Plaza de España 50.000 metros construidos en 15 años. El Ayuntamiento libró parte de la deuda contraída con motivo de la Muestra Iberoamericana cediendo al Estado la propiedad de esta plaza, en cuyas dependencias se establecieron Capitanía General y Delegación del Gobierno.
La Plaza de España es un conjunto arquitectónico único en España. Sus dimensiones y características hacen de él que, prácticamente cada rincón, sea digna de ser admirada. Fue el edificio insignia de la Exposición Iberoamericana que se celebró en Sevilla en 1929, en la que intervinieron varios países sudamericanos; Cuba, EEUU, Portugal, Marruecos.
Están representadas con azulejos todas la provincias españolas y en su arcos están los españoles más ilustres. Consta de cuatro puentes que representan a los antiguos reinos de España.
El arquitecto de tan magna obra fue Aníbal González, la obras comenzaron en 1914 y, en algunos momentos, llegaron a trabajar en ella mil hombres. La primera piedra la puso el rey Alfonso III, y fue la construcción más costosa de la Exposición.
El trabajo de los azulejos fue hecho en Sevilla, por los distintos talleres que existían en la época.
La plaza tiene forma semielíptica y consta de 170 metros de diámetro, tiene 50.000 metros cuadrados. El canal recorre 515 metros y es atravesado por cuatro puentes que simbolizan los cuatros reinos de España. Las torres, norte y sur, miden 74 metros, lo que fue objeto de polémica en su tiempo por la idea de que le hacían la competencia a la Giralda.
En 1926 dimitió Aníbal González, molesto por los recortes económicos y acabó la obra Vicente Traver, que añade la fuente central.
La forma semielíptica simboliza el abrazo a España a sus antiguos territorios americanos y su mirada al Guadalquivir como camino hacia América.
Rodeando la plaza se encuentran 48 bancos, donde está representadas 46 provincias españolas y dos más que pertenecen a Canarias y Baleares, sólo falta el banco de Sevilla, pero la ciudad está representada en cuatro azulejos que la presentan en todas sus facetas de romana, agrícola, Sevilla en Fiestas, etc..
Los bancos tiene a los lados dos anaqueles, porque en principio se pensó en que la Plaza fuera parte de la Universidad, aunque después fue destinada a edificios oficiales como la Delegación del Gobierno o la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Este tríptico representa "Sevilla en Fiestas" en el centro una escena del camino al Rocío, a la derecha el arco de Mañara y a la izquierda la Torre de Don Fadrique.
La plaza tiene multitud de elementos relacionados con nuestra historia, como 24 águilas imperiales con el escudo de Carlos I.
48 medallones con el busto de españoles ilustres sobre cada arco de las 48 provincias. Cuatro heraldos de tres metros de altura, que representa a los antiguos reinos. Los cuatro están flanqueando las torres del edificio central La imagen de Santa Catalina en lo alto del edificio central
Por expreso deseo de Aníbal González se colocó la imagen de Santa Catalina en lo alto del edificio central, como homenaje a su madre.
El orden alfabético se rompió en el banco de Navarra y tiene une explicación. Durante la Exposición había un azulejo, en el banco de Navarra, titulado la muerte de Garcia IV, que se retiró por su violencia, siendo sustituido por la obra Reparto del Reino de Navarra, en la que el rey aparece con sus hijos. Así que la obra cambió el nombre de Navarra, por el de Pamplona, eso estropeó el orden alfabético.
La "Sevilla agrícola", en el centro una representación del cuadro La fábrica de Tabacos de Gonzalo de Bilbao, a la izquierda las columnas de Hércules y, a la derecha, la Giralda.
Empezando en orden alfabético descendente la primera es Zaragoza, que nos representa El Compromiso de Caspe.
A la muerte de Martin I de Aragón en 1410, sin descendencia, y sin nombrar sucesor aceptado, los representantes de los reinos de Aragón, Valencia y del Principado de Cataluña firman un pacto, llamado Compromiso de Caspe, por el cual es elegido rey Fernando de Antequera, de la dinastía Trastámara de la Corona de Aragón.
A la izquierda una vista de la basílica del Pilar y a la derecha la localidad de Fuendetodos.
La siguiente es Zamora que representa en sus azulejos la victoria de Fernando el Católico y la toma de Toro.
La batalla de Toro fue decisiva para asegurar el trono para Isabel I, y se enfrentaron, por un lado, Alfonso V de Portugal, en apoyo de Juana la Beltraneja, hija ilegitima de Enrique IV y que aspiraba a ser reina de Castilla, y las tropas de Fernando II de Aragón, ganando este último y asegurando el trono para Isabel y la unión de Castilla y Aragón.En 2010 Manuel Nieto, Guillermo Plaza y Manuel Osuna, dos escultores y un arquitecto, vieron aprobado su proyecto de hacerle un merecido monumento al director y arquitecto de la maravillosa obra, Aníbal González, colocada en la entrada y admirando su obra.
Los bancos son 48, en vez de 50, porque cuando se construyó la Plaza, todavía Canarias era sólo una provincia, no fue hasta 1927 en que se dividió en Canarias y Tenerife.




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