Capillas de la Catedral de Sevilla
Capilla y Retablo mayor
Diseñó el retablo el flamenco Dancart, quien en el año 1482 lo empezó, trabajando en él hasta 1492, continuaron la obra, entre otros; Marco, Francisco y Bernardo de Ortega, terminandolo en 1526. el dorado y estofado del altar y de la obra escultórica corrió a cargo de Alejo Fernández.
El retablo consta de 45 compartimentos, en los que aparecen más de un millar de figuras que presentan la curiosidad de ir aumentando en tamaño, según la altura en que se halla.
Mide el retablo de frente, 18 metros y es casi cuadrado.
Dignas de la capilla mayor son las verjas que la cierran, de estilo Renacimiento, de hierro forjado y dorado. Fabricadas en la primera mitad del s. XVI, son obra de Francisco de Salamanca. De las tres verjas, la del centro consta de tres cuerpos. El primero tiene seis columnas corintias, adornadas con relieves, las cuales descansan sobre pedestales, y los intercolumnios sobre un basamento de balaustre.
Desde 1522 aparece Miguel Perrín que permanece vinculado a estos trabajos hasta 1552. En 1564 se nombra como escultor a Juan Marín. Y por último, en 1572, se nombra a Diego de Pesquera que finalizaría el trabajo en 1575
Está presidido por una talla de la Virgen del Reposo, bella imagen de la Virgen con el Niño dormido sobre su pecho atribuida a Miguel Perrin.
Debajo de ella se abre la entrada a la Cripta Yanduri, lugar de enterramiento del bilbaíno Pedro de Zubiría e Ybarra, I marqués de Yanduri y su esposa María Teresa Parladé y Heredia. (su nombre se ve en la reja) frente por frente a la Capilla Real y a la Virgen de los Reyes. El cerramiento de la capilla mayor continua por los laterales de la misma
Al girarnos nos encontraremos de frente con esta maravilla del arte universal que es el retablo del altar mayor de esta catedral. Su construcción se inició en el año 1482, y en él intervinieron Pedro Dancart, Jorge Fernández Alemán, Roque Balduque y Juan Bautista Vázquez el Viejo que la concluyó.
En la predela del retablo se encuentra la pequeña imagen de la Virgen de la Sede del s.XIII, titular y patrona de la catedral.
La rejería del altar mayor es otra belleza renacentista del s.XVI obra de Francisco de Salamanca.
Frente al altar mayor veremos la reja que cierra el coro, obra de 1523 realizada también por Francisco de Salamanca.
El cuerpo inferior está separado del superior por una zona de molduras y calados con un circulo en cuyo centro se halla el busto del Salvador. Entre las dos columnas del medio está la puerta, de dos hojas. Igual numero de columnas tiene el segundo cuerpo, y en el friso del cornisamento se representa el entierro de Cristo.
Las rejas laterales, aunque no de tanto valor, son notables por su prolija ejecución. Constan de un cuerpo alto con pilastras y remates de flameros y candelabros. Las trazó y comenzó ael conquense Sancho Muñoz, el año 1518, en unión de Juan de Yepes, y las acabó Diego de Idobro, en 1523.
Interesantes son también los púlpitos, labrados en hierro. En el del Evangelio se representan los evangelistas, y en el de la Epistola cuatro pasajes de los hechos apostólicos y del Apocalipsis, obra de Francisco de Salamanca en 1531.
Las vidrieras de esta capilla son de principios del s. XVI de estilo gótico. La del lado de la Epistola representa el Transido de la Virgen, y es obra de Juan de Jacques. La del lado del Evangelio la hicieron Juan Viván y Bernardini de Gelandia; representa la Coronación de la Virgen.
En la sacristía de este altar luce un magnifico artesonado de madera dorada, hecho en 1522 por Pedro López y Sebastián Rodríguez. Es muy curiosa la reja del lado derecho que da a la capilla real.
Las hojas de puerta de la sacristía son hermosos ejemplares del arte mudéjar de fines del s. XV. Los muros de la capilla están decorados con estatuas de barro cocido, debidas a Miguel Florentin, Juan Marín y Diego Pesquera. En el muro posterior esta la imagen de la Virgen del Reposo.
El coro
Ocupa el espacio de las bóvedas cuarta y quinta de la nave central, cercado por tres muros y de una hermosa reja, muy parecida a las de capilla mayor, obra de Sancho Muñoz. Hizo la sillería Nufro Sánchez. De estilo ojival florido, consta de 117 sillas; 67 altas y 50 bajas. Los frisos de la silleria alta son elegantes, con embutidos de maderas de colores en los respaldos. Sobre ellas corre un dosel prolongado, con remates de torrecillas y estatuitas.
Las sillas bajas del lado del Evangelio tienen en el friso, tallados, pasajes del Nuevo Testamento, y las del lado de la Epístola reproducen escenas del Antiguo. De gran mérito, aunque de época muy posterior, es el reclinatorio de la silla arzobispal, con la grandiosidad de su traza y por el buen gusto de su ornamentación.
El facistol, de madera y bronce, de gran mérito, fue terminado en 1565. es debido a los escultores Juan Bautista Vázquez, Juan Marín y Francisco Fernández y fundido por Bartolomé Morel.
Los órganos, de gusto barroco, construido por Jordi Bosch y Bernat quedaron destrozados por el hundimiento de 1889, y considerado uno de los mejores del mundo, y el actual siendo construido por Aquilino Amezúa en 1901 y restaurado por Gerhard Grenzing en 1996.
Capillas junto al coro.
Llamadas de los Alabastros, en razón a este material que los reviste. Se abren en los muros laterales del coro, dos a cada lado, son de estilo ojival, transición al Renacimiento. Su traza se debe a Diego Riaño, 1528
Las del lado de la Epistola son las de la Encarnación y de la Concepción,. El relieve del altar de la primera, es de Martínez Montañéz, como asímismo la hermosa escultura de la Pureza.
Las capillas del lado del Evangelio están dedicadas; una a San Gregorio, y otra, a la Virgen de la Estrella, de estilo italiano del s. XVI´.
La capilla mayor y el coro, separadas por el crucero, cuyas bóvedas son las más altas del templo, llegando a alcanzar los 37 m. Por detrás de la capilla mayor se encuentra la cabecera del templo con la Capilla Real y detrás del coro se encuentra el trascoro y el hastial
Trascoro.
Fue realizado por Miguel de Zumárraga en estilo barroco, lo diseñó en el año 1619 y tras permanecer diez años paradas las obras, se finalizaron en 1635. Fue construido en valiosos y vistosos materiales como mármoles y jaspes. Está adornado con relieves y bustos de bronce presididos En el altar existe una buena pintura de la virgen de los Remedios, de clara influencia italiana, y debajo de ella, en el basamento, un lienzo de Pacheco, con la entrega de Sevilla a san Fernando, 1634
Capilla Real
Situada a la cabeza de la nave central, esta capilla era la cabecera también de la mezquita musulmana, que cuando fue consagrada tras la conquista cristiana. Sigue en importancia a la capilla Mayor, ocupando el sitio del ábside del templo. Su estilo es plateresco, y la traza se debe a Martín Gainza, aunque no pudo terminar las obras a causa de su fallecimiento, 1555, sucediendole Fernán Ruiz, que tampoco las pudo terminar, finalizandola, en 1575 Juan de Maeda, discípulo de Diego de Siloé. En el altar de la capilla veremos la imagen de la Virgen de los Reyes una talla gótica de una Virgen sedente, patrona de Sevilla, el cuerpo de Fernando III y los restos de otros individuos de la familia real se trasladaron a este recinto en 1579.
Mide esta capilla 28 metros de longitud por 15 de latitud y 29 de alto, hasta el anillo, de la linterna. La entrada, es un arco de 87 pies de elevación, con el mismo ancho que tiene la nave mayor de la Catedral. Está adornada con 12 estatuas de piedra, del tamaño natural, que representan reyes de Viejo Testamento.
Forma la techumbre una elevada cúpula, en la cual aparecen en relieve cabezas de reyes.
Con una cubierta de cúpula semiesférica y linterna realizada entre 1567 y 1569 por Hernán Ruiz el Joven. Es de notar la hermosa concha que cierra el presbítero, que, empezando en la cornisa, termina en la media naranja. En los canales de la concha hay ángeles mancebos, y sobre ellos, querubines y serafines.
Los muros están divididos en siete compartimientos por ocho grandes pilastras. En el central está el retablo con la Virgen de los Reyes, escultura de madera, del s. XIII.
Al pie de las gradas del altar, se conserva, en riquísima urna de plata sobredorada, obra de Juan Laureano de Pina, el cuerpo de Fernando III, de estilo barroco.
A los lados de la puerta, en sendos sepulcros, se conservan los restos de Alfonso X y Beatriz de Suavia.
En la cripta, modernamente restaurada, se guardan los restos de Pedro I de Castilla y de los hermanastros, los infantes Fabrique, Alonso, Pedro y María de Padilla, para que ni muerto lo dejen en paz.
En el altar está la efigie en marfil, del s. XIII, la Virgen de las Batallas, así como la espada atribuida a Fernando III.
La rejería que cierra la capilla es una belleza, con el rey recibiendo las llaves de Sevilla, obra de 1775 de Sebastián van der Borcht.
- Capilla de San Pedro
A continuación veremos la Capilla de san Pedro, con un bello retablo obra Diego López Bueno, hombre muy polifacético pues fue arquitecto, escultor y entallador, mientras que las seis pinturas son obra de Francisco de Zurbarán realizadas en 1630, todas excepto la del ático que es mas moderna destacando, que representa al Padre Eterno, la central, que es una bellísima Inmaculada, una de las mejores que salió de sus pinceles. También dos cuadros de san Pedro Papa y las lágrimas de San Pedro son excepcionales.
- Capilla Virgen del Pilar, situada al lado de la Puerta del Lagarto.
En el muro una vidriera de Arnau de Flandes 1553. Entrada en Jerusalén y una alegoría a la Caridad.
En el retablo principal una escultura de barro cocido de la Virgen con el Niño, de Pedro Millán.
El retablo lateral ofrece en su centro una imagen de san Antonio y a los lados Santa Inés y san Antonio.
- Capilla de los Evangelistas; nueve tablas pintadas por Hernando de Sturnio 1555. de los cuadros que forman el retablo, es muy curioso el de las Santas Justa y Rufina, en él se ve la torre de la Catedral, antes de la obra que le adicionó Hernán Ruiz.
- Capilla de las Doncellas; su verja forjada en 1579. Retablo representa un gran relieve figurando la Anunciación, de Cristobal de Morales. La vidriera, representando a la Virgen, de Arnau de Vergara
- Capilla de san Francisco; retablo, un lienzo de grandes proporciones de Francisco Herrera, el Mozo. 1657, “Triunfo de san Francisco”. La vidriera es una de las muchas de Arnau de Flandes. - Capilla de Santiago; retablo, lienzo pintado por Juan de las Roelas. 1609 “Santiago en la batalla de Clavijo”. Existe en esta capilla un valioso altorrelieve de la Virgen con el Niño, terracota esmaltada, obra de Andrea della Robia.
- Capilla de la Scala; “la visión de san Antonio de Padua”, de Bartolomé Esteban Murillo. La pila bautismal de grandes proporciones 560x369, es de mármol blanco con ángeles danzantes en relieve. - Capilla de san Antonio, de todos los lienzos de Murillo guardados en la Catedral, “San Antonio”, es el mayor, 5,60 x 3,30. Sobre este lienzo hay otro del mismo autor, que representa el bautismo de Cristo, pintado por los años 1667. La vidriera es barroca, ejecutada por Juan Bautista de León 1670
- Capilla de los Jácome de Linden o de las Angustias; “La Piedad” de Juan de Roelas. Altar de la virgen de la Alcobilla; Virgen de barro cocido y policromado de pequeño tamaño 30
- Capilla de san Leandro: del año 1733, la reja que protege la capilla fue fabricada en 1733 por los maestros Francisco de Guzmán y Francisco de Ocampo el Menor. “San Leandro” talla del escultor Pedro Duque Cornejo.
- Altar del Niño mudo, recibe dicho nombre por una imagen del Niño Jesús en actitud concentrada y silenciosa.
- Altar de la virgen del Consuelo, del pintor Alnso Miguel de Tovar
-Altar del Angel de la Guarda, guarda lienzo original de Bartolomeé E. Murillo. - Altar de la virgen del Madroño, escultura de piedra policromada de Lorenzo Mercadante de Bretaña.
- Capilla de la Concepción Grande, esta capilla sirvió primitivamente como lugar de enterramiento de los caballeros que acompañaron a Fernando III en la conquista de Sevilla. La preside un soberbio retablo barroco trazado y ejecutado por el arquitecto y ensamblador Martín Moreno en 1656. Las imágenes son obra de Alonso Martínez, excepto el Cristo crucificado conocido como Cristo de San Pablo, talla anónima de otro retablo del s.XVI
En el primer cuerpo la imagen central es la Inmaculada Concepción y las laterales corresponden a san José y san Pablo.
En esta capilla estaba un cuadro del nacimiento de la Virgen de Murillo que robó el felón de Soult y hoy luce en el Louvre.
Y por último veremos el altar de Santa Justa y Rufina con una destacada escultura de las santas que fue realizada en 1728 por Duque Cornejo.
- Capilla de los Dolores; la Dolorosa, un busto tallado por Pedro de Mena. --Sacristía de los Cálices; crucifijo, llamado de la Clemencia o de los Cálices de Juan Martínez Montañes. Pinacoteca; “San Fernando”, de Murillo, “La Sagrada Familia” de Murillo, “La liberación de san Pedro”, de Juan Valdes Leal, “Santa Justa y Rufina”, de Goya, “La Gloria” de Tintoretto, “Adoración de los Magos” de Alejo Fernández, “Virgen del Rosario” de Zurbarán. “Inmaculada” de Miguel del Cid, “Cristo en brazos del padre eterno”, de Luis Tristán, “Virgen del Pozo santo”, de Pedro Pacheco.
- Capilla de la Antigua Después de la capilla rel, es la mayor del Tempo, tiene la altura de las segundas naves y la mitad más que las demás capillas. En el altar se venera la imagen de Nuestra Señora de la Antigua, pintura mural que puede considerarse como la primera, en el orden del tiempo, de las que guarda la ciudad. La imagen, de tamaño mayor que el natural, está en pié, con el Niño en brazos; la coronan tres ángeles y, a la izquierda una mujer arrodillada. Pintada sobre un muro, el 18 de noviembre de 1578 fue colocada donde hoy se venera. El retablo, de ricos mármoles y adornos de plata, consta de dos cuerpos. En el primero, a los lados de la Virgen, están San Joaquín y Santa Ana, esculturas de mármol. En el segundo hay tres estatuas, también de mármol; el Salvador, en el medio, y san Juan y el Evangelista a los lados, rematando el altar con las Virtudes teologales, de Duque Cornejo.
Notable es el sepulcro del cardenal Diego Hurtado de Mendoza, erigido por sus hermanos Diego e Iñigo, conde de Tendilla, en 1509, obra de Miguel Florentin, de estilo Renacimiento. La verja de la capilla, de gran mérito, ocupa casi todo el arco; tiene ricos adornos y bellas figuras. La empezó fray Francisco de Salamanca y la terminaron el granadino Juan López, su hijo y su yerno 1568. en el presbítero luce una valiosa baranda de plata, obra del artista Alexandre, cuya marca ostenta. El sagrario y los atriles son también de plata, labrados en 1604. Notable es la puerta del presbítero, de ébano, concha y bronce. La vidriera es moderna y de escaso mérito, reproduce el pendón de la ciudad.
- Capilla de San Hermenegildo; escultura de madera policromada de Bartolomé García de Santiago. Sepulcro del cardenal Juan de Cervantes, ojival, labrado en alabastro, de Lorenzo de Mercadante de Bretaña 1458. Es, sin dura, el monumento funerario de más mérito artístico de la Catedral, aparece sostenido por cuatro leones, y en las cuatro fachadas dos ángeles soportan los escudos del cardenal, cuya estatua, vestida de pontifical, yace encima de la urna sobre un rico paño de brocado, la cabeza sobres dos almohadas y a los pies una cierva recostada. La vidriera, de fines del s. XV, es obra de Cristóbal Alemán y representa cuatro santos obispos.
- Capilla de San José; retablo de mármoles y bronce de corte neoclásico 1785-1800. Digno de ver en ella el cuadro de Valdés Leal, pintado en 1667, que representa los desposorios de Nuestra Señora. La vidriera, sobre la puerta, es notable, de transición del estilo gótico al Renacimiento, de fines del s. XV. Obra de Cristóbal Alemán. El mausoleo que se ve en la capilla es del cardenal Tarancón s. XIX
- Capilla de Santa Ana o del Cristo de Maracaibo; retablo con 14 tablas de pintores sevillanos. La pintura del Crucificado es anónima, y el altar, obra de Joaquin Bilbao. En el muro de los pies de la capilla está el sepulcro del cardenal Luis de la Lastra y Cuesta, obra de Ricardo Bellver.
- Capilla de San Laureano, fue la primera capilla que se empezó al construir la Catedral. A los pies de las gradas está la losa sepulcral del patriarca de Constantinopla, Alonso de Exea 1417. Siguen dos altares. El primero luce ocho tablas debidas a Luis de Vargas. La del centro, que es la más notable, representa la Adoración del Niño Jesús por los pastores. En el segundo se admira una curiosa escultura del s. XV, con la efigie de la Virgen de la Cinta.
- Capilla de San Isidoro; Forja del s. XVIII
- Altar de la virgen de la Cinta; Junto a la puerta de san Miguel. Escultura de barro cocido
- Altar del Nacimiento; protegido por una verja plateresca, contiene ocho tablas y está dedicada al nacimiento de Cristo, pintura del pintor sevillano Luis de Vargas.
Lado SUR.
- Capilla de San Lorenzo; la primera en construirse, en el s. XVIII experimentó una renovación profunda, con ostentoso despliegue salomónico, se dedicaron nuevas bóvedas con pinturas de Lucas Valdes. Cinco lienzos de Matías de Artiaga con pasajes de la vida y martirio de san Laureano, vidrieras renacentistas de san Leandro y san Isidoro.
- Capilla de las Granadas; primera entrando por Patio de los Naranjos o Giralda, en primer lugar a la derecha. - Altar de la Asunción del s. XVI, relieve de la Asunción de la virgen. - Pintura, San Ildefonso, autor Alonso Vázquez en 159 - Altar de la Magdalena, situado al otro lado de la puerta - Aparición de Cristo a la Magdalena y a los lados los donantes Pedro García de Villadiero y su esposa
Sobre la Puerta de Palos hay varios cuadros de san Sebastián vestido y con las saetas en las manos, pintado por Antonio de Alfian.
En lo alto del muro hay una vidriera representando a san Sebastián, obra de Arnau de Verguera 1535.
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