miércoles, 18 de febrero de 2015

Būrŷ al-Dahab/Torre del Oro 1220-1 (Išbylīya/Sevilla

Būrŷ al-Dahab/Torre del Oro 1220-1 (Išbylīya/Sevilla)

Al sistema defensvo de los s. X y XI se añadieron las dos al-Qaşábas/Alcazabas al-muwaḥḥád/almohades, llamadas interior y exterior, mientras la defensa del puerto y madīnat/ciudad se completó con la Būrŷ al-Dahab/Torre del Oro, era una torre albarrana de doce lados, una especie de apéndice que se proyectaba desde al-Qaşr/Alcázar, se conectaba con el recinto de gobierno por un muro o qawraŷa/coracha, hoy desaparecido, partía de otra torre de diez lados, la Torre de la Plata, con otra torre que no existe actualmente (de ocho lados) con la Torre de ´Abd-al-Aziz, (de seis lados), con la torre de Santo Tomás (de cuatro lados) atravesando el Arenal, con función de control y defensa del puerto fluvial, que se cerraba con una fuerte cadena que unía esta torre, con otra, desaparecida, al otro lado del río, en el arrabal de Ţiryāna/Triana, llamada Torre de la Fortaleza. Esta cadena fue la que partieron los marinos de Ramón Bonifaz en 1.248 con la flota de la Conquista. Para ello se usaron dos naves pesadamente lastradas con piedras y provistas en sus proas de sierras de acero, impulsadas por remeros que, evitando los proyectiles que les arrojaban desde ambas torres, impactaron contra la cadena, rompiéndola y destruyendo el Puente de Barcas, cortando de ese modo la llegada de suministros desde al-Šaraf/Aljarafe a la sitiada Išbylīya/Sevilla.

Por el flanco septentrional, la torre de la Puerta de la Barqueta defendía el vital espacio portuario, quizás el más importante de una Išbylīya/Sevilla abierta al comercio de todo el Mediterráneo y la costa magrebí.
La Torre del Oro de Sevilla es una torre albarrana situada en el margen izquierdo del río Guadalquivir. Se debe su construcción a Abū-l-Ulā, en el año 617/1220-21 durante su mandato como wālī/Gobernador al-muwaḥḥád/almohade, tío del Calīfa Yūsuf II.

Esta bella torre se edificó a base de sillería y argamasa, siendo uno de los primeros edificios āndalusīes decorados con cerámica vidriada; su cuerpo inferior es de planta dodecagonal (de doce lados) y el superior exagonal (seis lados). En el primero hay tres plantas, cuyas estancias se cubren con bóvedas de aristas. Construida la parte baja como la muralla, de tapial de argamasa, su cimentación y esquinas de gruesa sillería. El acceso exterior a la altura del addárb/adarve, sobre un arco desaparecido que permitía circular por la orilla del río. Dividida en tres pisos, el acceso interior se resuelve por una escalera exagonal en el núcleo central, que conduce a través de tres pisos a una plataforma coronada por almenas, sobre la que se alza una pequeña construcción en forma de cúpula. 

El segundo cuerpo, de ladrillos, también dodecagonal, fue mandado construir por Pedro I, en el siblo XIV. El cuerpo superior, cilíndrico y rematado en cúpula, fuen contruido en 1760 por el ingeniero militar Sebastián Van der Bocht, tiene una notable decoración a base de arquitos pareados, ciegos, con columnita central, de herradura apuntada, semicircular y lobulada y de algún paño de lacería. Lo interesante es su decoración cerámica en cintas verdes que cubre alfices y albanegas, recuadrando los arcos.
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jueves, 30 de octubre de 2014

El Māristān de Garnāţa

El Māristān de Garnāţa u Hospital de Locos o Inocentes, fundado por Abū ´Abd Allāh Mwḥāmmad V al-Ganī bi-Llāh su construcción duró veinte meses como recogía uno de los fragmentos de su lápida fundacional: comenzado a levantarse “en la segunda decena del mes de muḥarraq del año 767 de la Hégira (27 septiembre - 8 octubre del 1365 de Cristo)” y acabado “en la segunda decena del mes de shawwal del año 768 de la Hégira (9-18 de junio del 1367 de Cristo). ç Primer manicomio europeo, adelantandose en 40 años al Bethlem Hospital de Londres (fundado en 1403) y al del Padre Jofré de Valencia (1409). Ubicado en al-rabád Ajšariš/barrio de Axares.lo que hoy es el Bajo Albayzín, en la margen derecha del río Darro, limitando al oeste con la calle por la que se bajaba al Bañuelo, al sur y al este tuvo casas adosadas frente a las que se encontraban respectivamente la Bāb al-Difaf/Puerta de los Tableros y la llamada Casa de Zafra. Al norte con la Calle Portería de la Concepción, en cuya dirección se situaban su fachada y puerta principal. Justo en ese acceso, presidiendo la entrada, había sido colocada la lápida fundacional en la que figuraba el nombre del ´Āmir que había mandado levantar el edificio y la fecha en que lo había hecho. Lápida fundacional.- Dos piezas de mármol que constituyen una estela en forma de puerta con arco de herradura apuntado, contiene 26 líneas, cuya traducción es la siguiente: Loor a Dios. Ordeno la construcción de este maristán, como muestra la amplia misericordia para con los débiles enfermos musulmanes y como acercamiento útil –si Dios quiere- al Señor de los mundos, perpetro su buena obra que habla en lengua elocuente, y realizo sus deberes de caridad para el transcurso y la sucesión de los años, hasta que Dios herede la tierra y a aquellos que están en ella, pues El es el mejor de los herederos, el señor, el imán, el sultán, el héroe, el grande, el ilustre, el puro, el victorioso, el mas feliz de su gente en su gobierno, el primero de ellos en abalanzarse en la senda de Dios, el detentador de las victorias, de las acciones favorecidas por Dios y de la magnanimidad, el que recibe la asistencia de los ángeles y del espíritu, el defensor de la tradición, el refugio de la religión, el príncipe de los musulmanes al-Gani bi-llah Abū ´Abd-Allāh Mwḥāmmad, hijo del señor, el celebre, el sultán ilustre y elevado, el combatiente por la fe, el justo, el magnánimo, el feliz, el mártir, el santificado, el príncipe de los musulmanes Abū l-Hayyay, hijo del señor, el sultán ilustre, el celebre, el grande, el magnificado, el victorioso, el que derrota a los politeístas y subyuga a los infieles injustos, el feliz, el martir Abū l-Walid ibn Naşr al-Ansari al-Jazrayi. ¡Que dios le otorgue la aprobación de sus obras y su cumplimiento, por su favor completo y la recompensa amplia de sus esperanzas! Por ello realizo una buena obra que no tuvo precedente desde la introducción del Islam en este país, por ella agrego un bordado de gloria al excelente manto de la guerra santa y busco la faz de Dios, deseando la recompensa, pues Dios es el poseedor de la gracia inmensa. El ha preparado una luz que vaya delante y detrás de el “el día en el que no sean utiles ni riqueza, ni hijos salvo presentarse a Dios con un corazib integro”. Y tuvo lugar el). Dios no descuida la recompensa de los que realizan buenas obras ni frustra el esfuerzo de los benefactores. Salve Dios a nuestro señor Mwḥāmmad, sello de los profetas, a su familia y a sus compañeros, todos. Era un edificio de planta rectangular de 1015 m2, con crujías y pórticos en los cuatro lados, organizados con dos plantas de altura. Los materiales empleados en su construcción fueron ladrillo y tapia para pilares y muros, mientras que para zapatas, aleros de tejado, alfarjes y armaduras se usó la madera trabajada de forma muy sobria. Según lo que queda, el edificio tenía planta baja y alta con galerías sobre análogos pilares cuadrados y zapatas con dinteles entre los vanos, como muestra al-funduq al-Ŷadīda/la Alhondiga Nueva, con balaustradas en la superior. A ellas daban las puertas rectangulares de las salas de enfermos y demás dependencias, ignorandose la ubicación de las Bayt al-mā/letrinas, cocina, servicios de consulta y estancia del personal. Es posible que la parte médica y de personal constante estuviera en el ala N, donde se ubicaba la fachada de entrada al edificio. Mostraba puerta de acceso con dintel formado por una composición de cúfico angular de origen inario con el lema dinástico: “ وَ لاَ غـَـلِـبٌ إلاَ اللـَّه wa lā gālīb illā Allāh Sólo Dios es vencedor” Que se lee en posición normal e invertida, lo que se haría mediante el resalte de ladrillo cortado y el relleno de cerámica vidriada, posiblemente azul, ya que así se encuentra exactamente igual en el lema horizontal bajo el alero de la fachada del palacio mudaŷŷan de Pedro I en al-Qaşr/Alcázar de Išbylīya/Sevilla, construida en 1364, unos tres años antes que la del Mārīstan, por artistas naşrīes. Lateralmente parece que ofrecía una labor de lazo. En el primer piso la lápida fundacional de mármol con el texto cursivo y forma de arco de herradura centraba la composición, con alfiz formado por lazo de ocho. Enmarcaba la composicion pilastras sobremontadas por columnillas en el primer piso y otras laterales mucho mas cortas, base de ménsulas de madera superpuestas que sostenían el volado alero. La portada era de ladrillo cortado y en el dintel de la puerta iba el lema de los naşrīes en escritura cúfica; sobre él se encontraba la inscripción conservada en el Museo de Qal´at al-Hamrā. Sus albanegas estaban decoradas con motivos de hojas, todo enmarcado por una faja de entrelazados y columnitas laterales. El resto de la fachada tenía ventanas gemelas y cornisa decorada. En el interior tenía también ventanas sobre los pórticos de su patio rectangular, con dos pisos, cuatro escaleras y cuatro salas en ángulo. El patio estaba rodeado de galerías distribuidas en dos niveles y disponía en el centro de sus dos lados mayores de una escalera que daba acceso a la planta superior. Los pilares de ladrillo y las zapatas de madera con las que se construyeron las galerías repitieron la misma técnica constructiva empleada con anterioridad en la Alhóndiga Nueva, conocida hoy en día como Corral del Carbón. Las escaleras se situaban en el centro de los dos lados mayores. Era posible que el edificio contase con dos áreas separadas por razones de sexo, y que sus pequeñas habitaciones de unos 6 metros cuadrados, repartidas por ambos niveles, sirvieran de alojamiento a enfermos, consultorios médicos, e incluso de salas de estudio para los aprendices de medicina, tenían acceso directo desde los pórticos y galerías además de tener comunicaciones interiores entre ellas. Las ocho naves del edificio se subdividían en un número aproximado de cincuenta celdas, por lo que se calcula una capacidad para doscientos enfermos. Se ha podido constatar que el Maristán se organizó reutilizando elementos de un edificio islámico anterior, quizás una alhóndiga. El centro del patio estaba ocupado por una gran alberca, longitudinal en la que vertían sus aguas dos grandes leones esculpidas en mármol oscuro, para su utilización como surtidores mediante una tubería que, entrando por la base, atraviesa toda la pieza hasta la boca, desaguando a chorro, con una sección interior de 3,5 cm sentados sobre sus cuartos traseros plegadas, reposando en una base lisa, tallada en el mismo bloque, de 1,30 x 0,56 x 0,13 m, habiéndose perdido la parte posterior de una de ellas desde el talón hasta el borde, dejando ver la entrada de la tubería del surtidor. Las cabezas de los leones han perdido sus respectivas orejas, cuya huella puede observarse claramente. El resto de la cabeza y la parte anterior del cuerpo aparecen completamente cubiertos por una larga melena formada por la superposición de grandes bucles, de 11 cm. de largo, que en el eje frontal forman cuatro grandes lóbulos o gotas. Los rasgos de la cara aparecen especialmente marcados por las amplias fauces, resaltadas mediante tres pliegues y una gran dentellada, con mandíbula superior e inferior acusando grandes colmillos que bordean el surtidor. Bajo este despliegan la lengua de 7 cm. de longitud y 6 de base. Igualmente resalta en el rostro un gran hocico con dos lóbulos sobre el que apenas se perciben los parpados de los ojos. El resto del cuerpo de los leones aparece liso, interrumpido únicamente por una larga cola que, atravesando las patas traseras, se pliega sobre el lomo hacia el costado derecho en el león más alto y hacia el izquierdo el león más bajo, hasta alcanzar, en ambos, la melena. Las manos de los leones destacan cuatro digitaciones. Los recientes análisis efectuados en la Fuente, así como los primeros trabajos de restauración de los Leones del Maristán hacen suponer que originalmente estaban pintados, probablemente dorados. Desde 1995 se guardan en el Museo de Qal´at al-Hamrā/Alhambra. El edificio del Māristān de Garnāţa conservó su función algo menos de 150 años, pues tras la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos, en una fecha en torno a 1502, se convirtió en Casa de la Moneda. Con tal motivo el edificio sufrió transformaciones ya que la estructura original a base de pequeñas celdas. Se derriban algunos muros de separación de celdas originales, para dar amplitud a las habitaciones para adaptarlas bien a un uso industrial como era la acuñación de moneda que requiriría de espacios más amplios. Incorporando la galería a la nueva sala, se construye un nuevo cerramiento y se decora con grandes escudos imperiales, probablemente ésta sería la Sala del Tesoro. La misma pudo haber sido reconstruida después de la explosión del molino de pólvora situado en el barrio de san Pedro y qie afectó a todo el barrio incluida la Alhambra, suceso ocurrido en 1590. En 1637 el edificio pasó a propiedad privada, probablemente por el traslado de la ceca a la Alhambra, que ya funcionaba desde 1662, durante este periodo el edificio debió sufrir un periodo de abandono y de cambio de dueños hasta el 1748, en los que los frailes mercedarios del convento de Belén, lo venden a José Merchante. Este propietario emprende reformas para adaptarlo a uso comercial, instalando un almacén de vinos con las cuadras correspondientes para los animales dedicados a su transporte, las obras afectaran al ala oriental, también se dispone un nuevo pavimento, quedando una cota más alta que el suelo naşrī original.. A finales del silo XVIII o principios de XIX el edificio se convierte en casa de vecinos y más tarde en cuartel y cárcel de la ciudad. El desgraciado año de 1843 (el mismo en el que se quemó la Alcaycería) el Ayuntamiento autorizó su demolición, pero esta no se completó (solamente se toca el ala oeste y norte), por existir engalabernos/casas empotradas con otras edificaciones medianeras por el lado sur, en su lugar se construyeron edificaciones de escasa entidad, en 1987 los restos del edificio fueron adquiridos por la Dirección de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía, realizando excavaciones en seis temporadas. Bajo el edificio naşrī también se han documentado los restos de una qawraya o corredor cubierto que permitía subir el agua del río mediante carros y caballerías. A partir del siglo XI, con la expansión de la ciudad hacia el llano y la construcción de las murallas que dejaron al río en la parte de intramuros, la qawraya perdió su función. Sus posteriores usos, hasta su demolición parcial en 1843, habían ido deteriorando la imagen y la hechura del edificio original, caracterizado por un patio rectangular que contaba en su mitad con una gran alberca de unos 14 x 5 metros, de forma similar al patio y se alimentaba del agua que lanzaban las bocas de dos leones de piedra enfrentados, que hacían las veces de surtidores.

lunes, 11 de agosto de 2014

Urso/Ušūna/Osuna

Historia
Urso (nombre ibérico). Plinio, Estrabón y Ptolomeo ya hablaban de ella como la antigua Ursus ibera, de la que proceden piezas tan relevantes como los famosos relieves ; el hombre con capa, un atocadora de doble flauta, mujeres en procesión, la cierva corriendo y dando de mamar a su cría, dos guerreras luchando, un jinete a caballo o los famosos toros de Osuna.
212 a d C. Campamento invernal de Cneo Scipión.
Julio César la convierte en “Colonia Genética Iulia” con jurisdicción propia y de acuñación de moneda.
Ušūna/Osuna (árabe). La clase alta beréber, de uno de los grandes grupos étnicos magrebíes: Butr y Baranis, estuvieron mezclados con la población pero superaron a los árabes.
Domingo 6 abril 889 al sábado 25 abril 890. ´Umar ibn Ḥafşūn conquista plazas cada vez más cercanas a Qūrţuba: ´Istibb/Estepa, Istīyya/Ecija y Ušūna/Osuna

En el año 928 salió ´Abd al-Ramān III, salió de Qūrţuba, acompañado de su presunto heredero, el joven príncipe al-Ḥakam, que a la sazón contaba trece años. Por Istīyya y Ušūna siguió su marcha triunfal hasta la famosa guarida de Bubaštar/Bobastro, refugio de ´Umar ibn Ḥafşūn y de sus hijos.

Tras la caida del Califato de Qūrţuba, Ušūna quedó englobada en la tai fa de Qarmuna, gobernada por los beréberes Banū Birzāl hasta la anexión de esta taifa por la de Sevilla en 459/1066.


1239 Fernando III, rey de Castilla y León, la conquista.


1264 Alfonso X, rey de Castilla y León la cede a la Orden de Calatrava


1284 El señorío fronterizo de Morón (Sevilla) pasa a la Orden de Alcántara y los de Osuna (Sevilla) y Siste-Silibar-Matrera (Cádiz) a la Orden de Calatrava.


1369 Abū ´Abd Allāh Mwāmmad V al-Ganī bi-Llāh, para aliviar el asedio de Qarmūna por los partidarios de Enrique II, rey de Castilla, realizó al-gāras de Sevilla y saqueó Osuna y Marchena.

En 1445 el Comendador de Calatrava la cambia por Fuente Ovejuna y Belmez. Se erigió en señorío, propiedad del conde de Ureña Pedro Téllez-Girón


1462 11 abril. Abū l-Ḥassān´ Alī (Muley Haçén), hijo y heredero del ´Āmir ANaşr Sa'd ibn ´Aal-Musta´īn bi-Llāh y Al-Qā´id de Lawša/Loja, es derrotado por los castellanos de Rodrigo Ponçe de León (hijo del 2º conde de Arcos) y Luis Pernía (alcaide de Osuna) en la batalla del Madroño, no lejos de ´Istibb/Estepa.

En el s. XVI Juan Tellez de Girón IV conde de Ureña y padre del primer duque de Osuna, virrey y Capitán general de las Dos Sicilias y gran protector de Francisco Quevedo, los dos cayeron en desgracia. El gran poeta le dedicó el soneto que empezaba;
De la Asia fue terror
de Europa espanto
y de la Africa rayo fulminante
Soneto que concluía
Y a tanto vencedor, cenció un proceso
de sus desdichas, su valor se precie
murió en prisión, y muerto estuvo preso


Que la dota de Colegiata (1531, Universidad (1548), entre sus paredes estudió Blanco White y 19 monasterios y cuatro hospitales.
La magnificiencia y poder de los duques de Osuna era tal que no hubo durante cuatro siglos empresa política o social española donde no estuviera presente la influencia de los Osuna, los cuales acumulan en sus manos cerca de 20 grandezas de España, más de 50 títulos, 4 principados y la mayor fortuna que había en el país, siendo fama que podían cruzar media Península sin salir un palmo de sus tierras, y que tenían escuadra propia en el Mediterráneo.
El primer conde de Osuna Pedro Téllez-Girón de la Cueva Velasco y Toledo, consigue la mano de la que luego había de ser Isabel I, reina de Castilla y León, pero fallece en Villarubia cuando iba desde Andalucía para desposarse con Isabel
Calle San Pedro
Palacio de los Marqueses de la Gomera, grande, espectacular y de imponente fachada. Visitar; Patio y Capilla.
La Cilla del Cabildo de la Catedral de Sevilla en Osuna, construida en el año 1773, hoy en día es la Casa Parroquial de Osuna y su diseño se debe al arquitecto Alonso Ruiz de Florindo. Lo más llamativo de su portada las columnas compuestas sobre pedestales y rematada por una cornisa, sobre la que se representa la Giralda con las Santas Justa y Rufina entre jarrones de azucenas. En el entablamento figura la inscripción: “Silla de la Santa Metropolitana Patriarcal Iglesia de Sevilla. Año de 1773”.

Palacio de los Cepeda, del siglo XVIII y que actualmente alberga los Juzgados, de marcado estilo barroco y un casi interminable catálogo de casas y casonas de todo tamaño y estilo que hicieron que la Unesco considerara esta vía como la segunda más bella de Europa.
          Es tan fotogénica que incluso Zeffirelli la utilizó como escenario de una de las tomas de la película Callas, por su elegancia y carga histórica. Su fachada de grandes dimensiones, en la que encontraremos numerosas ventanas decoradas con unas bellas rejas de forja y cuenta con un balcón coronado con el escudo familiar que protegen dos figuras de alabarderos casi de tamaño natural. El interior del Palacio está reformado, aunque todavía conserva algunos detalles como en la bóveda de la escalera Uno de los miembros más destacados de la aristocrática familia de los Cepedes, fue Santa Teresa de Jesús cuya esfinge se reproduce en la fachada principal de la casona.
          

Calle Sevilla
Palacio de Govantes y Herdara Calle Sevilla del Nº 44, con una impresionante fachada barroca con columnas salomónicas. Construido en el Siglo XVIII, fueron los antiguos juzgados de la ciudad. Su impresionante fachada con dos grandes columnas de tipo salomónico que se encuentran repletas de pámpanos y uvas y que soportan la balconada. Esta portada del XVIII sigue una estética muy parecida al de otras casas señoriales de la ciudad, como son las dos plantas rematadas por una cornisa que en algún punto quiere ser rebasada, aquí por dos pináculos que rematan la portada, que se sitúa a la izquierda.


Casa de los Rosos Calle Sevilla Nº 39, justo enfrente de la Casa Palacio de los Gorvantes y Herdara,
Lo más destacable de la casa es su hermosa atalaya,y un enorme patio interior de forma rectangular con una fuente en el centro de diseño geométrico y dos galerías superpuestas.
En la fachada, enmarcando la puerta adintelada hay dos columnas completas subidas en pedestales y sobre ellas un balcón que ensancha la cornisa corrida a lo largo de la fachada, y sobre el balcón un relieve de piedra con el escudo nobiliario, y sobre la enseña de los fundadores de la casa, hay otro balcón con su ajimez y columna en el eje con arcos de medio punto.

Casa del Marquesado de Campo Verde Calle Sevilla, núm. 33.
Esta casa-palacio también es de propiedad privada, por tanto no se puede visitar. La portada es del Siglo XVI. Un trozo de fachada de piedra cuelga a modo de un lienzo de la cornisa a un alero. Son dos rectángulos yuxtapuestos de similares dimensiones y con los lados mayores ortogonales: El primero es una estera, un ancho marco de sillería que con sus relieves concéntricos guarnece una reja con su corona metálica; luego es la transición del entablamento apoyado en dos medias columnas esbeltas y aéreas del que se suspende solidaria una ménsula vegetal, dos columnas con sus altos pedestales blanqueados, disimulados en la continuidad del paramento. La casa pertenece al Marquesado de Campo Verde y no se puede visitar.


Casa del Conde de Puerto Hermoso Calle Sevilla, Nº 36.
Forma un ángulo recto con dos calles, con la monumental Calle Sevilla y hace esquina con la Calle del Santísimo La edificación originaria tenia un gran torreón mirador que quedó inconcluso. Por fuera, podemos ver que la torre que está inacabada, tiene la función de zaguán. La portada es bastante sobria y sencilla y pertenece al finales del Siglo XVI y cuenta con un vano adintelado y cerrado por pilastras estriadas, que era el "adorno decorativo" que se llevaba en ese momento y que era propio de la transición al primer barroco. Otra parte importante de la fachada son sus ventanas con cierres de solidas rejas que sobresalen de la misma. La casa es privada y no se puede visitar


Plaza Mayor (cerca de Ayuntamiento)


Plaza Cervantes
Esta pequeña plaza de Osuna, podría pasar por ser una plaza más de esta bonita Ciudad, si no fuese porque en su entorno hay parte de la historia mÁs importante de la misma.
La plaza suele estar muy concurrida, ya que en sus aledaños hay varios establecimientos de "tapeo" y alojamiento.

Arco de la Pastora Quizás sea este arco el icono más representativo de la Ciudad de Osuna,
Saliendo de la calle San Pedro y torciendo a mano izquierda hasta llegar a la Plaza de Cervantes, construido en el año 1796 cuando reinaba Carlos IV, sobre la antigua Puerta de Écija
El gran arco central está rematado por un friso sin decoración y un frontón de forma triangular en el que se puede leer una inscripción y es la única pieza que destaca del conjunto, y que está decorado con tres pináculos.

Universidad (en la trasera de la Colegial).
      La Universidad, el sueño de Juan Téllez, IV conde de Ureña y padre del I Duque de Osuna. Quiso para su corte una Universidad al estilo de la de Alcalá de Henares y la construyó.
     Por fuera parece un palacete herreriano. Sigue el modelo imperante en 1543, cuando se erigió. Sobrias fachadas y un gran patio central cuadrado con dos plantas alrededor ambas con arcadas de medio punto.
Es un edificio de planta rectangular organizado en torno a un patio de planta cuadrada flanqueado por cuatro torres en los ángulos, rematadas por chapiteles recubiertos de cerámica vidriada
    En las esquinas tiene unas torrecitas redondas con chapiteles muy marcados, y en un lateral hay una imagen de la Inmaculada Concepción, patrona de la Universidad.
    En el mismo zaguán tiene pinturas murales muy bien conservadas. A un lado la sala de profesores y, muy cerca, la capilla. En el lado opuesto del patio la secretaría.
    A su interior se accede, desde la portada principal, a un recinto o vestíbulo de planta rectangular cubierto con “alfarje” de dos órdenes de vigas sobre ménsulas, decorado con labores de taracea. Esta estancia comunica, por su costado derecho con la capilla, al frente con el patio central y a la izquierda con la sala de la Girona.
    Estuvo funcionando hasta que los franceses la convirtieron en cuartel, recientemente en 1995 se recuperó como escuela universitaria dependiente de la Universidad de Sevilla impartiendo enfermería, ciencias empresariales y materias similares.
    Por Decreto 346/2004, de 18 de mayo, de la Junta de Andalucía se declaró bien de interés cultural, con la categoría de monumento.

Colegiata de Sta. Mª de la Asunción
      Fue fundada en el año 1535 por D. Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña, al conseguir una bula papal para que la que ya era Parroquia fuera al mismo tiempo Colegiata. El templo se construyó en el lugar que ocupó la Iglesia del Castillo, totalmente destruida por un incendio.
     La iglesia está construida con el sillar extraído de las canteras de Osuna El exterior del templo es de estilo renacentista, con tres fachadas; en la fachada principal cuatro contrafuertes cuadrangulares se alzan como elementos principales de su bella portada. En el lateral izquierdo, se levanta la torre, obra realizada a partir de 1914,y que aún se encuentra inacabada. Tres puertas dan acceso a la Colegiata. Existen otras dos que se encuentran cegadas desde el siglo XVIII, las coincidentes con los pies de las naves laterales. La Puerta de la Cuesta, se abre frente al Monasterio de la Encarnación y permite la entrada directa a la nave del Evangelio. La que comunica con la nave de la Epístola es la llamada Puerta del Sol. Se puede acceder al interior de la Colegiata a través del pequeño Patio del Panteón de los Duques de Osuna o Santo Sepulcro, que fue construido entre 1544 y 1555, y que es una de las muestras más bellas del Renacimiento. Sobre columnas de piedra están labrados dos claustros, cuyos arcos escarzanos se apoyan en grandes ábacos decorados con grutescos.
    En el piso bajo, los arcos aparecen separados por pilastras jónicas de inspiración plateresca. En los paramentos se conservan pinturas del siglo XVI, con la Santa Cena como motivo central. Pasado el patio, se accede a la Sacristía del Panteón, pequeño recinto elegantemente realizado con decoración plateresca y cubierto con un artesonado policromado en verde y oro. De la sacristía se accede a la Capilla de la Virgen de la Granada, pieza excepcional del siglo XVI. Los Panteones están construidos debajo de la Colegiata y de la Capilla del Santo Sepulcro. Constan de varias salas o capillas, llamadas de San Marcos, Nuestra Señora del Reposo o Belén, Galería y Capilla del Calvario o De Profundis. A través de una magnífica portada de estilo plateresco pasamos del Panteón a la Iglesia Colegiata. Lo primero que vemos es la Capilla de la Inmaculada, cuyo principal ornato es un altar del Cristo de la Misericordia, que alberga una magnífica talla de Cristo en la Cruz, obra de Juan de Mesa, realizada en 1623. De la Capilla de la Inmaculada se accede al interior de la iglesia, que es de planta rectangular con tres naves y nueve capillas, Mayor, Sagrario, Virgen de la Antigua, Ánimas, San Pedro, Virgen de los Reyes, Bautismal y de Santa Ana. Contienen magníficos retablos, imágenes y cuadros de destacados artistas.
Bajo el Santo Sepulcro
    La Cripta. con columnas de estilo nazarí y paredes de rico azulejo. Pequeño Escorial donde reposa la estirpe familiar de los duques de Osuna, menos el dilapidador Mariano Francisco de Borja José Justo Téllez-Girón y Beaufort-Spontin, XII duque de Osuna y XV duque del Infantado, heredó de su hermano los títulos y estados de la Casa de Osuna; Ducados: XII Duque de Osuna, XVI de Gandía, XV de Béjar, XIV de Arcos, XV del Infantado, XIV de Medina de Rioseco, XVII Conde y XIV Duque de Benavente, XI duque de Pastrana, XI duque de Estremera, XII duque de Francavilla, XV duque de Placencia, XII duque de Lerma, XII duque de Mamdas y Villanueva, 20 veces Grande de España.

 Marquesados: Marqués de Santillana, de Távara y del Cenete, Príncipe de Éboli y de Squilace, Conde y Príncipe di Melito, marqués de Peñafiel, de Gibraleón, de la ciudad de Terranova, de Zahara, de Argüeso, de Almenada, de Algecilla de Lombay, de Quirra, de Marchini, de Campoó, de Diano y de Villagarcía, de Cea, de Monteagudo, Marqués y Señor de Nules.

Condados: Conde de Ureña, del Real de Manzanares, de Saldaña, del Cid o Jadraque, de Villada, de Bañares, de Belalcázar, de Oliva, de Mayalde, de Bailén, de Casares, de la Chamusca, de Aliciano, de Centellas, de Simari, de Mayorga, de Osilo, de Coguinas y de Fontanar; primer Conde del Reino de Valencia.

Otros títulos; Vizconde de la Puebla de Alcocer, Señor de las villas de Melgar de Fernamental y Villasandino, justicia mayor del Reino de Castilla, gran justicier del Reino de Nápoles, primera voz del Estamento o Brazo Militar del Reino de Cerdeña, almirante de Castilla, merino mayor de Asturias y León, notario mayor de los Reinos de Castilla, camarero mayor del Rey y gentilhombre de Cámara de S. M., con ejercicio y servidumbre; señor de todos los Mayorazgos, con sus ciudades, villas, lugares, juros, heredamientos, castillos, baronías, oficios, patronatos, etc., de las Casas de los Girones y Téllez, Mendoza, Lasso de la Vega, Luna, Cisneros, Albornoz, Manzanedo, Sandoval, Enríquez, Toledo, Borja, Centelles, Vigil de Quiñones, Silva, Zúñiga, Ponce de León, Alfonso-Pimentel, Sotomayor, Maza de Lizana, etc.

Fue Teniente General del Ejército de Tierra, Senador vitalicio (1845-1846) y por derecho propio (1878-1879), agregado militar de la Embajada extraordinaria en Londes, embajador en Berlín y en San Petersburgp durante el período de 1856 a 1868, bajo el Zar Alejandro II de Rusia.

Distinciones; Caballero de San Juan, de Calatrava y del Toisón de Oro, estuvo condecorado con muchas grandes cruces nacionales y extranjeras.
Fue asimismo miembro honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y numerario de la Real Academia de la Historia; pertenecía a varias sociedades científicas de España y del extranjero, entre otras, al Instituto de Africa de París, del cual era presidente honorario; siendo uno de los primeros presidentes en ejercer dentro del Casino de Madrid.

     Y empezó una vida de lujo que acabo con su gran ruina. Su fabulosa herencia, compuesta de títulos, oro, regios palacios y colecciones de arte, fue despilfarrada en cuarenta años. Lo ilustra esta anécdota. De viaje a la Rusia de los zares como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Isabel II, una noche en la que debió asistir a una recepción en palacio y como no encontró sitio por haber llegado tarde, se sentó en el suelo, sobre el abrigo de armiño cargado de joyas y condecoraciones que le protegía del frío. Una vez concluida la sesión, el duque de Osuna se levantó y se retiró sin acordarse del armiño. Un ujier corrió tras él y, al hacerle notar el olvido, Osuna contestó: “Sepa usted que los embajadores de España no acostumbran llevarse los asientos”.

Museo de arte sacro de la Colegiata
     Se accede al Museo a través de una puerta, también de estilo plateresco, realizada a mediados del siglo XVI. Sus dependencias son la antigua sacristía y las salas que tenían adjuntas. Conserva en el interior de sus cuatro salas obras de gran relevancia, como cuadros y ornamentos realizados por importantes artistas de los siglos XVI al XIX. Entre los cuadros destacan San Jerónimo y el Ángel del Juicio, Martirio de San Sebastián y Martirio de San Bartolomé, todos ellos realizados por José de Ribera "el Españoleto" en el siglo XVII. La Crucifixión o El día del Juicio, obras realizadas por el Duque de Osuna cuando era Virrey de Nápoles. También destacan las tallas de Alonso Cano y una serie de manuscritos, como la Bula Papal que autorizó la construcción de este templo.
     Uno de los Duques de Osuna fue protector de Zurbarán y sus discípulos, por lo que algunos cuadros de este grupo de artistas pueden ser visitados en el interior de la Colegiata.

Museo Arqueologico (Torre del Agua) El museo está formado por cuatro salas, superpuestas en 2 plantas, podemos ver cosas muy interesantes, como las cerámicas ibéricas, esculturas, fustes y sobre todo cerámicas de origen romano así como vidrios denominados terra sigilata.
Hay una reproducción del quizás hallazgo más importante y conocido de la ciudad, "El toro de Osuna"


Iglesia Santo Domingo A finales del siglo XVII fue Casa de Estudios y Noviciado de la Orden de Santo Domingo. La Iglesia presenta dos fachadas en las que destaca sobre su tejado la espadaña, que fué construida en cantería y azulejos
    El interior es de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón. En el muro derecho se abren tres capillas de las cuales la situada en el centro está cubierta con un artesonado mudéjar.
    La capilla colateral izquierda contiene, un retablo de Lorenzo Meléndez de 1.564, a quien pertenece la escultura de la Virgen con el Niño de la hornacina central. Las pinturas sobre tablas distribuidas por las calles laterales fueron realizados por Antonio de Arfian.
    En la capilla del Rosario, primera del muro derecho se encuentra un zócalo de azulejos de principios del siglo XVII.
     Destaca un lienzo de Santo Domingo atribuido a Juan del Castillo, maestro del famoso pintor sevillano Murillo y una escultura de la Virgen de los Desamparados de Astorga.

Iglesia convento de Santa Clara Saliendo desde la Plaza Mayor y en una esquina entre la calle Huertas y Tía Mariquita, nos encontraremos con esta Iglesia Convento de Santa Clara, que fué fundada por la esposa del IV Conde de Ureña, Doña María de las Cuevas.
Interior de la Iglesia; púlpito barroco, dorado y con gran profusión de adornos.
Llama bastante la atención su curioso campanario rodeado de un pequeño balcón con barandilla de forja.

Iglesia convento de Santa Catalina
La Iglesia cuenta con 6 retablos, siendo el retablo mayor del barroco de la segunda mitad del XVIII, destacando las esculturas de San Miguel, una representación de la Casulla a San Idelfonso y en el centro Santa Catalina.


Iglesia de san Carlos el Real La parte trasera linda con la casa de la Cultura en la monumental calle Sevilla. Desde el año 1989, alberga la Casa de la Cultura.


Convento de la Concepción
Podemos ver el vestíbulo donde está ubicado el torno, así como una maravillosa muestra de los azulejos sevillanos que adornan en zócalo.


Iglesia de san Pedro Subiendo por la Calle Cristo al llegar a la Plaza de Juan XIII, nos encontraremos con la Iglesia Convento de San Pedro, que fué mandada a construir por D. Juan Téllez para que sirviese como lugar de enterramiento de sus sirvientes. Más tarde, en el año 1564 fué ocupado por las monjas Carmelitas Descalzas siguiendo ocupando el lugar hasta el día de hoy. La portada de estilo mudéjar y cuya construcción data del año 1500. En el interior de una sola nave cubierta por bóveda de cañón podemos ver su retablo rococó y que lo preside la imagen de la Virgen del Carmen, una imagen realizada en el Siglo XIX.
En los laterales del retablo hay un par de esculturas del Siglo XVII, la de María Magdalena y Santa Teresa.


Iglesia de san Agustin
La Iglesia se encuentra en la calle que lleva su mismo nombre y que si la continuas acaba encontrándote con el Ayuntamiento y la Plaza Mayor de Osuna.

Iglesia de la Consolación
Su interior cuenta con tres naves separadas por pilares y cubiertas de cañón,y la capilla mayor está bajo una bóveda semiesférica.
El Retablo mayor con columnas salomónicas, es obra de Pedro García de Acuña, realizado en el año 1702 para el convento de El Calvario.


Iglesia convento del Espiritu Santo

Iglesia y torre de la Merced La torre barroca fué construida por Alonso Ruiz Florindo, el mismo arquitecto que también construyó el maravilloso Palacio de la Cilla del Cabildo.
Iglesia Ntra. Sra. de la Victoria El interior de la iglesia es de una sola nave con capillas entre contrafuertes, cubierta con bóveda de cañón y decorada con yeserías de motivos serlianos. En el crucero se levanta una bóveda de media naranja que descansa sobre pechinas.

Osuna. Declarada Monumento Histórico Artístico.desde 1967

lunes, 7 de julio de 2014

´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa’īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī

El 15 noviembre Nace en Lawša/Loja Garnāţa (al-Āndalus) ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa’īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī el gran historiador de al-Āndalus, hay poemas suyos en las alacenas (izqda-dcha) que hay a la entrada del Salón de Embajadores y en la Sala de Dos Hermanas (por las dos inmensas losas de mármol que mandó colocar allí Abū ´Abd Allāh Mwḥāmmad V al-Ganī bi-Llāh. De una familia originaria de Qūrţuba, recibiría su primera educación de su padre y otros eruditos de la época, haciendo el tradicional aprendizaje primario, compuesto de la enseñanza islámica, gramática, poesía y ciencias naturales. Su padre, ‘Abd Allāh, se trasladó a Garnāţa, para entrar al servicio del soberano príncipe de los Banū al-Aḥmar (naşrīes), llegando a ser nombrado superintendente o encargado de los almacenes de víveres. El mismo pasó sus primeros años en ésta ciudad, e hizo sus estudios bajo la dirección de sus más importantes educadores, siendo discípulo predilecto del célebre médico Yaḥyā ibn Hwdsail, cultivando las ciencias filosóficas y adquiriendo importantes conocimientos en medicina. Fue muy aficionado a las letras, siguiendo los cursos de los más destacados literatos y gramáticos, y desarrollando una excelente poesía y prosa, de acuerdo con el mejor estilo árabe. Fue desde muy joven cuando manifestó sus grandes dotes de poeta y espistológrafo, no teniendo en esta última materia rivales en su momento. Su padre, estuvo al servicio de los naşrīes, perdería la vida a manos de los invasores politeístas cristianos en el año 1340, invitando el gobernante naşrī a ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī (que tenía por entonces veintisiete años de edad), para que ocupara el puesto de diwān al-inshā/secretario en el departamento de correspondencia. Por este tiempo compuso unos versos en honor del soberano gobernante, Abū l-Haŷŷāŷ Yūsuf I ibn Ismā´īl, que circularían por el Reyno andalusī. Para compensarle, el ´Āmir le tomó a su servicio y le incluyó en el número de los escritores que trabajaban en Palacio bajo la dirección de Ibn al-Chayab. Vengo a Agmāt y reverente Miro y beso tu sepulcro, ´Āmir magnánimo, faro Que dio clara luz al mundo, En tus rayos, si vivieras, Me bañaría con júbilo. Y mis poesías mejores Fueran el encomio tuyo; Ora postrado de hinojos Sólo la tumba saludo. Egregiamente descuella Entre circunstantes túmulos. Cual tú de reyes y vates Descollabas entre el vulgo. Siglos ya sobre tu muerte Pasaron y tu infortunio; Pero guardas la corona, No te la quita ninguno. ¡Oh, Rey de muertos y vivos! Tu igual vanamente busco, Que no ha nacido tu igual Ni nacerá en lo futuro. Ibn al-Chayab, que sería considerado como el primero de todos los poetas, prosista y filólogos de al-Āndalus, fue el mejor preceptor de ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī. En la caída de Abū ´Abd Allāh Mwḥammād III al-Majlū´ y con el asesinato del poderoso wazīr Mwḥammād ibn Al-Ḥakām, sería escogido ´Abd al-Raḥmān ibn al-Jaldūn, para el puesto de secretario imperial, cargo que desempeñaría hasta el año 1348, fecha en que Abū l-Haŷŷāŷ Yūsuf I ibn Ismā´īl, lo eligiría para el cargo de wazīr/ministro con todos los títulos y privilegios. Con el ejercicio de estas funciones daría muestras de una gran habilidad, y sus relaciones epistolares y diplomáticas, respecto a los príncipes vecinos y soberanos de Ifriqiiah/Ifriqiiah, le hacen merecedor de grandes elogios mostrando un talento admirable. El ´Āmir garnāţino le favorecería con toda clase de distinciones, autorizándole incluso a designar los candidatos para los cargos públicos de la Administración, a los que nombraba buscando privilegios para sí mismo. Todo ello haría que ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī reuniera una fortuna considerable. Por el año 1354 Abū l-Haŷŷāŷ Yūsuf I ibn Ismā´īl, sería asesinado, mientras se encontraba en la Masyid/Mezquita, el día en que terminaba el ayuno legal, para asistir a al-salat, y en el momento en el que éste se inclinaba haciendo suyud/reverencia, un hombre se precipitó sobre él y le asestó una fuerte puñalada por la espalda, falleciendo instantáneamente. Pronto sería proclamado soberano el príncipe Abū ´Abd Allāh Mwḥāmmad V al-Ganī bi-Llāh. Durante este período sería el liberto Abū -l-Nuaym Ridwān, que ejercía los cargos de general en jefe y tutor de los jóvenes príncipes de la familia real, quien realmente gobernara al-Āndalus Tomó por nā´ib/lugarteniente a ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī, dándole una total participación en las tareas de gobierno, gozando la administración de una gran prosperidad y estabilidad política. Una de las grandes virtudes como político sería la de poseer unas excelentes cualidades para la diplomacia: ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī recibiría la misión de trasladarse a la corte Banū Marīnī de Abū Inān, para solicitar el apoyo de éste príncipe contra las armas extranjeras de los castellanos-leoneses. ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī se presentó en dicha audiencia regia, adelantándose a los wazīres/ministros y jurisconsultos que formaban parte de la embajada, y dirigiéndose al propio Abū Inān solicitaría permiso para recitar, de forma literaria, su misión, antes de entrar a parlamentar. El príncipe accedió a ello, y el embajador, puesto en pie, comenzó de esta forma: ¡Vicario de Allāh! ¡oj Allāh el destino aumente tu gloria todo el tiempo que brille la luna en la obscuridad! Oj Allāh la mano de la Providencia aleje de ti los peligros que no podrían ser rechazados por la fuerza de los hombres. En nuestras aflicciones tu aspecto es para nosotros la luna que disipa las tinieblas y, en las épocas de escasez, tu mano reemplaza a la lluvia y esparce la Abūndancia. Sin tu auxilio, el pueblo andalusï no habría conservado ni habitación ni territorio. En una palabra, este país no siente sino una necesidad: la protección de tu majestad. Aquellos que han experimentado tus favores, jamás han sido ingratos; nunca han desconocido tus beneficios. Ahora, cuando temen por su existencia, me han enviado a ti y esperan. El ´Āmir Banū Marīnī encontró muy hermosas estas palabras, respondiéndole al embajador: No regresarás a tu nación y a tus compatriotas sin que tus deseos sean satisfechos; te doy permiso para sentarte. A continuación colmaría de mercedes e infinidad de regalos a los miembros de la embajada y, antes de despedirlos, les concedió cuanto solicitaron. Uno de los antiguos profesores de ´Abd al-Raḥmān ibn al-Jaldūn (narrador de la biografía de ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī, el cādī kserife Abū al-Kāsim, que formó parte de esta comisión, le señaló a aquél, al hablar de tal audiencia, lo siguiente: Es la primera vez que se ha visto que un embajador consiga el objeto de su misión, antes de haber saludado al ´Āmir, a cuya corte había sido enviado. No tardó en ganar el título político de Dhū al-wizāratayn/doble wazīr, que tradicionalmente se concedía a los wazīres/ministros con poderes ejecutivos. Su influencia en la corte y su riqueza provocarían la envidia de los cortesanos, y uno de sus discípulos, el poeta Abū ´Abd Allāh ibn Zamrak, de la escuela malaquita, conspiraría contra ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī, acusándole de herejía, debido a los postulados sufitas que éste profesaba. Fue exiliado a Fās/Fez, de donde no tardaría en volver a su puesto. Otro de los sucesos más destacados de su vida sería la experiencia que vivió en Ifriqiiah/Ifriqiiah, con motivo de acompañar a Abū ´Abd Allāh Mwḥāmmad V al-Ganī bi-Llāh, en su exilio a la corte del Califa merinita Abū Salim, quien los recibió con un magnífico cortejo y con gran dignidad: hizo subir a un trono, colocado frente al suyo, al exiliado monarca naşrīta, recitando a continuación ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī un poema en el cuál suplicaba a éste monarca que le prestare auxilio. El ´Āmir de Ifriqiiah/Ifriqiiah prometió sostener a su huésped y, mientras llegaba el momento de su restauración en el trono andalusī, le colmó de honores, instalándolo en un espléndido palacio, proveyendo de igual forma las necesidades de todos cuantos formaban el séquito del monarca andalusī. El ex wazīr/ministro ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī llevaría durante algún tiempo una vida muy agradable, gozando de los favores y la atención que le otorgara el ´Āmir Banū Marīnī. Solicitó así mismo recorres las ciudades y comarcas de Ifriqiiah/Ifriqiiah, para conocer y visitar los monumentos y recoger la historia de sus antigüas formaciones sociales. Obtuvo el permiso consiguiente, llevando consigo cartas recomendatorias en las que se invitaba a los administradores y walīes/gobernadores a facilitarle medios y obsequiarle con regalos, reuniendo ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī una gran fortuna. Igualmente, y por recomendación del ´Āmir Banū Marīnī, le fueron devueltas las posesiones que éste tenía en la campiña de Qūrţuba. Mientras el monarca andalusī destronado permaneció en Ifriqiiah/Ifriqiiah, ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī estuvo separado de él, residiendo en la ciudad de Salê, hasta el año 1362, en que Abū ´Abd Allāh Mwḥāmmad V al-Ganī bi-Llāh, recuperaría nuevamente el trono. Envió a buscar a su familia, que había dejado en Fās/Fez, haciéndole el encargo a ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī para que les acompañara y protegiera hasta la Península. A su llegada a Garnāţa, fue muy bien acogido por el monarca y restablecido en el puesto que anteriormente había ocupado. El ´Āmir Banū Marīnī ‘Utmān ibn Yaḥyā ibn ´Umar, al servicio de los ´āmires de Garnāţa fue uno de los personajes que más laboró por el regreso a Garnāţa de Abū ´Abd Allāh Mwḥāmmad V al-Ganī bi-Llāh y, una vez conseguido, se vio beneficiado de la confianza del príncipe, actuando como auténtico walī/gobernador de ésta parte de la Península. Pues bien, ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī sintió indignación por la confianza que le otorgaba el príncipe. Mostrándose temeroso de los peligros que a su juicio envolvía la presencia de éstos príncipes Banū Marīnīes, logró que el ´Āmir andalusī articipase también de estos temores, y resolviera tomar medidas de precaución. En Ramaḍān del 764/1363, ´Utmān ibn Yaḥyā ibn ´Umar y su familia fueron encarcelados y poco después expulsados del país. ´´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī quedaría como gobernante y administrador único de aquel Reyno andalusī, obteniendo plena confianza del ´Āmir garnāţino para las tareas del gobierno. Todo ello provocaría que los familiares del príncipe y otros cortesanos comenzaran a levantar contra él todo género de intrigas y calumnias, fundamentalmente referidas a su concepción materialista de la vida, que confesaba en su ideología sufí. En un principio, el ´Āmir andalusī no prestó oídos a estas insinuaciones; no obstante, ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī, advertido de éstas conspiraciones que se urdían contra él, llegaría a concebir la idea de abandonar la corte andalusī, en busca de seguridad. El ´Āmir Banū Marīnī ´Abd al-´Azīz, que gobernaba por entonces en Ifriqiiah/Ifriqiiah, le era deudor de un importante servicio: el haber encarcelado a uno de los príncipes que había iniciado una revuelta en al-Magrib en contra de su gobierno. Como señalamos, ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī encarceló a este príncipe, con lo cual obtuvo toda clase de favores del ´Āmir Banū Marīnī, ofreciéndosele incluso un importante puesto en la corte de Fās/Fez. Entre tanto, ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī era presa de las mayores inquietudes, debido a las noticias que le llegaban sobre las malas artes de los cortesanos y sus continuas intrigas para indisponerle con el soberano andalusī. Le pareció notar que el ´Āmir había comenzado a darles un cierto crédito, e incluso notó una cierta indisposición con respecto a él, decidiendo resueltamente abandonar la corte garnāţina y pasar a Ifriqiiah/Ifriqiiah. Hizo, pues, que se le diera la misión de inspeccionar las fortalezas que cubrían la parte occidental del Reyno de Garnāţa, y partiendo a la cabeza de un escuadrón de caballería, que tenía a su servicio, se encaminó a su destino acompañado de su hijo ´Alī, que era afecto al ´Āmir. Cerca de Ŷabal Ţāriq/Gibraltar envió unos regalos al walī/gobernador de la plaza para comunicarle su presencia. Este oficial, que había recibido ya instrucciones del ´Āmir ´Abd al-´Azīz, saldría al encuentro de tan ilustre visitante, facilitándole la marcha a Sabta/Ceuta, ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī recibiría de los administradores de ésta fortaleza todos los honores de rigor, viéndose colmado de atenciones. Acto seguido, tomaría el camino de Tilimsan/Tremecén, para ir al encuentro del ´Āmir Banū Marīnī en ésta población (1371/2). A su llegada, fue recibido a caballo por los principales oficiales y representantes de la corte; el mismo ´Āmir le acogería con la mayor celebridad, velando por su seguridad y bienestar y dándole el mismo trato que a los miembros de la familiar real. Apenas se hubieron cruzado los primeros saludos, enviaría el ´Āmir a uno de sus secretarios para que lograra del soberano andalusī la autorización para el traslado de la familia de ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī, cosa que así se hizo. A partir de éste momento, la corte de Garnāţa comenzó a hervir en contra del antiguo wazīr/ministro, publicando en todos los tonos hasta los menores deslices en que había incurrido durante el período de su gobierno, siendo considerado a todos los efectos como fugitivo. Estas intrigas hicieron mella en el ánimo del monarca andalusī, que daría crédito a las acusaciones que sobre algunos de sus discursos se hacían, resaltando de ellos su carácter materialista y sufita. El soberano de Garnāţa encomendó a uno de los cāddíes ésta causa, llegando a declarar por un acto formal, jurídico, que aquellos escritos eran propios de un kāfir/infiel. El ´Āmir ´Abd al-´Azīz y exigiera el castigo para el refugiado. El monarca de al-Magrib, aunque partidario de la contrarreforma islámica, gozaba de gran amistad con ´Abd Allāh Mwḥammad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī y no podía desatender los derechos de hospitalidad que anteriormente le había brindado, respondiéndole al cādī con éstas palabras: Puesto que conocíais esos crímenes, ¿por qué no los castigasteis cuando se hallaba entre vosotros? En cuanto a mí, declaro que mientras esté bajo mi protección, nadie le molestará con motivo de éste asunto. No sólo colmó a ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī de mercedes y atenciones, sino a sus hijos y también a los andalusīes que le habían acompañado en su viaje a Ifriqiiah/Ifriqiiah. En el año 1372, muerto ´Abd al-´Azīz, los Banū Marīnīes dejarían la ciudad de Tilimsan/Tremecén, regresando al-Magrib, cosa que también haría ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī, enrolado en la corte de Abū Bakú ibn Ghazi, regente en la administración. Cuando llegó a Fās/Fez, compró allí numerosas tierras y construyó excelentes casas, con hermosos ŷinān/jardines. ´Abd al-Raḥmān ibn al-Jaldūn, en otra parte de su obra, refiere de ésta forma la muerte de nuestro importante político y literato: A principios del año 776/1374 el ´Āmir Abū-l-Abbās llegó a apoderarse de la Villa-Nueva, capital del Imperio, se dejó gobernar por su wazīr/ministro, Mwḥāmmad ibn ´Utmān, que tenía por nā´ib/lugarteniente a Swleymān ibn Dāwūd Proclamado ´Āmir en Ţānŷa/Tanger, se había comprometido con ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī, wazīr/ministro tránsfuga que había excitado a ´Abd al-´Azīz a intentar la conquista de al-Āndalus. Después de haber abandonado la ciudad de Ţānŷa/Tanger, el ´Āmir Abū-l-Abbās tuvo un encuentro con las tropas de Abū Bakú ibn Ghazi bajo los muros de la Villa-Nueva, tras de cuyas murallas habíanse refugiado, viéndose obligadas a sostener un sitio. ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī comprendió entonces el peligro que le amenazaba y se encerró en la ciudad con el wazīr/ministro. El ´Āmir, habiéndose posesionado de la plaza, dejó tranquilo a ´´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī por algunos días; más luego mandó arrestarle por consejos de Swleymān ibn Dāwūd. Este wazīr/ministro profesaba a ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī un odio mortal: cuando Abū ´Abd Allāh Mwḥāmmad V al-Ganī bi-Llāh, estuvo refugiado en Ifriqiiah/Ifriqiiah, había conseguido de él la promesa formal de que, una vez restablecido en el trono, nombraría a Swleymān ibn Dāwūd comandante de los Voluntarios de la Fe. Sentado nuevamente en su trono éste Swleymān ibn Dāwūd solicitó de él cumplimiento de lo ofrecido; pero ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī se opuso a ello, razón por la cual Swleymān ibn Dāwūd regresó a Ifriqiiah/Ifriqiiah abrigando contra ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī un odio secreto que suspiraba continuamente por la revancha. Cuando el ´Āmir de Garnāţa tuvo noticia de que había sido arrestado ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī, envió una comisión presidida por Abū ´Abd Allāh ibn Zamrak, que le había sucedido en el cargo, el ´Āmir de Marrākuš/Marruecos mandó que ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī compareciera ante una comisión compuesta de altos dignatarios y consejeros de Estado. Acusado de haber insertado en sus escritos algunas proposiciones malsonantes, fue encarcelado después de haber sido sometido a la tortura. El Jurado deliberó luego si procedía además imponer la pena capital por las dichas proposiciones. Algunos jurisconsultos votaron por la muerte, dando así ocasión a Swleymān ibn Dāwūd de saciar su sed de venganza. Por órdenes secretas de éste, algunos miserables que tenía a su servicio reunieron por la noche una cuadrilla de gente asalariada, a la cuál se unieron los enviados andalusīes: forzaron las puertas de la prisión y estrangularon a ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī. Al día siguiente se le enterró en el cementerio de la Bāb/Puerta de Mahruk, y al otro día se descubrió que el cadáver había sido sacado de su tumba para hacerle desaparecer por el fuego: hallábase extendido al borde de la fosa, con los cabellos consumidos y la cara ennegrecida por la acción del fuego. Se le enterró nuevamente, y así terminaron las desdichas de ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī. El público se indignó por tal infamia, y no vaciló en atribuir ésta escandalosa profanación a Swleymān ibn Dāwūd, a sus criados y demás dependientes de su administración. Durante los días de su prisión, el desventurado ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī se preparaba a bien morir; aún tuvo el valor suficiente para coordinar sus ideas y componer muchas elegías sobre el triste fin que le esperaba. En una de estas composiciones se expresa así: ¡Aunque estemos cerca de la parada terrestre, nos hallamos ahora alejados de ella! Habiendo llegado al lugar de la cita /sepulcro/, guardamos silencio /para siempre/. Nuestros suspiros se han detenido repentinamente, bien así como se detiene la recitación de la oración cuando se ha pronunciado el Konut. Aunque éramos antes poderosos, ya no somos más que osamentas; en otro tiempo dábamos festines, hoy somos el festín/de los gusanos/. Eramos el sol de la gloria; pero ahora este sol ha desaparecido, y todo el horizonte se conduele de nosotros. ¡Cuántas veces la lanza ha derribado al que lleva la espada! ¡Cuántas veces la desgracia ha abatido al hombre feliz! ¡Cuántas veces se ha enterrado en un miserable harapo al hombre cuyas vestiduras llenaban numerosos cofres! Di a mis amigos: ¡ ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī ha partido! ¡Ya no existe! ¿Y quién es el que no ha de morir? Di a los que se regocijan de ellos: ¡Alegraos si sois inmortales! Tan trágico fin tuvo ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī, cuya privilegiada naturaleza, y su incansable actividad se entreveró de forma solicitada por dos fuerzas distintas que tiraban de él a la par: los ideales políticos y las luchas despiadadas y muchas veces cruentas de la época, y los dulces goces en el cultivo de las letras. Tal era ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī, cuya memoria debe conservar Garnāţa y Andalucía con auténtica veneración. Entre todas ellas sobresale por su importancia la titulada El círculo, que versa sobre la historia de Garnāţa. La obra fue escrita en el año 1369, de la cuál Gallagos tiene un códice que debió escribirse en el año 1489. También se conserva un compendio de la Ihātā, realizado en el año 1319 por el egipcio Mwḥāmmad Badr al-Dīn Bistaki, muerto en el año 1429, y que la escribió con el título Markaz al-ihāta bi-udabā Garnāta (El centro del círculo acerca de los literatos de Garnāţa. Es una obra en ocho volúmenes, de la que existen redacciones más breves –quizás realizadas por el mismo autor. Se presenta como un diccionario de biografías de personajes de Garnāţa o que simplemente pasaron por dicha ciudad. Dispuesta siguiendo el orden alfabético de los nombres, y dentro de cada nombre aparecen los personajes citados por categorías sociales; primero, los reyes y emires; a continuación, los magnates; y finalmente, aquellas personas que descollaron en algún campo determinado: cādíes, jurisconsultos, tradicionistas, poetas, etcétera, dando incluso muestras de sus poesías. Todo ello está compuesto con un estilo muy florido y ampulosos, propio del carácter y profesión que ostentaba ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī, alabando sobremanera a su patria andalusïa, de la cual estaba muy orgulloso. En la redacción del diccionario puso a contribución toda clase de fuentes, en número muy elevado, entre las que, por señalar alguna, citaremos la siguiente: Bayān, Muktabis, Mugrib. Otra de sus obras sería El libro del complemento que, como señala su título, sirve de complemento a la obra anterior, y que se encuentra en la biblioteca de El Escorial, con el número 1.674. Otro de sus escritos sería el conocido por Las vestiduras bordadas, que se trata de una obra que compila la historia de los Bi-l-jilāfa/califas de Oriente y otras noticias de la historia de al-Āndalus y de Ifriqiiah/Ifriqiiah. Existen dos ejemplares de ésta misma obra en El Escorial, con los números 1.771 y 1.772 (v. Camiri, tomo II, p. 177). Esplendor del plenilunio, trabajo histórico de ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī que trata de la dinastía naşrī (nazerita o naşrīta), texto que también se encuentra en la biblioteca de El Escorial, con el número 1.771 bis. La obra está dividida en cinco partes: la primera contiene una descripción de la capital del reino garnāţino; la segunda trata de su provincia y principales comarcas; versa la tercera sobre los gobernadores y príncipes que la rigieron; en la cuarta expone las cualidades y ´Ādab/costumbres de sus habitantes; y la quinta estudia la sucesión de los reyes naşrīes y cuanto en ellos encuentra digno de mención. Yerba olorosa de los cátibes o secretarios y apacentamiento de las cosas que acontecieron, que se encuentra en El Escorial, con el número 304 bis. Estos escritos fueron realizados precisamente para ayudar a los funcionarios y, en especial a loscátibes/secretarios, formando ésta obra, que constituye un manual epistolar, un conjunto de modelo de cartas del que pueden valerse los secretarios a la hora de redactar escritos oficiales. En realidad, lo que hizo ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī no fue sino reunir un conjunto de cartas que él mismo había escrito por el año 1368, y distribuirlas con cierto orden y clasificación en diez capítulos: primero, modelo de cartas con elogios o exordios debidos; segundo, epístolas amistosas a recién casados o a príncipes; tres, cartas para celebrar victorias o bien el feliz regreso de algún amigo o señor; cuarto, peticiones de auxilio contra enemigos; cinco y seis, para agradecer obsequios y fortalecer la amistad; siete, ocho y nueve, que ser refieren a cartas de consuelo, de súplica y de acción de gracia por favores recibidos; y, finalmente, el diez, que contiene modelos de epístolas para conseguir que las amistades sean estables y duraderas. Todas las cartas gozan de un estilo ampuloso y rítmico y muchas de ellas figuran en la segunda parte de las Analectas de Al-Makkarī. Evacuación de la alforja sobre lo agradable del viaje o emigración a país extranjero, en cuatro tomos, refiriéndose a numerosas ciudades de las que da noticias, mencionado igualmente a sus sabios, bibliófilos y bibliotecas. Esta obra se encuentra en El Escorial con el número 1.15. Viaje a Ifriqiiah/Ifriqiiah y su regreso a al-Āndalus. Es una disertación histórica en la que el autor refiere las peripecias de sus viajes y las felicitaciones que recibió por esta empresa. De igual forma señala la magnificencia de las ciudades andalusīes en relación con lo conocido en Ifriqiiah/Ifriqiiah, así como del carácter extraordinario de las instituciones nacionales andalusīes y de lo visto en al-Magrib/Magreb. Excelencias de Mālaqah y Salé. Con éste parangón ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī quiere demostrar las excelencias de al-Āndalus, incluso desde el siglo XIV, marcado ya por la decadencia y por una persistente dominación de los reinos extranjeros peninsulares, y de las corrientes ideológicas e invasoras. Igualmente, señala la enemistad pertinaz que en aquel período existía entre los andalusīes y los beréberes, mostrando nuestro autor un auténtico sentimiento antiberéber. Ello es explicable debido al carácter contrareformador que dominaba en Berbería, a la actitud estrecha y dogmática de sus escuelas islámicas, y al gusto por los proyectos imperiales que marcan este período. ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī aparece en ésta obra marcado por un fuerte nacionalismo andalusī, juzgando de una forma crítica tanto a los líderes musulmanes Ifriqiiahnos como a los cristianos peninsulares. A su juicio, las mulūk al-tawā’if/reinos de taifas andalusīes fueron gatos haciéndose pasar por leones, que llevarían nuestra formación nacional andalusī a la mayor de las ruinas; respecto a los líderes cristianos dice, refiriéndose al Cid, que fue enemigo de Dios, que no evitó la matanza de niños y mujeres tras la conquista de Balansiya /Valencia, y lo mismo fue el maldito tirano extranjero, Alfonso VI. En éste opúsculo, de gran valor por sus datos geográficos e históricos, ´Abd Allāh Mwḥāmmad ibn Sa´īd ibn al-Jatīb Lisān al-Dīn al-Salmānī enfrenta y compara dos ciudades: la andalusī Mālaqah y la magrebí Salé, y aunque él mismo señala desde el principio que no existe punto de comparación, ni posibilidades de parangón entre ambas ciudades, como tampoco lo existe entre Andalucía y Berbería, sin embargo establece varios puntos, a través de los cuales poder constatar la magnificencia de Mālaqah y de la Nación andalusī. Enaltece de Mālaqah la inexpugnabilidad de sus murallas, la industria que en ella florece, la fertilidad del suelo, la fama de que goza, la prosperidad de la ciudad; ensalza a la población malaqeña, su vida económica, el esplendor que alcanzó su gente, así como sus edificios más señalados y sus hijos más ilustres; todo ello para acabar proclamando que Mālaqah " lleva ventaja por su hermosura y perfección, por la belleza de su aspecto y el acopio de riquezas, por sus trémulas umbrías y sus hijos ilustres y, en definitiva, por la exquisitez de sus gentes, industrias y labores ".

jueves, 3 de julio de 2014

Aḥmad ibn Baso

En toda la historia de la arquitectura musulmana se trata del primer profesional del que poseemos datos ciertos y pormenorizados. Este arquitecto, quizas el primer sevillano de una familia que probablemente había emigrado de Toledo en el siglo anterior, era algo más que un simple carif al-banna'in, es decir, un "perito de los albañiles", pues se le atribuye autoridad sobre todos los de Al-Āndalus. OBRAS. A partir de 1159, por orden directa del califa, comenzó a dirigir, junto a al- Hayy Yais, la planificación y construción de Gibraltar, donde apareció al frente de "todos los albañiles y sus similares y los obreros que les ayudasen y obedeciesen". En 1162 apareció dirigiendo restauraciones en Córdoba, tratando de devolverle su antigua vitalidad para lo que "y trajeron albañiles, arquitectos y obreros para la edificicación de los palacios y las casas de sus barrios para volverlas a levantar. En 1171 fue elegido por el califa almohade Abū Yaqub Yusuf para construir los palacios de la Buhayra en Išbylīya/Sevilla: (...) Mandó el ´Āmir al-Mu/minin al cadí Abū- l-Qasim Aḥmad b. Mwḥammad al-Hauffi, y a Abū Bakr Mwḥammad b. Yaḥya b. al-Haza, imam de su mezquita, por la confianza que tenía en la fidelidad y de ambos en su religiosidad y conocimiento de la geometría y de la agrimensura y de los cultivos, que le acotasen de la tierra blanca (...). El alarife Aḥmad b. Baso, jefe de los que edificaban en al-Andalus, se ocupó de construir los palacios citados en la Buhayra (...) Había fuera de la puerta de Qarmūna, en el llano, sobre el camino que conduce a Qarmūna, huellas antiguas, que se habían cubierto, de la construcción de una acequia. La tierra se elevaba sobre ella y había en la tierra una línea de piedras, cuyo significado se desconocía. Fue a ella al-Hayy Yacis, el ingeniero, y cavó alrededor de los vestigios mencionados, y he aquí que apareció la traza de un acueducto, por el que se conducía el agua antiguamente a Išbylīya/Sevilla (...). Niveló la tierra desde este sitio, y condujo el agua por el terreno nivelado hasta la Buhayra citada, que según las crónicas que se conservan eran de una belleza y un refinamiento extraordinario y contaban con hermosos jardines, grandes olivos traídos expresamente desde el Aljarafe, árboles frutales y plantas aromáticas”. Los textos no ofrecen duda sobre el papel que jugó en la planificación y construcción del nuevo centro urbano de la nueva capital de Al-Andalus a partir del año 1172: Más tarde realizó el trazado de la nueva mezquita de Išbylīya/Sevilla: "empezó el ´Āmir al-Mu/minin a delinear el emplazamiento de esta mezquita noble y hermosa. (…) la cual era de gran tamaño, similar a la actual Mezquita de Córdoba; disponía de una cúpula sobre el miḥrab y estaba ricamente decorada con piezas de ébano, oro, marfil y sándalo. Actualmente sólo se conserva el patio de abluciones (Patio de los Naranjos) y algunas zonas muy modificadas próximas a la Puerta del Perdón. se encargó de ello al jeque de los arquitectos Aḥmad ibn Baso y a sus colegas, los arquitectos constructores de Išbylīya/Sevilla, y a todos los arquitectos de al-Āndalus, y con ellos a los arquitectos constructores de la capital Marrakus y de la ciudad de Fez y de la gente de allende al Estrecho y se reunieron en Išbylīya/Sevilla de ellos y de las distintas clases de carpinteros y aserradores y obreros para las diferentes construcciones en gran número, hábiles cada uno en cada especialidad de las obras (...) Reunió para ello obreros con abundancia de hombres y servidores y con la aportación de útiles de madera, traídos de las costas de allende el Estrecho, como no pudo hacerlo ningún rey de al-Andalus antes de él (...). Era el inspector jefe de los constructores y alarifes el arquitecto Aḥmad ibn Baso; y encargado del registro de los gastos Abū Dawud Yalul b. Yaldasan, privado del ´Āmir al- Mu/minin y almojarife de las obras. Entre los inspectores sevillanos de esta obra estaba Abū Bakr b. Zuhr y Abū Bakr al-Yannaqi; luego se les asoció en la inspección ´Abd al-Raḥmān b. Abī Marwan b. Sacid al-AcAsi, el granadino. (...) Entonces llegó la partida del ´Āmir al-Mu/minin para su capital, Marrakus el 14 del mes de Sacban del año 571, y mandó a los alarifes y constructores y operarios el volverse a sus patrias". "(...) mandó al gobernador que mandaba en Išbylīya/Sevilla (...) construir el alminar dicho (...). También fue el que inició la construcción en 1184 de la torre minarete que más tarde se llamó Giralda, El alarife Aḥmad ibn Baso abrió sus cimientos, junto a la aljama, y encontró en ellos un pozo manantial y lo cegó con piedras y cal, explanó sobre el agua hasta que aseguró las bases de los cimientos y construir una serie de rampas que permitían el acceso a las obras mediante cabalgaduras. Se desconoce la fecha exacta de su fallecimiento, aunque se cree que debió ser anterior a 1188, pues en ese año las obras de la mezquita ya no estaban bajo su dirección

sábado, 28 de junio de 2014

Astigi/Istīyya/Écija

Tuvo su primer poblamiento en el s. IX a. C Astigi sería el nombre de ésta población indíjena durante la época turdetana y hasta la fundación de la colonia romana a finales del siglo I a.C. Hacia el año 14 a.C. el emperador Augusto asentará en Astigi a soldados veteranos procedentes de tres legiones fundando la Colonia Augusta Firma capital del Conventus Astigitanus que alcanzará un notable desarrollo durante la época romana, merced a su ubicación estratégica entre la vía Augusta y el río Genil. En el año 711 Astigi será la primera ciudad peninsular conquistada por el caudillo beréber Mūsā ibn Nuşayr 276/889 Istīyya/Écija ayuda al rebelde muladí ´Umar ibn Ḥafşūn y le proporciona la mayoría de los componentes del ejército con el que marcha contra Qūrţuba/Córdoba. La derrota en Būlāy/Aguilar (şafar 278/mayo 891) frenó sus ambiciones y condujo a la vuelta de la madīnat a la abediencia del ´āmirato 897 Istīyya/Écija vuelve a rebelarse a favor de ´Umar ibn Ḥafşūn, el final de éstos levantamientos llegó en época de ´Abd al-Raḥmān III cuyo el Ḥāŷib Badr ibn Aḥmad y el wāzīr Aḥmad ibn Mwḥāmmad ibn Hudayr tomó Istīyya/Écija el 19 de ŷumādá I 300/jueves 1 enero 913. "Un día jueves, a once días quedantes del mes de ŷumādà 1 de este año, fue conquistada ciudad Istīyya, centro de resistencia más próximo a Qūrţuba; entró en ella el Ḥāŷib Badr ibn Aḥmad y el wāzīr Aḥmad ibn Mwḥāmmad ibn Hudayr. Fue el primer lugar conquistado en al-Āndalus en los días de gobierno de ´Abd al-Raḥmān III, -Dios se apiade de él-; la ciudad fue reducida, sus murallas son derribadas, y demolido su puente sobre el wādī l-Šanīl, con lo cuál quedan cortadas las comunicaciones de la ciudad con 'Umar ibn Ḥafşūn, al que hasta entonces prestaba obediencia. El wāzīr Aḥmad ibn Mwḥāmmad ibn Hudayr se quedó en calidad de qa’id para tranquilizar a los habitantes y nombró de ella a Mamdun ibn Basil." Apenas pasadas las grandes lluvias invernales, el propio ´Abd al-Raḥmān III se pone en camino para ir a atacar en sus guaridas a los rebeldes. Las murallas de la madīnat fueron derribadas, así como el puente sobre el wādī Šanīl/río Genil, que conectaba la madīnat con los dominios de ´Umar ibn Ḥafşūn. El puente vital para la actividad de Istīyya/Écija, fue reconstruido por Mwḥāmmad ibn Abū ´Āmīr al-Manşūr/Almanzor. El primer intento de la taifa de Išbylīya/Sevilla tras proclamar a su falso Califa Ḥišām II al-Mu´āyyad de ocupar Istīyya/Écija, atacó a Ŷaḥyā I ibn ´Alī Ḥammūd al-Mu'tali, venciéndole y ocasionando su muerte en 1036, y siguiendo contra los Birzālíes de Qarmūna;pero todos estos beréberes juntos derrotaron delante de Istīyya/Écija el 5 octubre 1039, sonadamente al išbylīyano. 1240 Los habitantes de Istīyya/Écija se entregan a Fernando III, tras un acuerdo que les permitía mantener sus propiedades Abū Yūsuf Ya´qūb al-Marīnīda, logró una gran victoria cerca de Istīyya/Écija entre Išbylīya y Qūrţuba el 9 septiembre de 1275 sobre los castellanos y el grupo de Ricos Hombres dirigidos por Nuño Gonzalez de Lara reconciliado ya con Alfonso X rey de Castilla y León, que murió en la batalla. 1386 26 junio. Juan I, rey de Castilla, concede a Ecija (Sevilla) el derecho de tener voto en Cortes. 1404 31 marzo. Enrique III otorga el título de Ciudad a Ecija (Sevilla). Durante la Guerra de Granada (1482-1492) esta ciudad Istīyya/Écija será sede de la Corte en varias ocasiones y aportará a la empresa hombres y provisiones, y es donde se firman Capitulaciones, el 11 de febrero de 1490, entre Abū ´Abd Allāh Mwḥāmmad XII ibn Sa´d al-Zagal y Fernardo II, rey de Aragón y Isabel I, reina de Castilla y León En 1966, el municipio astigitano es declarado Conjunto Histórico-Artístico. MONUMENTOS: - Palacio de Benamejí. Museo Histórico Municipal La fachada es de ladrillo con zócalo de piedra y sin vanos en la planta baja. Una hilera de balcones recorre el piso principal. Dos grandes torres miradores en los extremos, determinan la nota de verticalidad en el aplomado conjunto, cuya sobriedad y monotonía al exterior sólo rompe la gran portada. Monumento Nacional, declarado Bien de Interés Cultural, este palacio del siglo XVIII se considera como una de las obras más importantes del barroco civil en Andalucía. El edificio fue originalmente propiedad de los marqueses de Benamejí y posteriormente de los condes de Valverde. Más tarde albergó la Remonta Militar y desde 1997 es sede del - Museo Histórico Municipal Entre los restos arqueológicos exhibidos en el Museo destaca la Sala de Arte Romano en la planta superior, con espléndidos mosaicos y esculturas como la Amazona Herida, la interesante colección de piezas metálicas prehistóricas, la “Placa de Écija” una singular pieza de oro tartésica, y las interesantes colecciones de inscripciones, capiteles, mosaicos o diverso material de uso doméstico de la época romana e islámica. - Centro de Interpretación Visual Ecuestre (Museo Histórico Municipal). - Casa Palacio de Villaverde de san Isidro - Mirador de Benamejí - Ayuntamiento (Plaza España) - Monumento de la Virgen del Valle - Casa Palacio de los Pareja (Plaza España) Biblioteca Municipal Horario - Iglesia Santa María (Plaza de Santa María) La iglesia fue fundada poco después de la conquista cristiana, en torno a 1262. Aparece coronada por la Fé La Torre, obra de cantería del s. XVIII, con recuerdos de la Giralda La sillería de coro, fue realizada por Juan de Mesa, y la pintura sobre tabla de la virgen de la Antigua, una obra de Villegas Marmolejo en 1575. En la capilla del Sagrario se conserva un aVirgen sedente con el Niño. La sacristía atesora una rica colección de piezas de orfebrería y muebles. No debe pasar por alto el patio de la iglesia, situado a la izquierda, y su interesante colección arqueológica, con piezas de diferentes épocas y culturas. Una de las piezas más valiosas es la escultura en mármol de una cabeza de “Germánico”, de época romana. - Iglesia Santa Bárbara (Plaza de España) Aprovechó fustes romanos para sus portadas. En su interior hay una maravillosa sillería coral rococó ( de los hermanos Gonzalez Cañero, 1762) y el Jesús sin Soga de Montes de Oca. En la calle Jesús sin Soga, se conserva adosada a los muros de la Iglesia de Santa Bárbara, una capilla en la que se venera un lienzo de grandes dimensiones que representa la imagen de un Nazareno. En el retablo mayor, de estilo neoclásico, se venera una bella imagen de Santa Bárbara, con sus atributos labrados en plata por Jose F. Comenares s. XVIII - Palacio de Peñaflor (Calle Emilio Castelar) El palacio fue construido entre los años 1700 y 1775. Está declarado Bien de Interés cultural con la categoría de Monumento Nacional. El edificio destaca por sus formas curvas y por la profundidad que crea la fachada. Su tendencia horizontal se rompe con la verticalidad de la portada, que es de gran monumentalidad. La portada es de piedra, con columnas salomónicas junto al balcón. En la parte superior el escudo de su apellido y una torre mirador. El palacio, (conocido también como los “balcones largos: 59 metros decorado con pinturas al fresco con motivos florales, siguiendo la curvatura de la calle) se organiza en torno a un patio central rodeado por todas las habitaciones de vivienda distribuidas en una planta baja y otra superior. Un zaguán precede al patio y a las caballerizas. El patio, de mediados del s. XVIII, se estructura a base de dos cuerpos de columnas. Su archivo histórico es de un valor incalculable - Palacio de Valdehermoso. (calle A. Aparicio) Tiene una importante portada plateresca, relacionada con el Renacimiento cordobés del siglo XVI. En las esquinas robustas columnas romanas de granito. Nos encontramos en el "punto urbanístico" más privilegiado del casco histórico, se divisan los palacios de Valdehermoso y de Peñaflor y en los extremos de la encrucijada las torres de San Gil y la de San Juan, con una decoración barroca inigualable. - Iglesia Oratorio de san Felipe Neri (calle Conde) En 1895 fue servida por los PP. Misioneros del Corazón de María La iglesia es de una nave con planta de cruz. Bóvedas de cañón y lunetos en el cuerpo y media naranja en el crucero constituyen las cubiertas del edificio. En las pechinas se hallan escudos de los Patronos. El retablo principal es moderno y está presidido por la imagen del Corazón de Jesús. A la derecha existe una pequeña imagen de la Inmaculada del taller de Montañés del primer cuarto del siglo XVII y a la izquierda la de San Juan Nepomuceno. En el ático pintura representando a San Felipe Neri. Es destacable el grupo de “la Sagrada Mortaja”(s. XVIII al XX). - Iglesia San Juan Bautista Destaca por su bella torre. Es uno de los edificios religiosos más antiguos de la ciudad. La sacristía guarda un magnífico Cristo de Pedro Roldán Iglesia de san Francisco de Asis. Aquí se asentó la comunidad de Frailes Menores de la Orden de San Francisco tras una primera ubicación en la ermita de San Gregorio, situada a extramuros de la ciudad. Su construcción fue muy accidentada, pues contó con la oposición del pueblo que llegó a derribar parte d las obras iniciadas, que finalmente se concluyeron en el año 1473 gracias a la intervención de los patronos de la fundación del convento que se encargaron de la custodia de las mismas. Inicialmente el convento contaba con todos los elementos característicos de este tipo de edificios, con tres claustros con capillas, huertas y jardines. Algunos han desaparecido; otros, como la sala del Capítulo o el refectorio, cubierto por bóveda de cañón con lunetos, sirve actualmente como vestíbulo del Cinema Cabrera. Al entrar nos sorprende el amplio "compás", que se inicia con dos arcos de medio punto sostenidos por un fuste romano de granito. La actual iglesia de apariencia neoclásica, conserva en el crucero bóvedas góticas de la época fundacional. El retablo mayor se considera como uno de los más importantes del barroco ecijano del siglo XVII. La imagen de la Virgen de la Esperanza está atribuida a Jerónimo Hernández (S. XVI) Los "miradores" de San Francisco son los más pintorescos de la Plaza de España, cuya arquitectura nos recuerda a similares construcciones castellanas. Miradore de Peñaflor - Casa del Gremio de la Seda. Ubicada en la calle Más y Prat y datada en el siglo XVIII. La estructura de las plantas superiores es análoga a la de los miradores. Recientemente ha sido restaurada devolviéndole a la fachada todo su colorido original. Convento de las Filipesas - Convento de los Marroquíes (C/ Secretario Armesto) La iglesia sigue la tipología tradicional de los templos conventuales sevillanos, es decir, una sola nave como cajón alargado con testero plano. Su cubierta es de madera y su portada, adintelada y en estilo manierista, se fecha a principios del s. XVI. Dentro de la iglesia se puede observar uno de los mejores programas decorativos representativos del barroco ecijano. Hay cinco retablos, entre los que destacan por su programa arquitectónico y escultórico barroco y rococó el retablo mayor, el del muro del Evangelio dedicado a Santa Beatriz de Silva- y el retablo de la Santísima Trinidad, todos fechados en el s. XVIII. En el retablo mayor son notables la escultura de la Inmaculada y el Crucificado; el resto del retablo desborda de elementos característicos barrocos, con otras esculturas de menor protagonismo. El retablo de Santa Beatriz de Silva, fundadora de la orden, es de estética rococó. Por último, el retablo de la Santísima Trinidad, con estructura tardobarroca, destaca por su lienzo central, y se decora con rocallas a su alrededor. - Iglesia de los Descalzos siglo XVIII (C/ Marquesa) El templo, declarado Bien de Interés Cultural, tiene forma de cruz latina y bóvedas de cañón, su valor extraordinario se lo otorga la ornamentación, con motivos pictóricos, yeserías, el dinamismo de las líneas de rocalla mas la bella policromía general, logran uno de los ejemplares barrocos mas conseguidos de Andalucía. La portada trabajada en ladrillo visto es barroca del siglo XVII, remata la parte superior una hornacina con una Inmaculada de barro cocido. El magnífico órgano del siglo XVIII es uno de los más importantes de España. Está situado a los pies de la nave central sobre una bellísima tribuna de fina carpintería de celosías y pinturas al fresco de querubines tocando diversos instrumentos musicales. - Palacio de Justicia (C/ Marquesa) Conocido popularmente como Palacio de las Tomasas, ya que perteneció a dos hermanas ecijanas apodadas así. Presenta una exuberante decoración historicista”, basada en la ornamentación de la Alhambra, lugar que impresionó vivamente a sus propietarias, y es uno de los más admirados por los visitantes y forasteros. En el zaguán encontramos un zócalo de azulejería de Triana. Destacan también los artesonados, el patio principal y la escalera. -Iglesia de Santiago (Plaza de Santiago) Es el edificio eclesiástico más interesante del Conjunto Histórico Astigitano, siendo una de las iglesias más elegantes perteneciente al estilo gótico-mudéjar del siglo XV. La Capilla "indiana" de los Montero, presidida por la imagen de la Virgen de Gracia, atribuida a Pedro Millán. (S. XVI). En el interior y cubriendo el ábside de la nave central el retablo mayor, tallado en estilo de transición del Gótico al Renacimiento, la joya de esta capilla es el Cristo de la Expiración, de Pedro Roldán Son muy interesantes los capiteles de piedra con talla de mocárabes En la sacristía se guarda una rica colección de objetos litúrgicos. Leyenda: Según cuenta la leyenda en el lugar donde hoy se ubica la actual torre, se halla enterrado un moro que data del año 756. Ecija en esta fecha tuvo que ser dotada de un Qadí/Juez. Para la elección se escogieron a varios distinguidos “santones” para que sirvieran de mesa electoral. En el lugar donde hoy se ubica la torre, se colocó un santón que al observar que el partido electoral del que él era partidario iba perdiendo, se tragó unas cuantas bolas del partido contrario, con tan mala suerte que un centinela lo vio y fue juzgado, degollado y enterrado en el lugar donde cometió el delito. Se elevó una especie de monumento funerario encima de la tumba del Santón, pues era creencia árabe, que con el tiempo y las elecciones legales, el cuerpo del Santón se iría filtrando por los ladrillos y piedras del monumento. Desde aquella fecha se han sucedido multitud de elecciones y el pobre Santón sólo ha podido emerger la cabeza. (Detalle de la cabeza del "Moro" en la base de la torre.) El edificio fue originalmente propiedad de los marqueses de Benamejí y posteriormente de los condes de Valverde. Más tarde albergó la Remonta Militar y desde 1997 es sede del Museo Histórico Municipal. Entre los restos arqueológicos exhibidos en el Museo destaca la Sala de Arte Romano en la planta superior, con espléndidos mosaicos y esculturas como la Amazona Herida, la interesante colección de piezas metálicas prehistóricas, la “Placa de Écija” una singular pieza de oro tartésica, y las interesantes colecciones de inscripciones, capiteles, mosaicos o diverso material de uso doméstico de la época romana e islámica. - Centro de Interpretación Visual Ecuestre (Museo Histórico Municipal). -Palacio de Santaella (Calle Ignacio de Soto, s/n) La portada está labrada en piedra, con pilastras - cariátides que le dan gran personalidad. La escalera se cubre con una monumental cúpula sobre tambor cuyas yeserías están policromadas, se complementa con ornamentación floral y paisajes, obra muy relacionada con la fachada del Palacio de Peñaflor, probablemente realizada por el mismo taller. Es muy interesante la carpintería de este palacio, con magníficas puertas talladas. - Iglesia Nta. Sra. De la Victoria. (Plaza Ntra.Sra. del Valle, 5) En la cabecera de la iglesia se conserva de la primitiva fábrica la capilla de S. Francisco de Paula, fundador de la Orden de los mínimos, con los enterramientos de los marqueses de peñaflor. La torre de original diseño está emparentada con la torre de la Victoria de Estepa (S. XVIII).Las portadas labradas en mármoles son de estilo barroco del siglo XVIII. El interior de sencilla arquitectura con planta de cruz griega es del siglo XX Entre los retablos destacamos al mayor, del siglo XVII, presidido por la Virgen de la Victoria y el Stmo.Cristo de Confalón (s.XVI) clavado en una cruz ebonizada y con taracea de nácar, marfil y carey es de estilo renacentista con influencia gótica, de autor desconocido. El Stmo. Cristo en el misterio de losAzotes en la Columna es de autor anónimo del siglo XVI - Palacio de Almenara Alta. (calle Mármoles) - Convento de la Merced (Calle Merced) -Iglesia Ntra. Sra, de las Mercedes (calle Conde) - La Iglesia de Santa Florentina (calle Conde) Destaca por su portada, la cual data del siglo XVIII. En la misma, resaltan por su interés unas cornucopias. En su interior se puede apreciar un retablo con pinturas de la escuela de Murillo, así como también un Calvario y esculturas del taller de Pedro Roldán. -Iglesia de San Gil (calle san Antonio) La torre considerada la más bellla de Écija. La Iglesia de estilo gótico-mudéjar (S. XV), modificada en estilo barroco en el Siglo XVIII, con cúpula en el crucero y cubrimiento de bóvedas. Acoge pinturas de Alejo Martínez y Villegas Marmolejo, una de las imágenes más veneradas en Écija es el Stmo. Cristo de la Salud del Siglo XVI, entronizada en un retablo barroco del siglo XVIII. El retablo mayor es un magnífico conjunto barroco. -Iglesia Santa Ana (Plaza Giles y Rubio) Consta en los archivos la existencia en 1570 de una ermita dedicada a Santa Ana en el lugar que hoy ocupa la iglesia. La original torre es barroca del siglo XVIII, muy ornamentada con azulejería y ladrillo tallado. La Iglesia de una sola nave con cúpula de media naranja en el crucero. La sacristia guarda una imagen del Cristo es del círculo de Juan Martínez Montañés, de 1630 y una imagen de san Ildefonso del XVII. En el retablo mayor, de estilo neoclásico, se venera al Cristo de la Yedra, Santa Ana, Santo Domingo y San Francisco. Los retablos laterales de la iglesia corresponden al siglo XVIII, a la derecha se observa a la Virgen de la Caridad realizada en 1963. A los pies de la nave, en una capilla del lado de la epístola (derecha), se observa una pintura de la Virgen de Monserrat. La historia cuenta que en el año 1780 un catalán llamado Juan Alabert que se dedicaba al alquiler de carruajes, a su paso por Écija enfermó gravemente, alojándose en una hospedería situada en la esquina del puente, donde hoy se encuentra el Bar Montañés. Los monjes de la Iglesia de Santa Ana al enterarse de ello lo trasladaron a sus dependencias y lo cuidaron hasta que sanó. El hombre agradecido encargó una pintura de la Virgen de Monserrat haciendo que constara una inscripción contando su historia. -Palacio de Alcántara (calle Emilio Castelar) -Casa Palacio de los Garcilaso. (calle Garcilaso) -Casa Palacio de los Lasso de la Vega (calle Garcilaso) -Convento de San Pablo y Santo Domingo (Calle santo Domingo) La espaciosa iglesia se compone de tres naves, la central cubierta por una armadura de lacería, que evoca el estilo mudéjar y crucero. En la nave del Evangelio (izquierda), se suceden distintos altares: el altar de Santo Domingo Penitente (s.XVIII), la Capilla del Sagrario, altar del Nacimiento, altar de San Vicente Ferrer y el de Santa Rosa de Lima. La cabecera de la nave está presidida por el retablo mayor en estilo barroco. En la nave de la Epístola (derecha), se hallan los siguientes altares de santos: San Francisco Díaz, Sto. Tomás de Aquino, altar de la Beata Juana de Aza, antiguo altar de la Purificación de Nuestra Señora y de San Pedro Mártir, todos ellos del siglo XVIII a excepción del primero. La Capilla de la Virgen del Rosario es el máximo exponente del barroco ecijano y merece una mención especial. Está situada a los pies de la iglesia. Posee una nave con tres tramos cubierta por bóveda y cúpula delante del altar. La decoración barroca es predominante en toda la capilla con mármoles de colores, espejos, hojarascas. Las paredes están decoradas con quince lienzos que representan los misterios del Rosario. El retablo principal de 1761 y alberga una hornacina con la imagen de la Virgen del Rosario del siglo XV. Todo el retablo-camarín está concebido como un rompimiento de gloria recubierto de rocalla con querubines y espejos que crean un tremendo aspecto escenográfico y un movimiento propio del barroco. - Casa Palacio de los Palma (calle Espiritu Santo) La entrada del palacio da paso al apeadero, donde se divide a la izquierda las caballerizas y a la derecha el patio central de dos plantas y con arcos de medio punto y columnas de mármol. Desde este patio se accede al patio de los naranjos, con una fuente de piedra y el antiguo pozo conventual. En la planta alta se pueden visitar las habitaciones con su mobiliario antiguo. -Iglesia de santa Cruz (Museo de Arte Sacro) Plaza de Nuestra Señora del Valle La iglesia de Santa Cruz se construyó a finales del siglo XVIII sobre un solar ocupado en épocas anteriores por otros edificios de culto, de los cuales se conservan restos en el patio contiguo (capiteles visigodos, arco mudéjar, arcadas renacentistas). Es asimismo notable el sarcófago paleocristiano del siglo V con escenas bíblicas e inscripciones griegas hallado a fines del siglo XIX, situado en el altar mayor. El retablo mayor es del s. XVIII y alberga en un ahornacina la imagen de la Virgen del Socorro 1575. Entre las piezas de ofebrería destaca la custodia de Francisco Alfaro Acoje la imagen de Nta. Sra. Del Valle, Patrona de Écija. - El Real Monasterio de Santa Inés del Valle -Convento de las Florentinas (repostería) - Casa Palacio de los Cárdenas (calle Santa Florentina) -Plaza de Abastos (Antiguo convento de Jesuitas) - Antiguas carnicerías reales - Convento de las Teresas. Está emplazado en el antiguo palacio de los Condes de Palma, edificio mudéjar de gran interés erigido en los siglos XIV y XV. Algunas estancias del palacio están decoradas con interesantes yeserías mudéjares del siglo XV. La monumental portada pertenece a la transición del gótico al renacimiento. - Iglesia de la Concepción. - Iglesia Ntra. Sra. Del Carmen (Calle de San Juan Bosco). La torre es de estilo barroco del siglo XVII y la portada congrandes columnas-estípites es del siglo XVIII.Aquí radica la real hermandad del Santo Entierro. La imagen del Cristo Yacente (S. XV), está introducida en una artística urna de carey y plata del siglo XVIII. Los "relieves pasionistas" y "los Cuatro Evangelistas" están atribuidos a Duque de Cornejo (S. XVIII). La bellísima imágen de Nuestra Señora de la Soledad es del siglo XVIII, enriquecida con la ráfaga, corona y media luna del gran platero cordobés Damián de Castro (S. XVIII). -Palacio de los marqueses de Villaseca -Palacio de los marqueses de Cortes de la Frontera -Casa Palacio de Villa Verde de San Isidro. -Convento de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción -Convento de la Visitación de Santa Isabel. -Iglesia de la Divina Pastora (C/ santa Angela de la Cruz) -Iglesia del Hospital de san Sebastián. -Iglesia de la Limpia Concepción de Nuestra Señora -Iglesia de san Gregorio -Iglesia Ntra. Sra. De Belén