuestra que era más ancha que larga, resultando su nave central, más ancha y alta que las restantes. Los muros de separación de las naves se estructuraban con arcos de ladrillo que descansaban sobre los mármoles de las columnas de acarreo. De lo que fue el patio, a más baja altura del actual pavimento, situado a mediodía de la Masyid/Mezquita, nos dan idea los restos de arcadas, de ladrillos, conservadas y que apean sobre capiteles clásicos de acarreo de época hispanovisigoda y romana.
En el testero frontal se elevan los restos de al-manār/alminar, conservados en la planta baja de la actual burŷ/torre, habiéndose construido con una planta cuadrada de 588 metros de lado y con los parámetros externos lisos, con un hueco con arco de herradura, construidos con grandes sillares irregulares, de arenisca, colocados al modo qurtubes de soga y tizón, que probablemente proceden también del derribo de edificios anteriores. Interiormente se abre una ancha escalera de caracol, que sube en torno a un machón central cilíndrido
En la parte baja hay un sillar de caliza marmórea con una inscripción romana. De la burŷ/torre musulmana se conservan 11’5 m. en altura (todo el primer cuerpo) más otros 2 m. bajo tierra.
Esta burŷ/torre sufrió algunas modificaciones a lo largo del tiempo, tanto en época musulmana como en la cristiana.
La primera se produjo, según nos narran los cronistas árabes y que ocurrieron cuando los terremotos que asolaron al-Āndalus الأندلس, a comienzos del año 1070 y en 472/1079, éste último hace caer la parte alta de la burŷ/torre. El ´Āmir Mwḥāmmad ´Abd Allāh ibn ´Abbād al-Mu`támid lo mandó reconstruir, obra que debió ser poco importante, pues se terminó en un mes. Para que se recordase esa obra se labró una inscripción cúfica, sobre mármol blanco, que hoy se conserva junto a la bāb/puerta lateral izquierda del templo y que dice así:
"En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso, la bendición de Dios sea sobre Mwḥāmmad (sello de sus Tabi´un/Profetas y el mejor y más perfecto de sus escogidos, y sobre los suyos, los buenos y los justos, salud y paz) ha ordenado Mwḥāmmad ´Abd Allāh ibn ´Abbād al- Mu`támid confiado en Dios, favorecido por la protección de Dios) Abū-l- Qāsim Mwḥāmmad ibn ´Abbàd (prolongue Dios la asistencia que presta a su Imperio y siga dispensándole su poderosa victoria) construir la parte superior de este al-manār/alminar – a fin de que no se deje nunca de hacerse desde él la invocación del Islam- cuando acaba de ser demolido por un gran número de terremotos que tuvieron lugar la víspera del domingo al principio de martes 1 Rabī Ath-Thānī 472/01 de octubre de 1079. Concluyéndose la obra con el beneplácito y la asistencia de Dios a finales del mismo mes. Quiera Dios aceptar por esta obra sus ocupaciones generosas y le llene de favores por cada piedra colocada en ella –pueda así mismo construir un palacio en el Paraíso por su gracia y bondad. Obra de Ibrāhīm el marmolista, por orden del sahib al-Ahbas y tesorero Abū ´Umar ibn Tayyib, que Dios le favorezca".
La Masyid/Mezquita, ya en mal estado por dentro y por fuera en el último tercio del s.XII, fue restaurada en tiempos de Abū Yūsuf Ya´qūb al-Manşūr, el ẖalīfah/califa كاليفا al-muwaḥḥád/almohadeالمواديس a quien se dirigen Ibn Arabī y Abū l-´Abbās ibn Ibrāhīm para que se retaurasen “las vigas de las techumbres podridas en sus extremos y el muro de Poniente inclinado, de tal forma, que ponía en peligro todo el edificio”
En 756/1356, ya en época cristiana se produce un nuevo terremoto que vuelve a hacer caer la parte alta de la Burŷ/Torre, tal como dice la crónica del Arzobispo Rodrigo: "... en este año, en Miércoles 26 Sha`bān 757/miércoles, 24 del mes de agosto de 1356, día de San Bartolomé, después de vísperas, fue el terremoto que cayeron las manzanas de la Burŷ/Torre Mayor y cayó la Burŷ/Torre de San Salvador y mató muchas personas y la burŷ/torre estuvo para caer...". En esta ocasión la restauración se hizo siguiendo el estilo gótico de la época, con dos vanos ojivales en cada frente. Fue reparada como lo desmuestran los arcos ojivales que se pueden apreciar en el segundo cuerpo.
Por último, la Masyid/Mezquita de ´Umar ibn´Adabbās fue demolida en 1671 para, a partir de 1674, edificar la actual iglesia. Al-manār/alminar fue posteriormente coronado por un cuerpo de campanas hecho por Leonardo de Figueroa a partir de 1696.
Otros de los restos más interesantes de la Masyid/Mezquita, camuflado en el edificio actual, es la colección de fustes y capiteles, procedentes de la sala-oratorio de la Masyid/Mezquita. Son fustes de acarreo, lo cual explica su diversidad de tamaños, formas y colores. Estos fustes y sus capiteles se encuentran en el patio y en los comercios de la manzana de la iglesia, y fueron colocados en dichos emplazamientos en distintos momentos. Los que se encuentran en el patio estaban tapiados hasta que a principios del siglo XX se realizó una excavación que los dejó al descubierto y se comprobó que se hallaban unos tres metros bajo el nivel actual. Respecto a los capiteles, dos de ellos son romanos de tipo oriental, tallados en la primera mitad del siglo IV, pero hay al menos otros dos romanos. El resto son visigodos y los arcos son del siglo XVII.
Dentro de la colección de fustes de esta Masyid/Mezquita hay que incluir el conservado en el Museo Arqueológico y que contiene la inscripción cúfica fundacional, procedente de la nave de oración. Dicho fuste estaba situado en la segunda nave de la parte oriental, frente al Miḥrāb . Es de mármol gris y tiene una altura de 3’17 metros. La inscripción nos permite fechar con exactitud el edificio. Es la inscripción más antigüa que los musulmanes realizaron en la Península. Por último se conservan de la Masyid/Mezquita dos al-dabba/aldabas, guardadas en las riḥāb/dependencias de la Hermandad Sacramental. La decoración de lacería y ataurique y las cabezas de león que las embellecen están claramente vinculados al arte califal qurtubes, aunque no pueden fecharse con exactitud. Hay que enmarcarlas entre el gobierno de los ´āmiríes, a comienzos del siglo XI, y el período de Mulūk Attawā´if/Reinos de Ta´ifas, quienes siguieron la estética califal.

Masyid/Mezquita Aljama de Išbylīyaسيبيجا
El proceso constructivo es bien conocido a partir de los datos en la crónica de Ibn Şāḥib al-Şalāt, las obras se iniciaron de abril a mayo de 567/1172 a cargo del jefe de al-´aríf/Alarifes Aḥmad ben Bāso, y para febrero de 1176 ya estaba concluida, aunque no fue utilizada hasta 1182, cuando se celebró la primera jutba/oración el viernes 24 de dū l-ḥiŷŷa de 577/30 de abril de 1182. Tenía la Masyid/Mezquita Aljama 17 naves orientadas de norte a sur, todas de 5,46 metros, excepto la central de 7,01 metros, separadas por arcos sobre pilares rectangulares que dan un total de doce tramos. Las dos extremas a cada lado se prolongaban en el Patio de abluciones. En su interior se desplegaba un bosque de arcos de herradura apuntados que apeaban sobre gruesos pilares.
El material empleado para su construcción fue el ladrillo y, no obstante su fragilidad, la Masyid/Mezquita, convertida al culto politeísta cristiano en 1248, subsistió hasta el siglo XV De todo ello sólo queda hoy el hermoso Patio de los Naranjos, al que podemos acceder por la denominada Bāb/Puerta del Perdón, en el eje de la nave central y el miḥrāb, las yeserías cubren el intradós del arco de entrada, combinando temas geométricos claramente herederos de Qūrţuba, con una faja central con decoración del tipo que Terrasse llamó “compacto”, lo que lleva a una fecha tardía a fines del s. XII, cuando se abandona en su opinión la palma sobre fondo liso que considera habitual en las primeras decoraciones al-muwaḥḥád/almohades.
Las galería laterales se cubrían con techumbre de madera, descritas detalladamente por A. Morgado en 1587 cuando las originales al-muwaḥḥád/almohades, y ciertos indicios descubiertos en la reciente restauración del Patio confirman que se trataba de techumbre de par y nudillo, primer ejemplo conocido hasta ahora en al-Āndalus الأندلس. Dignas de admiración son los dos grandes batientes de sus bāb/puertas, de madera de alerce revestida de chapas de bronce, cuya sobria decoración de lacería deja en sus interespacios una delicada labor de ataurique mezclada con máximas del Qur´ān/Corán en caracteres cúficos. Sobresalen los dos magníficos aldabones de bronce fundido y cincelado, con bellísima labor de atauriques calados en semejanza de encajes. Copiadas estas bāb/puertas en el s. XIV para análogo destino en la Masyid/Mezquita de Qūrţuba, queda como obra singular de la metalistería al-muwaḥḥád/almohade en la Península. Las bāb/puertas de entrada al Patio tuvieron decoración de yeserías, se conservan restos del borde festonado o con lambrequines y bóveda de mocárabes en el tramo de acceso a la galería, como la existente en la llamada Bāb/Puerta del Lagarto, junto a la Giralda.
En el centro se halla una fuente, cuya taza visigoda y octogonal se conserva integrada en el mar de la misma de fábrica moderna. Según antigüa tradición, en esta taza fue bautizado San Hermenegildo. El Patio de los Naranjos se conservó íntegro hasta 1618 en que, para construir el templo parroquial del Sagrario, se sacrificaron sus galerías de poniente. En 1196, el ẖalīfah/califa كاليفا ordenó ensanchar el Patio, derribando las casas y tiendas del vecino mercadillo del clavo. Es de planta rectangular, con pórtico de arcos doblados de herradura túmidos que en los lados este y oeste incorporan doble galería, como se mantiene todavía en el costado contiguo a la Giralda. El tipo de pilares de acuerdo a las necesidades constructivas que desempeñan para apoyo de los arcos: de planta cruciforme en el lado sur con estribo por dentro y por fuera, de forma de “T” en los lados nordeste y oeste y rectangulares sencillos en la arquería interior de los dos últimos. Todo en ladrillo, y muy próximo en estructura y elementos a los ejemplos al-muwaḥḥád/almohades de al-Magrib, pero manteniendo detalles de raigambre hispano-musulmana, como la cornisa de modillones en el alero y el remate de almenas. Aunque bien conservado en conjunto, excepto el lado oeste derribado en 1617 para construir la iglesia del Sagrario. Pero si extraordinaria fue la construcción de la Masyid/Mezquita Aljama, mayor importancia tuvo la de su al-manār/alminar. Denominado desde el siglo XVI “La Giralda” El mismo jefe de al-´aríf/Alarifes de la Masyid/Mezquita Aljama, Aḥmad ben Bāso, abrió los cimientos con sillería de piedra procedente del muro de al-Qaşr/Alcázar de los ´Abbāsíes en el mes de safar del año 580/1184. Para la cimentación hubo de hacerse un firme de gigantescas dimensiones, habida cuenta de que el subsuelo no poseía la suficiente consistencia, aprovechando para ello cuanto material se obtenía de monumentos romanos, algunos de las cuales, con sacras inscripciones, pueden ser observadas en su misma base a ras del suelo, y visigodos, así como de la antigüa muralla, y un recinto amurallado que rodeara la Masyid/Mezquita Aljama, por decisión del Sulţān al-muwaḥḥád/almohade Abū Ya´qūb Yūsuf al pasar por Išbylīyaسيبيجا para dirigir la expedición de Santarén.
La muerte del Sulţān en la campaña determinó la paralización temporal de las obras. Proclamado su hijo Abū Yúsuf Ya´qūb al-Manşūr, continuó la empresa de su padre, bajo la inspección del ilustre poeta Abū Bequer Benzoar, encargándose de la construcción ´Alī al-Gumārī, cuya labor se reconoce porque en adelante se prescinde de los sillares de piedra y se emplea sólo el ladrillo cortado.
Terminada ya la magnífica burŷ/torre con sus primorosas labores de ladrillo, con el delicado ornato de sus paramentos, con su característica labor en rombos denominada sebka, llegó a Išbylīyaسيبيجا el Abū Yúsuf Ya´qūb al-Manşūr, después de su victoria de Alarcos frente al rey al-afray/castellano Alfonso VIII. Mandó fabricar las cuatro manzanas doradas que remataban al-manār/alminar, el yamur, en la torre, obra del siciliano Abū- l-Layth al-Siqīlī, que daban la sensación, miradas desde lejos, y en boca de un autor de la época, “de que todas las estrellas del Zodíaco se habían posado en el centro de Išbylīyaسيبيجا”. En el dorado de estas manzanas se emplearon cien mil dinares de oro. La ceremonia de coronación de al-manār/alminar tuvo lugar el 10 de marzo de 1198.
Las dos etapas han quedado registrada en la fábrica, de piedra procedente, según Ibn Şāḥib al-Şalāt, del muro del Palacio Mulūk al-ţawā´if/taifa de Ibn Abbad, en la parte baja (fase de 1184), y de ladrillo, que es mejor que la piedra, en la parte alta (fase 1188-1195.
Es considerado como el prototipo de al-manār/alminares al-muwaḥḥád/almohades, y la habitual estructura de doble torre se mejora aquí al aumentar el grosor de los muros interiores de ambos prismas, cargando de peso la parte alta, para corregir la natural tendencia a abrirse. El cuidado de la obra se refleja también en la decoración exterior, bien articulada en los cuatro lados a pesar del problema generado por la diferente altura de los vanos de iluminación, siguiendo la disposición de la rampa de acceso a la parte alta. Destaca la regularidad de los paños de sebka, en ladrillo recortado, donde se aprecia la correcta superposición de las dos redes de rombos, lineal con arcos lobulados la trama superior y vegetal de palmas la inferior Un terremoto, en agosto de 1355, el mismo que hizo estragos en el mencionado al-manār/alminar de la antigüa Masyid/Mezquita de ´Umar ibn ´Adabbās, hizo que al romperse el espigón que sostenía las cuatro esferas, éstas se desplomasen, quedando al-manār/alminar desprovisto del tan peculiar remate. En 1400 se instaló un sencillo campanario compuesto por dos pilares sobre los que apeaba un tejadillo cobijando una campana.
Entre 1560 y 1568 el arquitecto cordobes Hernán Ruiz dio al monumento su imagen definitiva, tal como la disfrutamos actualmente, al construir el cuerpo de campanas con sus armoniosos templetes superpuestos, coronado el último con una grandiosa estatua de la fe, que sirve de veleta y que se denomina “el Giraldillo”. Este Giraldillo, o veleta giratoria por el que recibe su nombre de “Giralda”, fue fundido por Bartolomé Morel, según modelo de Diego de Pesquera.