Enterramientos en la catedral de Sevilla
. Fernando III, rey de Castilla. Fue enterrado por primera vez en la Mezquita Aljama de Sevilla el 31 de Mayo de 1252. En su testamento dispuso ser sepultado a los pies de la imagen de la Virgen de los Reyes, en una sepultura sencilla, sin ningún tipo de estatua. A pesar de ello, su hijo, Alfonso X el Sabio, ordenó la realización de unos mausoleos para sus padres con efigies sedentes realizadas con metales preciosos y adornadas con piedras preciosas. Además de redactar unas inscripciones en castellano, latín, hebreo y árabe en las que se loa la figura de su padre. El quinto y último enterramiento del monarca fue realizado el 14 de mayo de 1729, con una gran procesión presidida por el rey Felipe V. Esta sepultura está colocada ante las gradas del altar de la Virgen de los Reyes, sobre un basamento de mampostería. Se trata de una urna de plata que permite ser abierta y así contemplar el cuerpo momificado de Fernando III. Su primera esposa la reina doña Beatriz de Suabia. Su hijo Alfonso X el Sabio.
. Fadrique Alfonso de Castilla, hijo de Alfonso XI de Castilla y Leonor de Guzmán.
El rey Pedro I de Castilla, su amante María de Padilla, y uno de los hijos de ambos, Alfonso de Castilla, su hijo el infante Juan de Castilla hijo de Pedro I y Juana de Castro.
El arzobispo Leandro
El arzobispo Gonzalo de Mena y Roelas.
El arzobispo Raimundo de Losada
El cardenal Juan de Cervantes y Bocanegra
El canónigo Mateo Vázquez de Leca
El beato Marcelo Spínola y Maestre
El cardenal José María Bueno y Monreal.
El cardenal Luis de la Lastra y Cuesta.
El cardenal Eustaquio Ilundain y Esteban. El 12 de abril de 1909, a las doce de la mañana, la Guardia Civil, reclamada por Eustaquio Ilundain y Esteban, disparó contra los vecinos de San Cristobal de Cea (ayuntamiento de Oseira) que se habían reunido delante de la iglesia del monasterio de Oseira para protestar por el traslado de un baldaquino barroco que el obispo Eustaquio Ilundain y Esteban quería llevarse a otra parte, supuestamente por razones de seguridad dado el mal estado que presentaba. El resultado fueron nueve muertes (entre ellos una mujer embarazada y una niña).
El Venerable Fernando de Contreras.
Sepulcro de Cristóbal Colón, Es obra del escultor Arturo Mélida. Sobre un basamento de rica piedra, cuatro heraldos de Castilla, León, Aragón y Navarra sostienen el féretro que guarda los restos mortales de Cristóbal Colón, cuyas cenizas fueron traídas desde la Habana a Sevilla el año 1899 y su hijo Hernando Colón (en el trascoro)
La tumba de Cristóbal Colón se encuentra en la Catedral de Sevilla desde 1899. Previamente estuvo situada en Valladolid, en el Monasterio de la Cartuja de Sevilla, en Santo Domingo y en La Habana.
La inscripción del pedestal dice así: «Cuando la isla de Cuba se emancipó de la Madre España, Sevilla obtuvo el depósito de los restos de Colón, y su ayuntamiento erigió este pedestal».
El féretro es decorativo y no posee las dimensiones del Almirante, porque los restos se encuentran en una caja en su interior una urna de plomo dorada realizada en 1795. En la tapadera de la caja pone: "Aquí yacen los huesos de Cristóbal Colón, primer Almirante y descubridor del Nuevo Mundo R.I.P.A.".
Según los últimos estudios de ADN mitocondrial realizados en la Universidad de Granada en 2006, donde se contrastaron los restos de Colón con los de su hermano mayor Diego, los restos que se encuentran en Sevilla son auténticos.
Gaspar Esteban Murillo, canónigo e hijo del pintor Bartolomé Esteban Murillo
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