miércoles, 24 de abril de 2013

Qarmūna

La antigüa madīnat de Qarmūna, situada sobre una altiplanicie que domina la fértil margen izquierda del wādī-l-Qabīr, a 30 km de Išbylīya, está rodeada por completo de murallas a lo largo de 3 kilómetros. El recinto amurallado es de origen romano, tenía cuatro puertas, que permitían la comunicación de la ciudad amurallada con el exterior. De ellas hoy día sólo quedan dos, la de Išbylīya y la de Qūrţuba.

Se tiene constancia de que fue una de las primeras conquistas auspiciadas por ´Abd al-´Azīz Ţāriq ibn Ziŷād tras el desembarco del 711. La toma efectiva se fecha en julio del 713 y fue dirigida militarmente por Mūsā ibn Nuşayr. Una vez instalados, los musulmanes conservaron el viejo nombre de la ciudad, adaptándolo a su fonética: Qarmūna.

Desde el siglo VIII y hasta el fin del Califato de Qūrţuba, Qarmūna era cabeza de una cora, que comprendía todo el territorio limitado por las de Istīyya/Ecija, Shant Fila/Setefilla, Išbylīya y Mawrūr/Morón e incluía en su término aldeas y localidades menores, como Marsana y Bardis (las actuales Marchena y Paradas).

Qarmūna es habitualmente inexpugnable por todos los lados de su contorno, excepto por su cara occidental: allí, la altura de la muralla es de 40 piedras, que equivale a 43 codos. En la muralla Oeste hay una torre conocida bajo el nombre de al-Burg al-Agamm; en caso de guerra se colocan sobre esta plataforma lanzaproyectiles. En el ángulo de esta misma muralla Norte hay otra más alta, que recibe el nombre de Samarmala: está cubierta por una torre de defensa y domina, al exterior, una verde pradera, cuya hierba no se seca jamás. A lo largo de esta muralla corre una fosa muy profunda, que data de la Antigüedad y cuyo terraplén se une a la muralla. Sobre el trazado de la muralla Sur, se observa en cierto lugar una gran roca escarpada, levantada como un muro y tan alta que apenas se puede levantar los ojos hasta su cumbre: la muralla está construida por encima; entre ésta y el borde de la roca hay espacio suficiente para el paso de un hombre. Algunos se deslizan desde allí para ir a recoger miel y sacar los pájaros de la fisura de la roca. Esta misma muralla meridional (Sur) está horadada por una puerta llamada:

Bāb Yarni, cuyo nombre proviene del burgo Yarni, no lejos de ella.

Bāb de Qūrţuba al Este de la muralla, es un arco munimental, flanqueado por dos torres de sillería, tapial y ladrillo. Aunque su fachada interior y exterior fueron decoradas en el año 1800, fue construida por los romanos en el siglo I de C.

Durante la época de los Reyes Católicos la Puerta perdió su primigenia función defensiva y, con ello, su austero aspecto militar, tomando una función fiscalizadora de los productos elaborados fuera de las murallas, ejerciendo en la práctica como una aduana y adquiriendo, por tanto, una arquitectura civil. En las últimas investigaciones arqueológicas, realizadas con carácter previo a la restauración, se ha descubierto que posee dos puertas pequeñas, a cada lado de la principal, que se cegaron en el siglo II, a causa de la inestabilidad política, encontrándose actualmente en el interior de las casas adosadas, lo que la convierte en la única puerta romana de tres arcos, de carácter defensivo, que existe en la Península Ibérica.

En el siglo XVI se le hicieron reformas renacentistas y a principios del siglo XVII se acordó colocar hermosos motivos ornamentales, como escudos y estatuas de mármol, hoy en día perdidas, que dignificaron la Puerta. El aspecto barroco se le confirió en época de Carlos II, con las reformas de 1688, y por ello también se la conoce como Puerta de Carlos II.
A finales del siglo XVIII se realizó la última intervención, a cargo del afamado arquitecto neoclásico, natural de Qarmūna, José Chamorro, reedificándose parte del monumento y consolidándose el conjunto. En el intradós del vano principal se mantiene un interesante lienzo dieciochesco, que representa a la Virgen de Gracia, patrona de la ciudad.

La Bāb Calsena situada al Nordeste, y es la que hay que franquear al volver a Qūrţuba, pues el camino a que da acceso es fácil, mientras que el que sale de la Puerta de Qūrţuba es difícil y escarpado.

La Bāb Išbylīya está al Oeste: un poco retirada para el que entra a Qarmūna. Su origen está establecido en el siglo IX a. C., por lo que en el monumento, que fue declarado histórico-artístico antes incluso que la Giralda de Išbylīya.

Los cartagineses construyeron un baluarte sobre la primitiva torre del siglo VIII a.C., confiriéndole las primeras trazas de su aspecto cuadrangular, pesado y potente, para hacer frente al asalto de los ejércitos romanos. Estos reforzaron y reformaron la estructura levantada por los cartagineses con el conjunto de puertas que todavía hoy puede verse. Sobre el bastión erigieron un podio y un templo. A partir del siglo XII se realizaron diversas intervenciones. El arco de herradura situado en el lado occidental es de época Al-muwaḥḥád. En el año 1885 fue destruido el arco denominado de Felipe II que se situaba más occidental que Al-muwaḥḥád. El conjunto quedó despojado de las casas anexas en los años sesenta. En el año 1973 se realizaron las últimas restauraciones que permitieron habilitar el Salón de los Presos Bajo y Alto, el Patio de los Aljibes y la Torre del Oro, desde donde se pueden observar unas magníficas imágenes del caserío qarmūnense.

Se encuentra una segunda puerta a cincuenta codos de la otra. Sus funciones son distintas, siendo primordial la defensiva, con las Torres del Homenaje y del Oro, y la palatina, con la construcción en época cristiana de los aposentos conocidos como Salón de los Presos. A partir del s. XIV ésta puerta comenzó a recibir el nombre de Alcázar de Abajo, por servir de residencia de los alcaides. Se distinguen dos grupos de arcos y bóvedas separados por un patio, y el Bastión o Alcázar, donde se encuentran las Torres del Homenaje, del Oro y el Salón de los Presos.

La Masyid Al-ŷamá‘a ocuparía el solar donde ahora se levanta la iglesia de Santa María, donde se perpetúa, por tanto, el carácter de templo principal. Aún se conserva parte de la estructura islámica original en el Patio de los Naranjos, cuyos elementos tipológicos permiten fecharla hacia el siglo XI. Con columnas de mármol y pilastras de piedra. También hay un mercado semanal que tiene lugar los jueves. Hay baños públicos y un arsenal, en la madīnat como prevención ante ataques inesperados, como el que se produjo en el 844 en Išbylīya y que tuvo por protagonista a una flota de vikingo. Sobre su localización, la hipótesis más viable es la que se deriva de la existencia de dos calles denominadas; Atarazana y Atarazanilla.

Alcazar de Qarmūna

Se situaba en lo que hoy es el Alcázar Real o Alcázar de Arriba, conserva en su interior un palacio, cuyos caracteres tipológicos permiten datarlo hacia comienzos del siglo X. En un doble recinto de planta rectangular. En la llamada Torre Menor, se conserva en un interior la torre primitiva de sillares, dispuestos a soga y tizón, lo que ha permitido datar su origen como omeya. En el extremo noreste del recinto mas pequeño quedan los restos de un patio llamado Tercero o de la Fuente, con un edificio de ladrillo y un gran patio central, fechado en época de Pedro I, que al parecer fue decorado con azulejería y yeserías por los mismos artífices del Alcazar del rey Pedro I, en los Reales Alcázares de Sevilla

De un tercer Alcázar que poseía la cerca de Qarmūna, llamado también Alcázar de la Puerta de Córdoba, no queda más que la memoria de su emplazamiento. En el año 1391 se llamaba Alcázar de la Reina y fue mandado derribar en 1501, con motivo de la guerra de sucesión castellana entre las princesas Isabel y Juana.

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