domingo, 30 de noviembre de 2025

PLAZA DEL MUSEO

 

Plaza del Museo

La Plaza del Museo es, como su nombre indica, la plaza donde está el Museo. Con mayúsculas. El Bellas Artes. Una de las principales pinacotecas de España. Y junto a ella, la iglesia de la Hermandad del Museo. Ambos espacios pertenecían al convento de la Merced, convertido en museo en 1835. En esa época nace la plaza como la podemos disfrutar ahora.

El arquitecto Balbino Marrón aprovechó el derribo del área de noviciado para proyectar una plaza junto con el pintor Andrés Rossi. La inauguraron en 1846, con motivo de la boda de Isabel II. Inicialmente, la plaza se encontraba en alto, rodeada por verjas, plagada de estatuas sobre pedestales y con una fuente con una estatua de Baco sobre un delfín en el centro. La remodelación del edificio conventual en 1860 se aprovechó para rebajar la altura de la plaza, quitar las rejas, trasladar las estatuas a los Jardines de las Delicias y colocar en lugar de la fuente un monumento al pintor Bartolomé Esteban Murillo.

La fachada del Museo de Bellas Artes, principal atractivo de la plaza, es de estilo barroco y se instaló como portada la que antes era la principal de la iglesia, que estaba situada en la calle Bailén. Dicha entrada, por la que pasan miles de visitantes al cabo del año, es obra del cantero Miguel de Quintana y fue realizada en el s. XVIII.

La presencia pictórica en la plaza, de planta rectangular y repleta de jacarandas y naranjos, no sólo se limita al Bellas Artes. Cada domingo por la mañana desde 1999 se celebra en la plaza un mercadillo de arte. En él los artistas exponen sus pinturas, esculturas, fotografías o cerámicas, complementando así a las valiosas obras que se encuentran a pocos metros dentro del edificio.

Capilla del Museo.

En la Cuaresma de 1.575, el gremio de plateros de Sevilla fundó una Hermandad de penitencia cuyo titular fuera una representación de Cristo en el momento de la Expiración. Aprobadas las reglas, la Hermandad salió por primera vez en el año siguiente, desde la iglesia de san Andrés.

El uno de marzo de 1.577 se acordó con el convento de la Merced (actual Museo de Bellas Artes), la cesión de una capilla a perpetuidad a cambio de la suma de tres mil maravedíes. Más tarde, en 1.613 y por la suma de 800 ducados, el convento cedió a la Hermandad un solar de 75 pies de largo por 25 de ancho, que es el que ocupa actualmente la capilla.


sábado, 29 de noviembre de 2025

PLAZA SAN FRANCISCO

 

Plaza San Francisco

Llamada así por el convento de este nombre, fundado el año 1268 por donación del rey Alfonso X, a los franciscanos.

Durante el Medievo, la Plaza de San Francisco era una zona comercial. Allí acudían los habitantes de la época para adquirir los productos en las tiendas que se instalaron en los antiguos soportales. Al principio eran de madera que fueron siendo sustituidos por otros de piedra, mármol o material. Sus dimensiones eran lo suficientemente grande como para que pudiera pasar un caballo. La rectificación de la línea de fachada entre Chicarreros y Hernando Colón hizo que se perdieran los soportales de la zona este de la plaza.

Durante los dos siglos posteriores, el lugar albergó un rastro de animales, un mercado de pan, carne, pescado y hortalizas en los mesones o tenderetes. Posteriormente se instalaron allí los cambistas, plateros, talleres de impresores, sombrereros y roperos. Gracias a su estructura de forma trapezoidal, fue el escenario perfecto para acoger distintas fiestas, torneos, mascaradas, procesiones, autos de fe en tiempo del Tribunal de la Inquisición y ejecuciones públicas, fusilamientos. Patíbulo, todo ello en constante sucesión. Hasta la construcción de la Real Maestranza llegó a acoger corridas de toros que se podían ver desde alguno de los balcones de las viviendas que los propietarios alquilaban. La Plaza poco a poco perdió su función original a medida que fue adquiriendo importancia administrativa y de representación con la construcción entre 1527 y 1534 del nuevo Ayuntamiento o la Real Audiencia. Desde entonces, su fisonomía ha cambiado pero no su estructura, que se ha mantenido casi intacta hasta nuestros días. En 1812 le cambiaron el nombre por el de Plaza de la Constitución y dos años después por el de Plaza Real de Fernando VII. Poco después, en 1820, volvió a ser constitucional y Plaza del Rey en cuestión de meses. Ya en el s. XX, durante la II República, se rebautizó como Plaza de la Libertad y de nuevo como Plaza de la Constitución. Y de 1936 a 1980 como Plaza de la Falange, recuperando hace cuatro décadas su nombre original. La apropiación nominal de este punto da buena cuenta de la importancia que siempre ha tenido. En él se encuentran; el Ayuntamiento, el Banco de España, la antigua Audiencia y varios edificios de valor arquitectónico. La fachada del Consistorio, del s. XVI y de estilo plateresco, es lo más destacado de la plaza por su dimensión y esplendor. Aunque la antigua Audiencia, actual sede de la Fundación Cajasol; o el regionalista Edificio Laredo, de 1919, también conforman bellas estampas.

viernes, 28 de noviembre de 2025

PATIO DE BANDERAS

 

Patio de Banderas

Llamada así por el haz de banderas que estuvieron pintados sobre la puerta de la muralla del Alcázar y al que se accede desde la Plaza del Triunfo, fue construido por el califa ´Abd al-Ramān III al-Nāsir en el s. X. Comenzó siendo conocido como la Dar Al-Imara o casa del Príncipe y se accedía a él por una puerta ahora cegada que está en la calle Joaquín Romero Murube.

Hasta el año 1771 fue conocida como Plaza Grande, cuando el jurista y político Pablo de Olavide, decidió denominarla Patio de Banderas.

En la década de 1970, se encontraron en el subsuelo restos arqueológicos y no fue hasta principios de 2011, y a través de distintas excavaciones realizadas en su interior, fueron hallados vestigios arqueológicos que quizás guardan el rastro más antiguo de la ocupación humana en la ciudad, restos de una cocina árabe durante la primera mitad del s. VIII, además de las ruinas de un edificio de la Híspalis romana, los restos de un complejo medieval visigodo y paleo cristiano, un asentamiento turdetano y también fenicio.

En los s. XIX y XX el Patio de Banderas sufrió varias reformas urbanísticas que han dado como resultado el actual. El aspecto que presenta en la actualidad es el de un espacio rectangular rodeado de casas con una acera pavimentada con losas de Tarifa de gran tamaño, material utilizado en la ciudad hasta el agotamiento de su canteras. En el centro hay un recinto arbolado con una doble hilera de naranjos, enlazados entre sí por canalillos, al igual que el Patio de los Naranjos de la Catedral. La fuente central, que no es la primitiva, es obra del escultor José Lafitta Díaz, autor también de la Plaza de la Virgen de los Reyes. Su gran extensión, 1.441 metros cuadrados, Un pequeño e intrincado pasaje lo conecta con la bella calle Judería.


jueves, 27 de noviembre de 2025

PLAZA DEL DUQUE

 

Plaza del Duque

Denominada en el S.XV como plaza del Duque de Medina Sidonia por encontrarse allí su casa principal de los por entonces todopoderosos Duques de Medina Sidonia, aunque posteriormente, en 1841, se le denomina plaza del Duque de la Victoria.

La creación y las sucesivas remodelaciones se hacen en función de las obras del Palacio que Alonso Pérez de Guzmán (El Bueno), VII Duque de Medina Sidonia, decidió establecer en aquel solar.
En dos ocasiones, 1841 Y 1868, toma el nombre de Duque de la Victoria en honra del general Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez de Toro, príncipe de Vergara, duque de la Victoria, duque de Morella, conde de Luchana y vizconde de Banderas, quien en 1843 sitió y bombardeó Sevilla, por cuya resistencia le valió a la ciudad el título de Invicta.

De la riqueza arquitectónica con la que contaba en sus alrededores, edificios de gran interés y belleza que incluso dejaron boquiabierto a Felipe II, hoy en día no queda nada. Todos fueron sustituidos por otros de carácter comercial: en el lugar que ocupaba el palacio que le dio nombre se construyó un teatro en época del Asistente Pablo Antonio José de Olavide y Jáuregui, derribado en 1789. Reconstruido el resto por sus nuevos propietarios, los Marqueses de Palomares del Río, tras los destrozos causados por las tropas francesas de ocupación, albergaría desde 1879 hasta 1960 los populares almacenes de tejidos conocidos como Almacenes del Duque. En esa fecha sería derribado junto con el colindante palacio de los Sanchez-Dalp. En el lugar ocupado por ambos palacios se levanta hoy el edificio de El Corte Inglés. La Iglesia de San Miguel no corrió la misma suerte que otras iglesias de Sevilla llamadas a ser derribadas y en su lugar se construyó el Teatro del Duque y, posteriormente, la Delegación Provincial de Sindicatos. Todavía se puede observar la fachada de lo que fue el antiguo palacio de los Cavalieri, demolido para levantar otros almacenes comerciales. En cuanto a su estructura, en 1828 se reformó para convertirse en un gran paseo de salón, a la moda del espacio público de la época. Obtuvo el privilegio de ser el paseo más distinguido de la ciudad, el que preferían los sevillanos de su tiempo dando de lado a la decrépita Alameda de Hércules. En 1924 con la creación de arriates, la pavimentación con mármol y la plantación de fresnos y palmeras entre otros árboles, se le da la forma que tras algunos cambios presenta en la actualidad: planta sensiblemente rectangular, con espacio central presidido por la estatua de Velázquez, obra del escultor Susillo colocada en 1892, a la que se le dota de un pedestal, realizado por el arquitecto Juan Talavera, para realzarlo tal y como hoy se ve.

miércoles, 26 de noviembre de 2025

PLAZA SAN LORENZO

 

La Plaza de San Lorenzo.

Centro geográfico y social del barrio de San Lorenzo, este lugar ha sido testigo de numerosos acontecimientos relevantes para la ciudad. En 1652, se puso fin al motín del Pendón Verde iniciado en la calle Feria, ocasionado por la carestía del pan, ahorcando en ella a uno de los amotinados. Su proximidad al río Guadalquivir le ha hecho sufrir en más de una ocasión las inundaciones y paso de barcas, permaneciendo inundada hasta dos y tres meses lo que dañaba el pavimento original de piedra. Escenario de los funerales del torero Joselito el Gallo en 1920, debe su trazado actual a Balbino Marrón en la segunda mitad del XIX. marco del jubiloso traslado de la imagen de Jesús del Gran Poder a la nueva Basílica en 1965 y albergando un taller del imaginero Antonio Castillo Lastrucci.


martes, 25 de noviembre de 2025

PLAZA DEL TRIUNFO

 Plaza del Triunfo

Zona que se incorporó a la ciudad durante la época Taifa y conocida, durante el S.XV, con el nombre de plaza de los Cantos. En ella se situaban los cantos y sillares que servían para la construcción de la nueva catedral que se ejecutó durante todo ese s..

Este monumento es de mármoles de colores, de estilo barroco y se concluyó el año 1757.

Este templete otorga el nombre actual al lugar, una zona privilegiada que cuenta en el centro con el monumento a la Inmaculada Concepción, realizada por Lorenzo Collaut Varela, colocado en el S.XX, cuatro columnas con cuatro personajes relevantes del s. XVII en Sevilla la sostienen: Bartolomé Esteban Murillo, Miguel Cid, Juan Martínez Montañés y Juan de Pineda . Junto a ellos, cada festividad de la Inmaculada cantan decenas de tunas universitarias y se realiza una ofrenda floral. y, a su alrededor, con la Catedral Gótica cristiana con mayor superficie del mundo, las murallas del Alcázar, el Archivo General de Indias y la Casa de la Provincia.

Sin embargo, el verdadero protagonista de la Plaza del Triunfo es un templete más modesto que la Inmaculada y que se encuentra junto a la fachada trasera del Archivo General de Indias. Es obra de José Tomás Zambrano y contiene una Virgen con el Niño, llamada Virgen del Triunfo o Virgen del Patrocinio. Y alude a la protección virginal que tuvo Sevilla en el terremoto de Lisboa de 1755. Este temblor tuvo lugar en el momento en el que se celebraba la misa de Todos los Santos en la Catedral, teniendo que salir al exterior todos los fieles que allí se encontraban, sin lamentar ningún herido. Desde ese momento y en conmemoración, se levantó en la plaza un templete de estilo barroco llamado Templete del Triunfo de Nuestra Señora de Patrocinio que cuenta en su base con una placa de piedra, con un texto grabado que explica el suceso.

La plaza, con su empedrado y su hilera de árboles, que rodea el monumento a la Inmaculada y contrasta con los muros de piedra de la muralla del Alcázar. Además, en la plaza se encuentra la Casa de la Provincia, construida en el s. XIV y que ha sido utilizada a lo largo de la historia como hospital, hospedería y asilo para pobres

lunes, 24 de noviembre de 2025

PLAZA DE MOLVIEDRO

 

Plaza de Molviedro

Tras la conquista castellana de Sevilla, fueron cedidos al Temple unos terrenos intramuros que abarcaban desde la actual Plaza Nueva hasta más allá de la Puerta del Arenal.

La Orden del Temple formó Compás propio (espacio con jurisdicción particular) en la ciudad. Se sitúo en la zona de la Laguna de la Pajería, antiguo meandro del río, Calle de la Laguna y Compás de la Laguna (actualmente Calle Castelar y Plaza de Molviedro), y se extendió desde la Huerta de San Francisco –hoy plaza del mismo nombre y parte de Plaza Nueva, hasta la muralla que existía junto a la Puerta del Arenal. En las Casas de la Pajería se ubicó la plana mayor templaria llegada a la capital andaluza. Se constituyó como Priorato, dependiente de la encomienda de Jerez, y con la función central de alojar las huestes de la frontera, ofrecer residencia a los transeúntes y, muy especialmente, mantener a la Orden en conexión con la Corona, dado que tanto Fernando III como Alfonso X fijaron en Sevilla su residencia.

Desde finales de la Edad Media el puerto y el Arenal sevillanos fueron una populosa zona de transacciones comerciales, fabricación de útiles para el comercio y enseres navales, pero también de encuentros sociales y de juergas, cuando no de peligrosos casos protagonizados por delincuentes, pues existía un gran número de población flotante y desarraigada. En el XVI, cuando la Ciudad alcanzó una importancia mundial y la población se duplicó, superando la cifra de 100.000 habitantes, estos problemas se agravaron: Sevilla vivía en una dualidad en que la que convivían la riqueza y la pobreza, emporio económico y también centro de la picaresca, “amparo de pobres y refugio de desechados” en frase de Miguel de Cervantes.

La prostitución se hallaba muy extendida en Sevilla, sobre todo en los alrededores del puerto y en determinados barrios de la ciudad, a extramuros. La política era de tolerancia pero de segregación en lugares concretos; estos lugares eran las llamadas mancebías, que se institucionalizaron para acoger y controlar a las mujeres públicas, es decir, a aquellas mujeres definidas en las Partidas de Alfonso X como mujeres "que están en la putería e se dan a todos cuantos a ellas vienen". Eran mujeres "que ganaban por las tabernas e bodegones e otras partes", acompañadas de rufianes y gente de mal vivir, cuya presencia era poco ejemplarizante para las mujeres honestas y desestabilizaba la tranquilidad del vecindario por los escándalos, riñas y robos que con frecuencia se producían.

La Mancebía de Sevilla era mucho más que el lugar habitual de prostitución; era el único espacio legal para ejercerla, casi una institución municipal, con sus propias Ordenanzas y una Comisión de munícipes supervisores. Los poderes públicos pretenden confinar la prostitución a un espacio claramente acotado y alejado teóricamente de las zonas centrales de la ciudad. La política municipal obedecía más a intereses de orden público que a intereses económicos.


LA MANCEBÍA DE SEVILLA estaba en el llamado "Compás de la Mancebía" - Era un lugar bajo, que se anegaba con facilidad por su cercanía al río, por lo que se le llamó también "Compás de la Laguna ".  (antiguo brazo del rio desecado siglos atrás), en el barrio del Arenal.

La mayoría de las rameras se concentraban en el Compás aunque solían trabajar en la Resolana, San Bernardo, Callejón del Agua, junto al Alcázar, murallas, Hoyas de Tablada y Triana, donde había menos vigilancia y más comodidad para estos entretenimientos.

La mancebía se encontraba delimitada por la muralla de la ciudad y por una tapia interior dentro del perímetro intramuros. Sus límites se marcaban por dicha muralla que discurría por detrás de la calle Santas Patronas en dirección a la calle de la Mar (hoy García de Vinuesa) completándose con una tapia que seguía por la trasera de las casas de la calle Harinas. Hay que tener en cuenta que la calle de la Mar y la Puerta del Arenal no se comunicaban directamente con la Mancebía, ya que al final de la calle Castelar se abriría posteriormente bajo el mandado de Pablo de Olvaide, asistente entre 1767 y 1776 (hoy diríamos Alcalde). La tapia continuaba, sin interrupción y discurriendo entre las casas, por la calle Harinas hasta el Arco de Atocha, y seguidamente entre las calles Piñones (actual Padre Marchena) y Pajería (hoy Zaragoza). Desde Piñones, dicha tapia seguía por detrás de las calles Rosas (Quirós) y Rosillas ( Fray Bartolomé de las Casas), para enlazar con el tramo final de la Pajería hasta la calle del Rey (San Pablo), donde el cerco se cerraba con el encuentro entre la tapia y la muralla.

Hacia el Arenal se comunicaba a través de un postigo -donde luego se alzó el Baratillo- y hacia la ciudad se abría se encontraba la entrada principal a la Mancebía, la puerta principal ubicada bajo el Arquillo de Nuestra Señora de Atocha. La puerta era mas conocida por el Golpe, a causa de poseer uno de esos pestillos que se cierran solos con un simple golpe, situada en la confluencia de las actuales calles de Jimio, Gamazo y Zaragoza, donde había un portero "guardacoimas" o "guardapostigo", ( un empleado de los padres encargado de la vigilancia).

Otras dos entradas de la Mancebía estaban en las calles Rositas y Rosas, (actuales Fray Bartolomé de las Casas y Quirós) y Palenque (hoy Doña Guiomar). Todas estas eran las entradas “oficiales” pues por las traseras de las casas se hacían perforaciones o boquetes en la tapia que cercaban la mancebía y además existieron numerosas entradas secretas en el lienzo de muralla que separaba a la mancebía del puerto, que dificultaba enormemente el control sobre la misma, siendo muy difícil impedir la huida de delincuentes y que las mujeres públicas salieses y ejerciesen su oficio por las calles.

Allí junto al lugar donde fondeaban los navíos, donde acudína los marineros y los emigrantes, el negocio era más intenso y directo. Esta ubicación central (pues e puerto era ya entonces, como lo sería mas en el siglo siguiente, el verdadero corazón de Sevilla), explica la reiterada decisión del Concejo por aislar la Mancebía lo más posible, ordenando tapiar todo su contorno y eliminar portillos que daban paso a calles secundarias.

En 1772 el asistente Pablo Antonio José de Olavide y Jáuregui ordena la demolición de la Mancebía y rehacer el barrio de nueva planta, encargando su ejecución al ingeniero Manuel Prudencio de Molviedro y Angel, concluyéndose seis años más tarde, bajo el mandato de Pedro de Samaniego Montemayor y Córdoba, vizconde de la Armería y marqués de Monte Real, tras el encarcelamiento de Pablo Antonio José de Olavide y Jáuregui por la Inquisición. En esas fechas sería derribada una ermita situada en el centro del Compás junto a una cruz, y erigida la capilla del Mayor Dolor que hoy acoge a la hermandad de Jesús Despojado, Asimismo, según consta en el Archivo Municipal, se eleva en el nuevo ensanche un palenque "para vender pan, carne, bacalao, pescado, hortalizas y demás comestibles", siendo rotulado hacia 1840 como plaza de Molviedro.


domingo, 23 de noviembre de 2025

PLAZA DE LAS TRES CRUCES

 

Plaza de las Tres Cruces

La palabra cruz viene del latín crux, que se refería a cualquier instrumento de tortura hecho con palos cruzados. De todos ellos, el más famoso fue en el que fue clavado Jesucristo en el monte Calvario. Precisamente, en la calle Cruces se representa ese calvario. Tres cruces de hierro sobre tres pilares evocan la crucifixión de Jesucristo y los dos ladrones. A su alrededor, un cuadrilátero enrejado con faroles y escalones que las elevan.

En una de las fachadas hay dos cruces más. Sobre ellas, el nombre de la calle, pues la plaza de las tres cruces es el nombre popular de la calle Cruces. El ensanche de esta vía, que llega a formar un triángulo, es la razón de esta confusión habitual entre los visitantes de este lugar.

El nombre de este punto alude directamente a esas cruces de la pared, que fueron colocadas en el s. XV y estaban pintadas de verde. Por ello, también fue conocido este rincón como la calle de las cruces verdes, que fueron retiradas en el s. XIX y repuestas a mitad del s. XX.

Las cinco cruces presentes en Cruces, entre Ximénez de Enciso y Doncellas son las protagonistas de este bella plazoleta.


sábado, 22 de noviembre de 2025

PLAZA DOÑA ELVIRA

 

Plaza Doña Elvira

Tras los saqueos de la judería en 1391, Enrique III donó el barrio a Pedro López de Ayala de quien lo heredó su hija, Doña Elvira, dando nombre a la actual plaza.

En el lugar donde hoy se sitúa este espacio abierto y ajardinado se encontraba el palacio donde vivía la familia. Como cualquier vivienda de tal envergadura de la época, contaba con un patio de caballos del que una parte se incorporó a la vía pública, surgiendo así la plazuela original denominada «Plaza de los Caballos». El resto del patio se alquiló, en 1577, como corral de comedias llamado «Corral de Doña Elvira», en honor de su antecesora y donde sus gentes acudían a distraerse con las obras representadas. Entre otros exitosos autores, estrenaron obras en el corral de comedias de Doña Elvira, en Sevilla, los mismísimos Lope de Vega y Miguel de Cervantes. Tras la prohibición de la actividad por parte del ayuntamiento, el corral pasó a utilizarse como almacén hasta que, en 1826 se demolió para ensanchar el viario y la plaza de los Caballos hasta alcanzar las dimensiones actuales. Además, gracias a la exposición Iberoamericana de 1929, se promueve el embellecimiento realizándose algunas mejoras por parte de Juan Talavera.


viernes, 21 de noviembre de 2025

PLAZUELA SANTA MARTA

 

Plazuela Santa Marta

En la Plaza de la Virgen de los Reyes, entre una tienda y la estatua de San Juan Pablo II, en el comienzo de la calle Mateos Gago, hay un callejón al que no se le ve el final. Pero lo tiene. Y merece la pena llegar hasta él. Ese callejón, que obliga al paseante a adentrarse entre fachadas y un postigo, desemboca en la Plaza de Santa Marta, en concreto se trata de una plazuela, donde apenas hay espacio para albergar cuatro naranjos y en el centro, un crucero de finales del s. XVI. Toma su nombre del antiguo Hospital de Santa Marta, que allí había y que fue fundado en 1385. Ahora ese hospital es el Convento de la Encarnación.

La plaza es pequeña, casi no recomendable para visitarla en grupo. Tiene algunos naranjos y una cruz en el centro que acapara la atención. Fue ideada por el arquitecto Hernán Ruiz El Joven, tallada por Diego de Alcaraz en el s. XVI y procede del hospital de San Lázaro. Su belleza es doble, pues tiene tallado un crucificado por una cara y una piedad por la otra. Hasta los años 80 en este coqueto lugar se celebraba todos los domingos por la mañana un mercadillo de venta e intercambio de sellos filátelicos, que fue trasladado en esa fecha a la Plaza del Cabildo.


jueves, 20 de noviembre de 2025

PLAZA DE LA ALIANZA

 

Plaza de la Alianza

Siendo conocida en el s. XV como Plaza del Consuelo; en el s. XVI se le llama Plaza del Pozo Seco y en 1830 toma el nombre de Plaza de la Alianza por una popular taberna que se ubicaba en el lugar. Algunas de las casas, conservan hoy día, los azulejos utilizados por Pablo de Olavide para la numeración de los domicilios.

En aquel momento era una barreduela más que plaza, pues, tenía una sola entrada y presentaba ya en el plano de Olavide (1771) la forma de rectángulo irregular rectificado por las alineaciones de finales del s. XIX.

El centro de la plaza está adornado con una fuente del s. XVIII que el entonces director-conservador de los Reales Alcázares, D. Joaquín Romero Murube, hizo trasladar en 1965 desde los Jardines de las Delicias del Parque de María Luisa.


miércoles, 19 de noviembre de 2025

PLAZA DE LOS REFINADORES

 

Plaza de los Refinadores

La Plaza de los Refinadores recibe su nombre de los refinadores de cuero que había hace siglos en la zona, pero ahora su popularidad se debe, además de a su belleza, a una obra de teatro y a su protagonista: Don Juan, la obra dramática de José Zorrilla, que está ambientada en Sevilla, está representada por su personaje principal en un monumento en el centro de la plaza desde 1975.

El monumento a Don Juan, obra de Nicomedes Díaz Piquero, no es lo único reseñable de esta plaza. Un edificio llama la atención por encima del resto. Se trata de la Casa para Luis Prieto, construida entre 1915 y 1919 por el arquitecto Aníbal González. El espectacular balcón esquinero bajo un hueco achaflanado sujeto por dos columnas es elemento más sorprendente de esta vivienda de estilo regionalista.


martes, 18 de noviembre de 2025

BARRIO SANTA CRUZ

 Barrio Santa Cruz

Es en realidad el antiguo barrio judio de Sevilla, donde en la época de Fernando III de Castilla se concentraba la segunda comunidad judía más importante de España tras la de Toledo.

Pero los orígenes históricos del Barrio de Santa Cruz son de una época anterior, pues ya en tiempo de los romanos, cuando Sevilla tenía la denominación de Híspalis, el lugar del actual barrio eran los límites de la ciudad amurallada.

Una buena muestra de ello la puedes ver en la actualidad en uno de sus rincones, en la calle Mármoles, lugar en el que aún se conservan tres columnas romanas del pórtico de un antiguo templo del s. I.

En el s. XI los musulmanes levantaron un palacio con altas torres, y sobre otro posterior los cristianos hicieron la remodelación cuyo resultado es el actual Real Alcázar de Sevilla.

Fue tras la conquista de Sevilla en 1248 por parte del citado rey Fernando III cuando los judíos se instalaron en dicho barrio, y varias de las antiguas mezquitas se convirtieron en sinagogas.

Dicho conjunto monumental ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Esta plaza debe su nombre a que el edificio de la catedral no fuera afectado por el Terremoto de Lisboa de 1755, lo que llevó también a instalar en la misma el monumento del Triunfo.

Plaza de la Santa Cruz

En lo que hoy es esta plaza de Santa Cruz, albergando una antigua mezquita hasta el s. XIII, el rey Alfonso X, en 1252 concedió a los judíos convertida en sinagoga. El 6 de junio de 1391, cuando los judíos sufrieron su persecución durante el reinado de Enrique III de Castilla se convirtió en la Iglesia de Santa Cruz.

En la antigua iglesia fueron enterradas las cenizas del célebre pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo (1682). Una placa conmemorativa en una fachada del lado oeste de la plaza nos recuerda que los restos del pintor Murillo se encuentran en algún lugar de la actual plaza.

El mal estado obligó al parecer a reconstruirla en 1480 y allí se mantuvo abierta al culto hasta 1806 en que se cierra por encontrarse en estado de ruina.

La llegada de los franceses en 1810 expulsan a los padres del convento y prohíben la reapertura de Santa Cruz. Luego, el templo fue expropiado y derribado en 1810-1811 por el gobierno francés de ocupación en un plan de reurbanización de la ciudad. La plaza ocupa el espacio del solar de la iglesia.

Cuatro columnas de granito que sostenían los arcos de la sinagoga, permanecieron en el lugar tras el derribo y tras algunas vicisitudes las podemos ver sosteniendo una verja en los jardines que rodean en Pabellón de Chile en la calle Rábida, creada en ese momento con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929".

En 1918, Juan Talavera y Heredia proyectó la apariencia actual de la plaza, a la que, en 1921, se incorporó una Cruz de Cerrajería, la realiza el rejero almonteño Sebastián Conde en 1692 y fue a sustituir a una anterior, posiblemente de madera, colocada a inicios del XVII en lo que se conocía como Plazuela de la Cerrajería, en la confluencia de la actual calle Rioja (antigua calle Dueñas) y Sierpes y Cerrajería (de ahí su nombre). El origen parece relacionado con un retablo callejero dedicado a la Virgen de Regla situado en el lugar. La cruz de madera, deteriorada por estar a la intemperie, había adquirido mucha devoción y se decide sustituir por una de hierro forjado. Se hace por suscripción popular y sería trasladada en solemne procesión sobre una carroza a cargo de la hermandad del Rosario del Sagrario desde las Gradas de la Catedral el 1 de noviembre de 1692. Cada 3 mayo se realizaría una solemne función con motivo de la festividad litúrgica de la Santa Cruz, conmemorando el hallazgo por parte de Santa Elena de la reliquia de la Santa Cruz de Cristo en el s. IV

Al parecer la Cruz de las Sierpes fue dorada al año siguiente, en 1693 y allí permanecería hasta 1729, en que se retiraría para la entrada de Felipe V en la ciudad. Sería repuesta posteriormente en 1734 por petición de los vecinos.

No sería esta la única vez que la Cruz de las Sierpes sería retirada de su lugar, algo que ocurrió en varias ocasiones al ser un lugar de paso. Se retiró de nuevo en 1796, 1816 y 1840. Al retirarla la llevaban al vecino convento de las Mínimas hasta que al ser desamortizado, se llevó definitivamente a mediados del 1800 al Museo Arqueológico Provincial (situado en el antiguo convento de la Merced, actual Museo de Bellas Artes), y allí estuvo hasta que se decidió colocarla en su ubicación actual, en 1921.

Callejón del Agua

Un adarve (paseo de ronda que discurre junto a una muralla) que se prolonga junto a la muralla de los Reales Alcázares,

En esa calle seguro que te llamará la atención el precioso patio de la casa de Washington Irving, la cual reconocerás por una placa en su fachada.

lunes, 17 de noviembre de 2025

PABELLONES PARQUE MARIA LUISA

 

Pabellón Real.

Fue construido entre 1911 y 1916. Es un edificio de planta poligonal con decoración neogótica. Fue diseñado por el arquitecto Aníbal González. En la parte delantera y en otros tres laterales hay escudos de España de cerámica. Las esquinas de la parte delantera tienen dos estatuas de cerámica de pajes reales. Al frente hay una plaza con seis águilas, diseñadas por José Ordóñez, que sujetan escudos de España y de distintos territorios españoles.

En la actualidad alberga oficinas municipales

Pabellón Alfonso XII. Pequeño pabellón o templete neoárabe de planta hexagonal con bellos arcos de herradura de fábrica.











domingo, 16 de noviembre de 2025

MUSEOS PARQUE DE MARIALUISA

 Museo Arqueológico Provincial

Fue construido como Pabellón de las Bellas Artes con ocasión de la Exposición Ibeoramericana. En el año 1942, se traslada a él la colección arqueologica, que se encontraba en el Museo Provincial de Bellas Artes. - Arquitectura; Astarté, s. VIII a. C., Relieve de las Nióbides, s. IV a. C., Hermes, s. II a. C. Diana, s. II, a.C.,Venus de Itálica, Hispania, s. II, Diana cazadora, s. II, Trajano, s. II, Adriano, s. II. Sarcófago, s. IV - Otros; Tesoro del Carambolo, s. VIII, Tesorillo de Evora, s. VII a.C., Mosaico de Baco, s. III. Inscripción de la mezquita S. Juan de la Palma. S. XI, Pola bautismal, s. XV.

Museo de Artes y Costumbres Populares

Construido por el arquitecto Aníbal González Alvarez Ossorio para la Exposición Iberoamericana de 1929, fue el pabellón destinado al Arte Antiguo y el Industrias Artística. Se le conoce como Pabellón Mudéjar. (desde 1973 es Sede del Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla). Ocupa una parcela de unos 8.000 m2, distribuidos entre superficie expositiva y servicios internos (conservación, restauración, investigación y administración). Forma, junto con el Pabellón Real y el Museo Arqueológico, el trío de grandes edificios de la Plaza de América. Su estilo es neomudéjar, con muros exteriores de ladrillo visto, decorados con abundantes elementos de cerámica.

- Construcción, s. XX, Aníbal González Alvarez Ossorio - Esculturas; Virgen madre, s. XVII, Niño Jesús relicario, s. XVII, Crucificado, s. XVII, - Pintura; Santa Rosalía, s. XVII, anónimo. En la Sacristía, s. XIX, José Arpe, Romería del Rocío, s. XX, Hernández Nájera. Tipos populares, s. XX, Andrés Parlade - Otros; Arqueta, s. XV, Azujelos, s. XVI, Capa pluvial, s. XVI, Cruz de Cristal, s. XVII, ostensorio-relicario, s. XVII, Libro coral, s. XVIII, R, Ballesteros, Tapiz, s. XVIII, Espejo, s. XIX, Cerámica de la Cartuja, s. XIX, Pickman.