Plaza del Cabildo.
Podemos acceder a la Plaza del Cabildo a través de tres pasadizos: desde la Avenida de la Constitución, desde la calle Almirantazgo y desde la calle Arfe. Llegaremos a una tranquila plaza con un edificio residencial de tres plantas, forma semicircular y porticado, construido a mediados del s. XX por Joaquín Barquín y Barón, en el espacio que ocupó durante siglos el antiguo Colegio de San Miguel. El Colegio de San Miguel fue propiedad del Cabildo de la catedral desde su inicio y hasta su desaparición, de ahí el nombre de la actual Plaza del Cabildo que hoy ocupa su lugar. A lo largo de su historia, en él estudiaron alumnos becados que daban servicio a las labores propias del templo catedralicio; fue residencia del maestro de capilla, los mozos del coro y los propios seises. Su formación se centraba en el estudio del latín y gramática, así como en música y canto gregoriano. Los estudios de teología llegarían al Colegio de San Miguel en el s. XVII.
Dentro del recinto formado por el colegio, se ubicaban también la llamada como "carnicería de los clérigos" y el cementerio de San Miguel, el cual probablemente contara también con una pequeña ermita.
En el espacio que ocupa la plaza y los edificios residenciales que la forman, encontramos dos lienzos de muralla de la etapa musulmana de Sevilla. La plaza y su enorno conserva restos de dos lienzos de muralla diferentes. Uno lo encontramos entrando por el acceso desde la calle Arfe. Al entrar por este lugar, lo hacemos a través de un corredor en recodo, por lo que primero giraremos a la derecha y luego a la izquierda para llegar a la Plaza del Cabildo. Pues bien, en ese segundo giro encontramos una reja, un patio interior y restos de muros. Este lienzo de muralla sí es parte de la antigua cerca musulmana de la ciudad.
Este fragmento de muro pertenecía al tramo de muralla que unía el Arco del Postigo con la desaparecida Puerta del Arenal, situada en la confluencia de Arfe con las calles García de Vinuesa, Castelar y Harinas. Gran parte de la muralla de Sevilla sigue conservándose oculta tras los edificios que sobre ella se construyeron, como ocurre en este caso. De hecho, este tramo visible al que nos referimos, corresponde a la trasera de las casas construidas en la calle Arfe junto al citado Arco del Postigo.
Una vez dentro de la Plaza del Cabildo vemos otro lienzo de muralla. Si el anterior tiene una longitud de unos diez metros y se encuentra bastante escondido (solo se ve si entran o salen por el acceso de calle Arfe), este otro tiene unos 50 metros y cierra todo el semicírculo que forma la plaza, siento por tanto perfectamente visible si la visitan.Este muro no pertenece a la muralla de la ciudad, sino que se trata de un muro secundario que nacía en la muralla, formando angulos de 90 grados con ella, como si fuera la letra "T" y moría en el muro occidental del antiguo patio de abluciones de la Mezquita Mayor. Es decir, este muro llegaba hasta donde hoy se encuentra la iglesia del Sagrario. Recordemos que los tres muros que cierran el actual Patio de los Naranjos se conservaron cuando se levanta la catedral gótica y el muro oeste se derriba para construir la citada iglesia.
Restos de este muro que vemos en la Plaza del Cabildo se siguen conservando bajo la avenida de la Constitución y formaban parte de la alcazaba donde se encontraban el Alcázar y la mezquita, a la cual se accedía desde la ciudad solo por el patio de abluciones. Los accesos directos a la sala de oración, se encontraban dentro de esta ciudadela palatina y fortificada, prohibidos por tanto para gran parte de la población.




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