La reja del diablo
Para ver esta obra de hierro tenemos que ir a la plaza de Alfaro y situarnos frente al palacete que hay en la esquina con Lope de Rueda. Sobre la fachada de este edificio veremos varias rejas —14, exactamente—, siendo una de ellas la protagonista de esta historia. Es la que se sitúa en la planta baja, por lo que puedes verla de cerca, y su particularidad radica en el diseño: sus barrotes se entrelazan y forman una red de barrotes que no están atornillados, ni soldados, ni pegados, como si fuera de una unión antinatural. Es una especie de tejido de hierro, cuya elaboración entraña una gran dificultad porque hay que forjar el hierro al rojo para poder hacer ese uso de su maleabilidad.
La técnica de realización de la reja tiene poco de paranormal o de demóniaco, se trata de una reja machihembrada efectuada bajo una forma llamada de punzonado que la hace casi imposible de imitar y original.
La dificultad para su realización es grande y sólo los maestros eran capaces de hacer una igual, por eso decía de ella que «sólo el diablo podía ser su creador» aunque este tipo de reja también tiene sus iguales en Florencia, en Austria o en la localidad española de Sitges.
En la Plaza de Alfaro, Barrio de Santa Cruz. En la esquina de esta plaza con la Calle Lope de Rueda está el Palacio de los Marqueses de Pickman. En la esquina hay un torreón, y justo debajo, dos ventanas con sus correspondientes rejas. La más cercana al suelo tiene su historia, y su nombre… La reja fue forjada por los herreros Sevillanos Miguel Álvarez y su hijo José Ramón, en el primer tercio del s. XX, la presentaron al Certamen Nacional del Trabajo de Bilbao en agosto de 1928. Obtuvo el premio Medalla de bronce y 100 ptas, en la sección cuarta al oficio Industria del hierro y otros metales.
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